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Aquel dia era increiblemente helador, aunque paradojicamente nunca me senti tan reconfortada como aquella tarde...
Las hojas bailaban al son del viento que enrojecia mi cara a causa del frio, la gente iba de aqui para alla y no parecian ser conscientes del rumbo que tomaban.

Todo aquello era un ajetreo: personas que hablaban por telefono, grupos de amigas charlando animadamente... Un ambiente normal, como cada dia.

Pero no.

Esa tarde todo parecia estar cambiando, pues algo dentro de mi sentia que la epoca de sollozos habia llegado a su fin, que habia marcado un antes y un después en algun momento de este año infernal.
No podia parar de sonreir, el orgullo de la calma que experimentaba era excesivamente nuevo y desconocido para mi, por lo que me encontraba fuera de juego total.

Jamas en mi vida habia me habia manifestado en aquel estado de animo, no crei que existiese realmente... Pero estaba equivocada y ahora soy consciente de que si...

Despues de la tormenta efectivamente llega la calma, una poderoso y aterrador sosiego.


Fdo: Sandra

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