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Es tan extraño pensar en como mi mente se ha transformado tan radicalmente en tan solo catorce meses...
No soy la misma ni por asomo.
La inocencia y la confianza se han esfumado de mi realidad, por lo que soy mas consciente de las intenciones o probables consecuencias.

Debil, tierna, rompible... Como si hecha de porcelana, aquella figura que me representaba, se ha resquebrajado en mil pedazos.

Fuerte, habil, segura... Me reconstrui con barro y tierra.
Me fortaleci con el aire, el fuego, el agua y el viento.
Rompi los esquemas, cambie la perspectiva de mi mundo para que este pudiese cambiar conmigo y, finalmente, lo hice: Me senti bien.

No hay lagrimas por derramar, no hay dramas a los que someterse, las torturas y los demonios se esfumaron para dejar un hueco en mi vida, al que posteriormente se acopló de forma lenta pero sin pausa: La confianza en mi misma.

Solo yo. Ahora era mi turno de vivir.

Fdo: Sandra

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