0.0.4 [lac]

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Ambos tomaro una larga y honda respiración.

- Levantalo más, JiMin -Susurró el azabache con esfuerzo. El sudor se deslizó lentamente por su frente y clavículas.

- Y-Ya...

El menor tragó en seco sintiendo su garganta quemar. Su cuerpo entero se estremeció y levantó sus brazos más, dejando a la vista sus brazos ligeramente más gruesos que los del albino.
Las cajas de madera fueron colocadas perfectamente en la plataforma del sótano.

JiMin flexionó sus rodillas apoyando sus manos sobre estas mientras intentaba recobrar el aire.

Y YoonGi por su parte se mantuvo erguido mirando a su acompañante con los labios entreabierta por el proceso respiratorio agitado que tenía. Esas cajas eran demasiado incluso para ambos.

- ¿Estás bien? -Susurró mirando a su alrededor. Juraba haber desarmado esa cama en mes pasado que su tío se lo pidió. Confundido, frunció levemente el ceño pero evitó mencionar algo al respecto en presencia de JiMin.
El menor siguió inhalando profundo levantando una de sus manos en señal de confirmación.

- Sólo algo agitado -Respondió tosiendo algo sin querer mirar a los ojos a YoonGi. - ¿Ya nos podemos ir, YoonGi? -Se incorporó con la mirada gacha - No me gusta estar aquí.

El nombrado apretó los labios.
- Pero si es la primera vez que bajamos -Señaló burlonamente recargándose en la pared.
JiMin rió con nerviosismo rascándose la nuca.

- Cierto... -Suspiró tomando del borde de la camisa de YoonGi. JiMin lo sintió tensionarse - Por favor, vámonos.

YoonGi evitó reír secamente para no incomodar al menor.

- Ayudame con algo primero -Ordenó con su tono frívolo. JiMin asintió con desgano y lo observó con vista confusa - Necesito que me ayudes a desarmar esa cama.

El castaño mordió sus labios estrenando sus manos entre sí.

- ¿S-Seguro... Que podemos hacer e-eso...?

YoonGi lo miró fastidiado.

- Sólo ayúdame.

JiMin asintió poniéndose manos a la obra. YoonGi levantó la, extrañamente, limpia sabana y JiMin se encargó de arrastrar la colcha.

La cama era de madera, solo debían soltar algunos tornillos viejos y ya estaba. JiMin miraba de reojo al azabache con sus papilas gustativas estimuladas. De repente tenía mucha hambre, y revoltura en su estómago.
Imaginó que se debía a los recuerdos que azotaban sin piedad alguna su mente. Se quedó en blanco viendo como el azabache limpiaba su sudor con el dorso de su mano. Una duda arrasó por su mente.

- YoonGi ¿Te gustan los hombres? -Abrió estrepitosamente los ojos cubriendose su boca con sus manos y negó repetidas veces - Quiero decir... ¿Te gusta alguna persona?

YoonGi clavó su felina mirada sin querer responder esa tonta pregunta. ¡Por supuesto que no le gustaba nadie! Quizás sólo deseaba al chico frente a él, pero era sólo eso. Y nunca se atrevería a decir algo sobre ese tema. Era inaceptable, la gente no estaba acostumbrada a ese tipo de relaciones. Sería ejecutado si revelaba su secreto.

- ¿Me has llamado arsenokoítai? -Su tono ronco hizo que a JiMin le recorrieran unas extrañas ganas de oírlo susurrar cosas a su oído - Nunca estaría con un hombre.

JiMin tragó duro girando a la salida del sótano.

- Deberíamos irnos ya -Medio suplicó. Se sentía herido de cierta forma. Herido y humillado.

YoonGi asintió dando unas zancadas hasta llegar a la puerta e introdujo la llave para abrir esta. Caminaron en silencio y subieron las escaleras abriendo la otra puerta hasta salir por completo de aquel sótano espeluznante.

- ¿Ya sabes que debes ir al pueblo por leche? -JiMin miró de reojo a YoonGi dudativo -Todos los fines de semana se hace, hoy te toca a ti.

- P-Pero... No quiero ir al pueblo. Quiero quedarme contigo.

YoonGi volteó su cara endemoniadamente para ver a JiMin oscuramente.

Verlo así solo lo ponía. A esto, sumándose las propuestas subjetivas que le mandaba el castaño, lo tenían loco y sin saber exactamente como responder.

- JiMin ¿A ti te gustan los hombres?

El castaño abrió su boca pegándose a la pared, se sentía violado. Y no le gustaba como se sentía con YoonGi... No del todo.

- ¿Porqué p-preguntas eso...? -Susurró volviendo a tomar su posicion al lado de YoonGi.

Siguieron caminando por el iluminado pasillo. JiMin intentaba ocultar sus mejillas sonrojarse de los curiosos ojos de YoonGi.

- Sólo pregunto. Siento algo raro en ti.

JiMin tomó una bocanada de aire.

- Sólo creo que eres lindo... -Giró sobre sus talones para correr lejos.

El azabache sintió su pecho sacudirse con agresividad. Hasta pudo sentir como la sangre se acumulaba en su rostro, quemando cada jodido espacio de este. Gruñó reanudando sus pasos e infló sus mejillas resoplando.

Ese niño era tan molesto.

JiMin siempre quería estar pegado a él. Cada día, a cada hora, en todo momento y en todo lugar. Lo peor de todo esto no era la inconsciente dependencia del menor por él. Sino que YoonGi disfrutaba de la compañía de JiMin. Y era lo que más lo confundía.

Estaba agarrándose cariño a un hombre. A un chico. A JiMin.

¡Inaceptable!

¡Dos hombres juntos! ¡Cielos, no! ¡Sería un escándalo!

¡Les darían muerte a ambos!

El azabache suspiró con hastío. Que complicado era todo.

Se reprendió millones de veces por haberse imaginado a él a JiMin juntos. Sobre la cama que recién habían desarmado.

Oh. Eso lo excitada tanto.
Realmente lo quería.

Quería a ese muchachito inocente gritando y diciendo incoherencias debajo de él.

Si conocimiento en el área no era mucha, pero por algún lado debía meter su gordo pene. Y ambos lo disfrutaría.

Si.

No...

YoonGi soltó un bufido dándose cuenta de sus pensamientos.

Era un pecador muy descarado.

Uno muy malo.

Se odió.

Era tan asqueroso. Su impacto fue mayor al darse cuenta de que le empezaba a importar poco aquel detalle y pensamientos impropios e inmorales.

Se sacudió al sentir un cosquilleo en su parte baja. Relamio sus labios apretando sus ojos y se encaminó a su habitación para liberar todos sus deseos en una sola acción.

El auto placer.

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Primer capítulo corto y relleno. Lamento demorar tanto. Ahr
Las amo.

DAIMÓN » yoonmin;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora