Capítulo 3 ( Parte 2 )

67 2 0
                                    

Continuación...

-¡Claro que sí! No hay nada que pensar- respondí sin dejarla terminar su frase. Lo que quería ya, era tener algo asegurado, no quería seguir presionándome y debatir mi mente con todo estoy.

-Sabía que no me quedarías mal... -respondió con tranquilidad- Y después de un mes de trabajar... -un ruido en la puerta me interrumpió.

-Espérame un segundo -le pedí mientras me levantaba de la cama.

Mientras me levantaba de la cama miré como abrían la puerta.

-¡Hola Hija! -Miré a mi padre emocionado, entrar a mi habitación.

-Jade, luego hablamos... -me despedí de Jade al teléfono.

-¿¡Cómo te fue? -preguntó al verme colgar.

Suspiré.

«¡Sí! ¡Si quedé!» -imaginé, lo que quisiera haberle dicho.

«¡Pero No! ¡No quedé! No admitido, salió en mi examen» -pensé frustrada.

Rápidamente solté un suspiro. Sentí mis ojos humedecerse y aventé mi teléfono a la cama con exasperación. No evité darle la espalda a mi padre, no sé a dónde iban mis manos, pero me puse a pensar en voz alta. Entre gritos y rabietas mi padre me calmó embrollado.

-¿Qué te pasa? ¿Todo está bien? - preocupado.

-¿¡Qué si todo está bien!? ¿Adivina quién no fue admitida? -era evidente que mi expresión salía con un tono sarcástico. Ciertamente la expresión de mi padre me mostraba desconcierto, y me fue necesario apuntarme con arrebato a mi misma. Me daba ira presenciar la emoción que un principio tenía, ya que no podía compartirla.

-Hija, relájate... Cuéntame -me pidió serenamente mientras se sentaba en la esquina de mi cama. Imité su acción, soltando antes un suspiro de alivio.

Conforme le iba contando, sentía un gran alivio en mí. Jamás sentí que mi padre me fuera a comprender de esta manera. Él supo encontrar las palabras para calmarme lo suficiente como para poder dormir de nuevo.

Aparentemente caí en un profundo sueño después de aquel consuelo, ni si quiera tuve el tiempo de informarle que a pesar de aquel trauma por el cual había pasado, y no es por exagerar, Ya había conseguido un empleo.

Sentí un ligero ardor en mi mejilla, el cual me hizo abrir mis ojos con cautela. Los audífonos con los cuales anteriormente había estado escuchando música para relajarme, estaban por encima de mi almohada. Tenía intriga en saber cómo habían llegado ahí.

Evadiendo el tema, me levanté de mi cama con pereza, no sin antes mirar la hora establecida en mi teléfono.

Diez con quince minutos de la mañana; Sentía mis ojos un tanto abultados y mi cabello estaba enredado.

«Eres un desastre. Deshazte de las malas vibras» -Pensé mirándome al espejo, no haciendo ausente mi pereza de un bostezo. Seguido de una risa irónica.

Pronto entré a la ducha para en cuestión de minutos salir.

Me coloqué una blusa holgada color salmón, con un tierno dibujo de un gato, que yacía en la parte de enfrente con un ligero toque abstracto. Un short de mezclilla color azul obscuro y mis Converse del color de la blusa.

Mientras iba bajando por los escalones de mi casa, sujetaba mi cabello en una coleta alta, para pronto encontrarme con mis padres, desayunando en la mesa.

-Vaya ¿Te tumbaron de la cama? -Rio mi Madre, incluso yo la imité. Era extraño que me levantara por mi propia cuenta, inclusive que ya bajara a desayunar vestida y duchada.

-Debo hacer varias cosas el día de hoy -me limité a decir mientras encogía mis hombros y tomaba un panecillo de la mesa.

-Tu madre ya me ha contado sobre conseguir un empleo -Dijo Mi Padre.

«¡Perfecto! Puedo decirlo ahora» -Pensé al recordar, que olvide mencionar ese detalle el día de ayer.

-Ya conseguí uno... Jade me dará empleo en Marco's es uno de los restaurantes de su Familia-Informé, aprovechando para dar un mordisco en aquel apetitoso Pan- Y hoy comienzo a trabajar en... -Miré el reloj de la cocina- en media hora. -Perfeccioné tranquila.

-¿Y desde cuándo Jade es tan trabajadora? -Preguntó mi madre, en tono realmente irónico- Espera, ¿Desde cuándo tú eres tan trabajadora?

-Desde que no entré a la universidad. -Recordé con amargura.

-Será que... -Me miró con ojos pícaros- ¿Será qué hay algún chico que trabaje con Jade que te esté interesando más de lo ordinario?

Fruncí el ceño. Por mi mente pasaron chicos realmente guapos. Con ojos y cabellos como me encantaban, sin olvidar esa bonita sonrisa que me encantaba ver... pero no. Todo era lo contrario cuando llegué al restaurante y me presentaban a cada uno de los meseros que trabajarían conmigo...

-N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora