Algunos creen que van a morir solos, otros son egoístas, otros no quieren mostrarse como son realmente para no lastimar a las personas.
Henry era ese hijo de perra dañado por dentro.
Era como la caja de pandora, con miedos, lágrimas y secretos en su...
Henry me giro, dándome una sorpresa, poniéndome a su lado, me acorralo con sus brazos. Sabía que él no sabía que podría estar cortándome la respiración, eso estaba seguro. Pero no me importaba, podía quedarme sin aire en sus brazos y eso no iba a importarme, morir en sus brazos iba a ser una de las más hermosas formas de morir.
Me acerca más a él, aunque creía que iba a ser imposible, él logra que eso se cumpla. Mi cuerpo está muy pegado al suyo, entierra su nariz en mi cuello, hace un camino y luego pasa su lengua, dejando ese camino húmedo por mi cuello, subiendo hasta llegar a mi lóbulo, su lengua juega con él. Me retuerzo en sus brazos, tratando de escapar de él, tratando de escapar de su dulce tortura.
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