Secrets In The Garden ©

III. El cardo negro

Hace unas semanas recibimos una pequeña pista sobre el posible paradero de Alanna Connor.
No pierdo la esperanza de que esté viva al igual que Damhariz Forthelli y la recien desaparecida Gabrielle Ingham.

De acuerdo a los escasos datos que he logrado conseguir a lo largo de mi investigación, las despariciones ocurren cada veintiun a veinticinco días; esto arroja a la luz que hay un proceso de seleccion de la victima antes de la desaparición, lo mas factible es que primero las enamore y luego ataca.
Debe ser así, puesto que despues de cierto tiempo desaparece otra joven y luego otra.

Eso tambien nos arroja que hay 90% de probabilidad que la persona que buscamos es un hombre, probablemente de buen porte y dinero, cosa que las jovenes buscan en un hombre.
Actualmente estamos investigando a seis presuntos culpables, los cuales, cumplen con el perfil del sospechoso al 70%, ya que lamentablemente no contamos con ninguna victima que halla logrado escapar y así, darnos aun mas pistas para dar con el culpable.

Ha falta de pruebas factibles, la investigacion se esta basando solo en puntos ciegos y probables escenarios de lo ocurrido; también hay cosas veridicas como lo es la seleccion de vicimas, sabiendo esto podriamos intentar evitar otra desaparicion mas asi como la captura del sospechoso.

Hasta ahora tenemos que las jovenes tienen algo en común; todas eran hermosas, entre los 22 y 23 años de edad y, lo mas extraño de todo es que las 3 chicas vivieron un tiempo aquí en Heriste, Redwoods. Tendré que ir a investigar el "Heirs kindergarten" el único kinder que tenemos aqui, asi como la "St. Woods School".
Probablemente encuentre ahi algo mas sobre las chicas y poder descartar gente hasta encontrar al posible culpable.

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—¿Sabes una cosa?
—Dime.
—Creo que te amo...
—Yo no solo te amo querida, te necesito mas de lo que tu puedes imaginar.
—Me halagas. Aceptare tu oferta, me mudaré contigo.
Gabrielle le abrazo inocentemente sin darse cuenta de que acababa de sellar su destino.
—De acuerdo. Nos vemos en el muelle a las 5pm, no llegues tarde.
—No lo haré.

Miro el reloj: las 4:55pm, veo un semblante a lo lejos. Gabrielle aparece y mi sonrisa se engrandece. Salgo de mi escondite.

—Bienvenida hermosura. Lamento recibirte de esta manera... tengo algo que confesarte querida Elle.
La sonrisa de su rostro se desvaneció por completo, comenzó a ponerse nerviosa. Titubeante.
—¿P-porque lo d-dices?
Tragó saliva.
—Tu no eres una flor digna de tener un lugar en mi jardín.
—¿C-cómo d-dices?
—Tu eres como un cardo negro, tienes demasiadas espinas y te expandirás como la maleza. Los cardos negros no son hermosos.

Sin avisar, le di un golpe con una roca. La golpee tan fuerte sin parar hasta que murió desangrada.
Tenía la seguridad de no haber dejado pistas.
Comencé a alejarme a paso veloz del lugar. Me detuve a mirar atrás mientras el viento soplaba desde el sur, cargado de aromas extraños.