VIII. Rosé

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— ¡¡Por favor Aphorthiz devuelve mi belleza!!
— ...
— ¡¡Por favor!!
Tomé su mano demoniaca; le recargue mi frente.
— ...Algo va a suceder; aprovechar la oportunidad es tu deber. Tres vienen buscando consuelo; ese será tu mejor anzuelo...

Desapareció...

¿Tres vienen?
Miré el reloj. Las dos; ya estamos a otro día.
Alguien llama en la puerta.
— ¡¿Quién es?!
— ¡Nosotras. Abre por favor!
Las chicas... <<Aprovechar la oportunidad>>
— ¡¿Vas a abrir o no?!
Miré mi reflejo... Soy bella de nuevo.
Las llevé a la sala.
El había aparecido pollo frito y cervezas en la mesita. <<El anzuelo>>

Comieron y bebieron mientras recordabamos a Gabrielle.
Ya están borrachas.
Yaelin se me quedó viendo fijamente.
— Dime tu secreto.
Arrastró las palabras.
— ¿Que secreto?
Sonreí.
— Tu...— colgó la boca. Estaba a punto de vomitar.— eras la cosa mas horrenda de la escuela.
Rieron a carcajadas. Apreté los dientes con furia mientras aparentaba reír con ellas.
— ¿De verdad quieren saber?
Asintieron.
— De acuerdo. Vengan conmigo.

Como pudieron se levantaron.
Al comenzar a descender al sótano una de ellas cayó por las escaleras.
Las idiotas nada mas rieron.

El apareció tres hermosos tocadores blancos.
— ¿Ven eso?— apunté hacia ellos.— Si se sientan frente a ellos serán más bellas de lo que ya son.
Se miraron, corrieron a sentarse; sellaron su destino.

Me quedé mirando como las desgarraba.
Sus gritos y el aroma de su sangre llenaban mi alma; me enloquecían...

— ¡¡¡ABRA LA PUERTA!!!
La estúpida detective.
— Higins adelante...
Abrí tranquilamente. Estaba hablando por radio.
Adelante muñeca, ¿estás bien?
— Encontré lo que necesitábamos, te veo en la oficina.
Cuidate muñeca...
Miró mi extenso jardín de flores.
— Hermoso.
— Gracias, ¿Puedo saber a que se debe su visita?
— Las otras chicas vinieron aquí hace ya bastante tiempo y no responden sus celulares.
<<Me debes una...>>
— Le hice una pregunta, teniente.
Me lanzó un sobre e indicó que lo abriera. Este contenía una fotografía ampliada del video que les envié.
— Eso...— apuntó en la foto el tatuaje apenas visible.— Es idéntico al suyo. Usted es la asesina de todas esas mujeres.
Rápidamente me esposó; él me liberó.
Entró a la casa jalandome; las vio sentadas de espaldas en el patio.
Salimos.
Tomó a Saleena del hombro; comenzó a caer en pedacitos. La detective cayó del susto abriendo los ojos grande, arrastrándose al roble.
Me acerqué; clavé un cuchillo desde su abdomen hasta el vientre. La dejé para que él viniera a alimentarse...

A la sombra de un árbol, su mente poco a poco se fue apagando, había llegado el momento de desaparecer.

— ¿Por qué...?
Comenzó a toser sangre.
— ¡¡Me enamoraron y solo se burlaron de mí!!; jugaron conmigo... él...— apareció frente a ella.— hizo posible mi venganza... sí yo le entregaba a las causantes de mi desdicha, él las conviertiría en hermosas flores para mí.
— Te... atraparán...
El no lo permitirá; es parte del pacto.
— Eres... una maldita... Pauline...
— Sí. Pero seré la maldita más hermosa del mundo.
— ...
Ahora...— me arrodille y la besé.— prometo cuidarte por siempre; Bienvenida a mi jardín, Rosé...

Secrets In The Garden ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora