I. Tulipanes

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...En otras noticias, esta mañana la hija del alcalde Ben Connor, ha sido declarada oficialmente como desaparecida. Cabe recordar que Alanna Connor fue vista por última vez al salir de su apartamento en el circuito de residencias "Grand Nimbo" el día de anteayer por la noche mientras sostenía una pelea con su ex novio, el cuál, es el principal sospechoso de su ausencia. Seguiremos con más noticias después de comerciales...

Cada vez son más las desapariciones en las grandes ciudades, especialmente en Redwoods. Es bueno que no pase en nuestro pequeño pueblo. Ser jefe de policía en el condado de Heriste trae consigo bastantes responsabilidades; la gente te conoce y confían en el hecho de que vas a ver por ellos y sus familias en cualquier situación de peligro. No puedo imaginar el peso que cargan mis compañeros de Redwoods.

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- Venga deja de llorar hermosura...
- Sí lo sé, doy miedo...
- ¿Cómo?... ¿Que quieres estar conmigo para siempre?...
- Tus deseos son órdenes preciosa...

Comencé a cortar pequeños trozos de su piel. Era gratificante el aroma que despedía su sangre. Cada corte un chillido. Música para mis oídos. Ella se retorcía de dolor mientras yo lo hacía de placer, y no hablo de placer sexual si no de placer espiritual. Me llena el alma escuchar sus quejidos de dolor, ver lágrimas abrirse paso por sus mejillas y el verla retorcer. Antes de dar el golpe de gracia, besé sus bellos y carnosos labios por una última y larga vez.

Busqué la melodía perfecta para el momento estación tras estación hasta que la encontré, la canción era hermosa, pero evocaba recuerdos tristes en mí, aún así subí el volúmen de la radio un poco más.

Me coloqué detrás suyo, sentía su cuerpo estremecerse en mis manos. Acaricié su perfecto rostro, su hermosa y larga cabellera pelirroja. Le besé la parte trasera del cuello, alcé en alto el cuchillo y dejé que este hiciera su trabajo. Un corte limpió, perfecto. La sangre brotó de su cuello tal cascada; la belleza en todo su esplendor.

La dejé desangrarse en mis brazos, hasta que no quedó ni una gota en ella. Su último susupiro fue mío, un excelente trabajo a fin de cuentas. Solo quedaba esperar que el viniera a hacer su trabajo, sembrar lo que quedara de ella y esperar su renacimiento.

Un mes pasó.
La espera valió completamente la pena.
Otra obra maestra, cada vez más perfectas que las anteriores. Ella se convirtió en un manojo de hermosos Tulipanes blancos con destellos carmesí y amarillos, a la espera de abrir sus pétalos para mí.
Trasladé la bella reencarnación a mi jardín.

La planté ahí para cuidarla, amarla y protegerla.
Nadie jamás te separara de mi lado.
Nadie jamás ha de encontrarte.


Secrets In The Garden ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora