Soleado [+18]

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[OK MUCHACHOS, DE VERDAD QUE ESTOY ENOJADA, HE INTENTADO ACTUALIZAR MÁS DE 4 VECES Y EL JODIDO WATTPAD ME BORRA LOS CAPITULOS, SE ESTA ACABANDO MI PACIENCIA. Ojala lo disfruten, literal llevo años sin escribir.]




















Era un día normal en la edad moderna, una pareja enamorada se encontraba en la carretera, llevando más de cinco horas de viaje, el calor era presente pero fue abatido con el aire acondicionado que llevaba el carro de Meliodas, también con música agradable, sonaba "Brillas" de fondo, Elizabeth que va en el asiento del copiloto la cantaba con mucho entusiasmo pues era una de sus canciones favoritas, al ver el entusiasmo de la chica subió el volumen desde el volante.

—Y brillas... Y brillas tan li-. —

—Tan lindo...— Interrumpió el rubio para finalmente cantar juntos.
—Y brillamos juntos, entre pestañas.—

—Na na na...—

Meliodas solto una risita, y siguió manejando, dejando de nuevo a la chica con su canción, la contraria estaba moviendo sus brazos haciendo un baile sentada y sus movimientos lentos y sensuales, sus pechos y cabello se movían en sintonía, captando de nuevo la atención del rubio, sonrió y nego con su cabeza.
Minutitos después la reproducción cambió, ahora sonaba "Go f*ck yourself" de Two feet. La chica seguía en su mundo mientras que Meliodas recordaba una de las tantas noches de pasión con esa misma canción, su mente se estaba comenzando a inundar de los gemidos, la piel de ella y su interior, distrayendolo completamente del mundo exterior.
Movía su cabeza suavemente hacia los lados para quitar esos pensamientos, cuando supo que era imposible, empezo a frenar. Se detuvo a un lado de la carretera, todo a su alrededor era bosque y más bosque. La Albina estaba extrañada, no quedaron en parar en toda la trayectoria.

—Esperame aquí Ellie, ya vuelvo.— Y sin esperar una respuesta, este abrió y bajo del auto, cerrando la puerta dispuesto a caminar un poco.

—Eh...

Meliodas daba vueltas y inhalaba aire mucho aire. Se tenía que tranquilizar o podía incomodar a su novia, después de todo, el viaje aún era largo.
Decidió checar las llantas para distraerse, aunque sabía muy bien que no tenían nada, se aferraba a concentrarse en otra cosa.
Por otro lado, la chica estaba comenzando a preocuparse por la actitud de su novio.

—Pero sí hace unos minutos estaba bien...— Decía para si misma, llevo su mano hasta el espejo retrovisor interno para ver al rubio, pero al no encontrarlo se espanto.
Salió enseguida a ver lo que sucedía, su nerviosismo incremento. Dió cuatro pasos para encontrar a Meliodas en cuclillas revisando los neumáticos.

Está solto un suspiro muy profundo de alivio.
—Me asustaste...

—¿Eh, por qué?— Encarno una de sus cejas.

—Pues no te ví, pensé que sucedió algo. Como paraste derrepente.

—Lo siento Ellie, sólo...— Lo penso un momento y lo mejor es que se lo guardara. —No es nada, necesitaba aire.

La chica lo conocía bastante bien, pues llevaban más de tres años siendo pareja, nego con la cabeza y cruzo sus brazos.

—Te conozco Meliodas, en verdad, ¿Qué es lo que tienes?

Suspiro y se levanto finalmente, se recargo en su mismo carro, llevo su mano hasta sus piernas y señalo con el dedo indice su entre pierna. La chica confundida, miro hacia donde apuntaba, sorprendiendola con un bulto notorio.

—Ah... Ya veo...

El chico bufó y se quito de la cajuela. Pero el peso de la chica que se le avento le impide seguir con su paso.

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