Regreso ♡Romance♡

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Estaba pero tan sola, viendo el lindo cielo azul casi obscurecido. Veía su mano izquierda, justamente su dedo anular. Veía el anillito oro con blanco. La combinación perfecta para las dos parejas, ella buscaba algo como esto.

Mientras que su esposo tenia anillo de oro con negro. Si. Era la combinación perfecta, tan rápido había pasado desde que le pidio matrimonio a ella. Ya ha pasado un año entonces... Mientras ella miraba el anillo, ella sabía que en algún lugar, el también lo vería.

Su marido estaría en una misión. Claro eran "Los siete pecados capitales." Como no tendrían misiones a peticion de su padre. Rey de Liones.

FlashBack.

1 año antes.

-¡Por favor Señor Meliodas! ¡Llevame contigo!- Decia Elizabeth mientras le suplicaba a Meliodas. -Elizabeth, ya te dije que es demasiado peligroso... Aparte tu padre quiere que te quedes aquí.- Le dijo en el tono mas suave posible. -P-pero yo quiero ir contigo! A las aventuras..- Le dijo al rubio, el simplemente suspiro. -Elizabeth acompañame por favor...- Dijo y se dirijieron al jardín. Se sientan en el pasto. -Dime Elizabeth. ¿Qué es lo que vez en el cielo?- Dijo el mientras señalaba el cielo. -Uhmm.. Pareciera como si estubiera en llamas..- le contesto, el asintió. -Sip. Mira, antes de unirme a los siete pecados capitales quería darme un tiempo, alejarme de todo, hacer algo. Me uni a los ayudantes de la marina. Y bueno no sabía nada de eso, pero aprendía rápido.- Paro. -Una vez me enseñaron que si el cielo, por la noche estaba rojo, era buena señal, pero si en la mañana el cielo estaba en rojo, era mala señal. Así que nos poniamos alertas.- suspiro.- Y bueno cuando tropezaste en mi bar, en la noche estaba roja, cuando salvamos Liones, la noche estaba roja y cuando le pedí a tu padre tu mano, la noche esta roja.- Sonrio y Elizabeth abrió los ojos como platos. Meliodas ya estaba arrodillado. -Así que bueno, el solamente accepto. Si, aceptabas casarte conmigo, te quedarías aquí a salvo y si no acceptabas vendrías con nosotros, y bueno yo espero que acceptes quedarte en cada y esperar mi regreso.- Dijo el y Elizabeth se abalanzo a abrazarlo.

Fin FlashBack.

Ella espero durante una semana pacientemente hasta el día de hoy. Ella paso por una tienda y escogio el regalo perfecto para su regreso.

*Toc Toc*

-Adelante.-

-Princesa, se recibio que Los siete pecados capitales llegaron hoy.- Dijo Catalina. -Perfecto, ya sabes que hacer. Traiganos la "cosa".- Dijo Elizabeth apartandose de la ventana. -Si princesa.- Dijo y cerro la puerta. Ella miro por ultima vez, el cielo rojo de esta noche. Agarro el regalo, se arreglo un poco y salió hacia el jardín.

Se sento en la silla que estaba ahí. Había una mesa, llena de comida, para el regreso de Meliodas. Ella suspiro y vio el cielo una vez mas. Cerro los ojos, después se escucharon varios pasos.

-Hola mi princesa. ¿Me extrañaste?- Pregunto.

-Demasiado mi amor.- Abrió los ojos y lo miro, sin duda, ya estaba cambiado, ya no tenía su armadura. Ella se levanto de la silla y lo beso. Se sonrojo y se sento de nuevo. -Prepare esto para tu regreso.- Le dedico una sonrisa. -Bueno, hablaria de todo tipo contigo pero. Mi estomago necesita estar alimentado ahora. -Rio. -Jeje, de acuerdo. Cuando termines tu cena, tengo un regalo para ti.- El asintio y comenzo a comer la ensalada. -¿Qué tal el viaje?- Pregunto Elizabeth. -Meh.. Ya sabes, lo mismo de siempre. Accepta la misión, acierta a los acertijos, completa la misión y vuelve a casa.- Suspira. -¡Ah! ¿Qué crees? Me encontre a la esposa del doctor Wiliams, dijo que estaba muy emociona por que lo pusieron en el reino los ultimos meses. ¿Qué pasa es tu padre? ¿Alguien se siente mal?- Frunce el ceño. -No pasa nada Meliodas, solamente se necesita estar bien informado y así. -El sabía que escondia algo, no era buena para mentir. -Bueno, termina tu cena y olvidemos el tema por favor. - No quería que se arruinara la sorpresa que le tenía.

Al fín terminaron. Los sirvientes se llevaron todo y lo unico que quedaba era una vela, para dar un estado romántico, a la luz de la luna.

-¿Te gusto la cena?- Dijo con delicadeza Elizabeth. Meliodas le agarro la mano. -Claro mi vida, todo es perfecto si tu estas, me encanto. Gracias. -Le sonrie con amor. -Bueno.. Cambie el vino por la cerveza, Ale Barnia. Se que es tu favorita.- le dice. -Me gusto el detalle, pero el cordero y las papas, eran la exepción. Enserio... Gracias.- Suspiran los dos.

Elizabeth estaba mas que preparada. -Bueno ten, es este tu regalo, desde que lo vi, seria el regalo perfecto.- De la mesa, saco una pequeña cosita envuelta en un papel. El la agarro y le quito el papel, el vio el libro se llamaba "El gran libro de oro" Eran varias historias para niños pequeños.

Una vez estaban paseando por la ciudad y ella encontro una libreria, vio ese libro y dijo que su madre se los leia cuando eran pequeñas. Y que algún día se los leiria a sus hijos.

El miro con curiosidad su libro. Después vio a su esposa detalladamente. La vio y parecia cansada, pero no estaba cansada, vio su rostro dulce mirando fijamente a su estomago, donde descansaba su mano. El se paro y fue hacia ella, se arrincono a ella y poso su cabeza en el estomago. Ella parecia desesperada, fue un silencio incomodo.. -Por favor Meliodas. Di algo...-

Pasaron segundos. -¿Estas embarazada?- La miro fijamente, ella parecia estar llorando de felicidad. -Si..- Ella asintio, el dio un beso en su estomago y la llevo cargando mientras la besaba, entraron a su habitacion sin romper el beso.
El le quitaba su vestido poco a poco, por que esta noche se juntarian.

-Haber haber.. Dilo. -Dijo en su oido, mientras besaba su cuello y daba mordiscos.

-Estoy embarazada..- Dijo con una gran sonrisa.

-Otra vez.- Ahora lamio.

-Estoy embarazada..- dijo con un gemido.

-Una vez más...- Le dio un beso apasionado con demasiado amor.

-Estoy embarazada...-

♡FIN...♡

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MelizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora