the revenge of the stars

nuevo huésped, nuevo problema

Dipper trataba de calmar a una Pacifica molesta, pero era demasiado tarde, pues, acababa de derribar la puerta de la habitación de su hermana.

La rubia buscaba por todos lados a la chica sin tener éxito, Dipper encontró un pedazo de papel en el suelo, lo recogió y miro su contenido dándose cuenta de que era una nota con el siguiente texto:

''hermanito, voy a salir a Austria con Candy por invitación del novio de Grenda, perdón si no te lo dije pero quiero un poco de privacidad, dale de comer a pato y no toques mis cosas

Att: Mabel''

El chico se quedó algo sorprendido pero creyó comprender la necesidad de su hermana de alejarse de todo y distraerse. Bajo con Pacifica a la sala para tratar calmarla, lo que no tuvo éxito y obteniendo varios gritos y gruñidos por parte de la rubia, Ford y Stanley dejaron todas sus ocupaciones para ir con ellos, el ruido era insoportable.

Después de un tiempo al fin se calmó la rubia y todos los demás estaban detrás de un sillón para defenderse de los objetos que lanzaba la chica. Empezaron a hablar de temas cotidianos algo aburridos, realmente extrañaban a la castaña.

-y... ¿qué tal la fortuna?- pregunto Stanley.

Dipper lo miro con descontento por su curiosidad.

-pues...la volvemos a reunir poco a poco-. Respondió la rubia.

-si, después de lo que paso no fue lo mismo para nadie- Ford entro a la conversación.

-si pero, mi familia se lo merecía así que no hay problema- río.

Dipper se quedó embobado viendo la sonrisa de la chica, su corazón se aceleró un poco pero rápidamente recupero su compostura.

De pronto se escuchó el golpear de la puerta principal.

Todos a excepción de Stanley dijeron que pasaban de abrir la puerta, por lo que la responsabilidad cayó sobre él.

Stan abrió la puerta lentamente y encontró a una niña.

-no quiero sus galletas niña exploradora- se dispuso a cerrar la puerta.

-¡e-espere! Por favor...-la niña parecía llorar desesperada y alterada.

Todos empezaron a acercarse con curiosidad.

-pequeña...- Stan se fijó mejor en la pequeña y se dio cuenta de varias heridas en su pequeño cuerpo, su cara cubierta por su pelo le cubría su ojo derecho y sus rodillas, ropa y codos tenían rasguños. –Entra por favor, Ford llama una ambulancia-.

- no por favor, nadie lo entenderá, debo...protegerla...- la pequeña trato de ir a detenerlo pero cayo inconsciente al primer paso. Ford la levanto y la acostó en el sillón.

Nadie entendía lo que dijo pero no le restaban importancia, Dipper fue por un botiquín para curarle las heridas, Ford por algo de medicina que estaban escritas en sus libros y Stanley a prepararle algo de comer, Pacifica se quedó a cambiarle de ropa y bañarla.

Pacifica empezó a limpiarla hasta que le empezó a quitar el vestido y los zapatos, aunque solo eran un trozo de tela atada, miro y descubrió varias marcas de cadenas, alzo un poco más su vestido y descubrió en su espalda algo que la sorprendió.

-¿una estrella roja?-