Mabel estaba sentada, mirando el paisaje del atardecer en el techo del negocio, pensaba en el pasado. Recordando a aquella chiquilla que hace mucho tiempo había encontrado en el cuarto de sus padres, la visito por varios días sin que nadie se enterara, le intrigaba saber cómo había llegado a aquel lugar, la pequeña solo la miraba con un color rosado en sus mejillas y sonreía con tristeza. Su comportamiento empezó a ser más raro, se volvió más seria y algo fría, pero no cambiaría jamás esa sonrisa que siempre llevaba. Tiempo después la pequeña desapareció dejándola con una duda ¿Quién era?
Bill la miraba desde una bola de cristal que había creado, adoraba ver el contraste de sus ojos con el atardecer y la ternura que inspiraba su cara. Realmente estaba distraído con ella que solo salió de su trance cuando escucho al anciano hablar.
-es linda-.
-¿Qué dijiste anciano?- bill lo miro con celos y rabia.
-¡al fin! No me prestabas atención y tengo que decir...-el viejo fue interrumpido.
-más vale que sea algo necesario-.
-lo es, lo que pasa es...-.
-porque detesto perder el tiempo-.
-todos lo saben, oye...-.
-porque si me enojo no respondo-.
-¡¡¡cállate, cállate que me desesperas!!!- el anciano reprocho de un grito.
-bueno pero no te enojes- bill alzo sus hombros.
-no me dejas hablar pues, bueno, el punto es que te gusta la señorita Mabel-.
Bill se sonrojo un poco, -no es verdad-.
-tengo muchos años, y no fui un casanova en mi juventud sin aprender las señales del enamoramiento- el viejo echo a relucir su sabiduría, que, en su juventud, había adquirido después de muchos enamoramientos y noviazgos.
-¿tu? ¿Casanova?- Bill se echó a reír,- ¡si es un misterio tan solo que una mujer aceptara tener familia contigo!, creo que esta ciega-.
-búrlate todo lo que quieras, ella era la mujer más bonita del planeta y sobre todo, con una maravillosa vista-.
-ok, como digas, ¿pero eso que tiene que ver conmigo?- pregunto curioso y algo aburrido.
-podría darte uno que otro consejo para que la conquistes- embozo una sonrisa.
-yo no necesito ayuda, ¡yo soy Bill, el más grande, más poderoso, más mas más......-.
-una diva-.
-¡si! ¡¡Una diva!!...espera ¿qué?-.
-escucha, lo que seas criatura parlante- dijo indiferente el viejo sin importarle las consecuencias de sus palabras,- tú no sabes nada sobre mujeres-.
-es una vulgar mentira, yo sé mucho, sé que tienen brazos, una cabeza, piernas, dedos, ojos y muchas otras partes que conforman su cuerpo- dijo el triángulo orgulloso de su respuesta.
El viejo solo suspiro molesto con ganas de darle un golpe al triangulo, se notaba que no sabía nada de mujeres aunque fuera la figura más respetada del multi-universo. No sabía que las mujeres adoran que las escuchen, las respeten y les recuerden lo importantes que son sin pasarse de melosos o molestos. Sin duda necesitaría un poco de tiempo para prepararlo para tener una cita.
-bill... ¿tendrías una cita conmigo?-.
-¡¿Qué dijiste?!-.
Mientras, en Gravity Falls, Dipper y los demás trataban de entender el porqué de la mentira de Mabel de su viaje a Austria, ya habían llamado a verificar con Grenda pero esta dijo que nunca había ido a Austria ese verano y no veía con Candy a visitarla porque supuestamente había ido a otra destrucción de trampas turísticas con Stanley. Todos estaban desesperados pero ninguno más como lo estaba Box, la pequeña no dormía, no comía, ni podía respirar sin tener miedo de lo que pasaría.
-pequeña, ¿estás bien?- pregunto Pacifica.
La pequeña alzo la vista temblando un poco, -si...creo...no lo sé, le temo a mi estrella, es capaz de destruir ciudad tras ciudad para encontrar a Mabel-.
-no lo ara, siempre la protegeremos- la rubia la trato de calmar.
-pero...-.
-mira, mañana iremos a divertirnos, necesitas disfrutar de este lugar al menos, ¿ok?-.
-ok-.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
hi!!!! wenas personas, pos una pequeña encuesta:
una cita, en donde?
reino de las pesadillas
cristalis
reverse falls
en mi casa :v
adonde saldrías a divertirte?
parque de diversiones
el patio :v
voten wenas personas
YOU ARE READING
the revenge of the stars
Fanfic-''estrellita no vengas más, no quiero desangrado morir como los demás''- cantaba una voz de una mujer que acariciaba fotos y recortes. la venganza estaba en su sangre y pensamientos y solo sonreía en pensar en un castigo para los demonios y humanos...
