Los días pasaban, y no eran de agrado de Josh.
La misma rutina de todos los días. A veces pasaba por la cafetería donde conoció a Tyler, pero no era lo mismo, pues él ya no seguía ahí.-¿En que piensas papi?. -La suave y chillona voz de la pequeña Ruby interrumpió los pensamientos de Josh.
-En como voy a hacer feliz a mi linda princesa. -Dijo éste y cargo a la pequeña dirigiéndola hacia el sofá, para acostar la y hacerle muchas cosquilla.
Después de unos minutos de risas de parte de los dos, Josh paro para recuperarse.
-Tu me haces feliz, con solo estar conmigo. Te amo. -Contesto la pequeña abrazando al mayor.
-Yo también te amo. -Contestó el mayor.
Las horas pasaron, Josh seguía en su casa, hasta que tocaron a la puerta y este se dirigió a abrir.
-¡Hooola Joosh!.
-¡Ryan! -Contesto Josh emocionado y correspondiendo el abrazo que el contrario empezó.
-Pasa Ry.
-Gracias Josh. -Contesto Ryan y entro al departamento.
Ambos se dirigieron a la sala y tomaron asiento.
-¿Gustas algo de beber?.
-¿La pequeña Ruby esta en casa?.
-Si. -Contesto con una gran sonrisa.
-Entonces una soda, no quiero ser un mal ejemplo para esa princesa.
-Bien. -Josh se dirigió hacia su nevera y tomo dos sodas.
-Y bueno... ¿Que me cuentas?.-Prosiguió el mayor ofreciendo la soda.
-Bueno, no te he visto últimamente en la cafetería, ni tampoco al castaño.
-Uh.. Bueno Tyler se mudo y ya sabes....
-¿Como sabes eso?.
-Eh... Yo...
-¿Acaso paso algo?. -Dijo mirando fijamente a Josh.
-Bueno, todo paso cuando...
Josh le contó todo a Ryan, hasta lo que paso cuando la pareja de Tyler lo molestaba hasta la vez que tuvo que presenciar la relación sexual entre ellos, mientras que Ryan escuchaba atentamente.
-Oh valla, bueno, no sabia que él pasara por todo eso. -Contesto el castaño algo desubicado.
-Tyler no se merece eso.
-Lo se viejo, pero no podemos hacer nada. Oh. ¿Acaso sientes algo por él?. -Preguntó alzando una ceja.
-¿Qué?. -Contesto éste.
-Escucha Josh, se que me habías dicho que eras hetero cuando trate de coquetear contigo, pero la vez que te vi hablando con Tyler, tu heterosexualidad no fue del cien por ciento seguro.
-¿Y tu como sabes eso?. -Contestaba Josh no muy seguro de sus palabras.
-Viejo, salí del closet hace varios años, conozco mucha gente que a pasado por lo mismo, puedes confiar en mi.
-Ry, agradezco mucho tu amistad, pero no por que piense tanto en Tyler, quiere decir que yo... Este o me guste.
-Ay Josh, tu solito te mientes.
Se que si no te interesara ya te hubieras acostado con cualquiera.-Claro que no.
-A ver Josh. ¿te has acostado alguna vez con Debby?.
-Eh...
-Lo sabía.
-Sólo porque no me haya acostado con ella signifique que sea...
-Bueno, tienes razón. Pero aceptado a ti te gusta Tyler.
-Aaaah, tal vez tengas razón.
-Ay viejo, estas en un lío.
-Lo se. -Dijo cubriéndose la cara con sus manos.
-Hola Ryan. -Dijo la pequeña Ruby emocionada abrazando al nombrado.
-¡Ruby! Mi hermosa princesa. -Dijo este y cargo a la pequeña poniéndola en su pierna.
-Hey! Es mi princesa, solo mía. -contesto el teñido.
-Oh vamos Josh, tu la tienes todos los días.
-Aahs esta bien.
-Mira pequeña lo que te traje. - Dijo el castaño sacando una bolsa llamativa de color rosa de su mochila. -Son dulces, y todos para ti.
-Gracias tío Ryan. -Dijo la pequeña dando un pequeño beso en la mejilla a Ryan.
-Cariño, ve a tu habitación.
-Si, ¿puedo comermelos?.
-Si, pero solo algunos.
La pequeña asintió y subió a su habitación.
-Al paso que vamos, vas a dejar a Ruby con dientes podridos.
-Ay, es un amor, y siempre que veo estos dulces me recuerdan a ella. Pero, volviendo al tema, Josh, ¿Que harás?.
-¿De que?.
-Tyler.
-Nada, no puedo hacer nada, él ya tiene pareja, creo que lo mejor sera que me olvide de él, y... Tal vez me fije en Debby.
-O Dios mío! . -Dijo y tomo un sorbo de su soda, mientras que Josh lo miraba sorprendido. -Buscalo.
-Noo.
-¿Porque no?
-El..
-Si si, el tiene pareja. -Dijo en forma inmadura.
-Si, y aparté, él no siente nada por mi.
-¿Y como sabes eso?.
-Él es un chico muy cerrado.
-Lo se, pero solo intenta lo
-Lo haré Ry
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Adicción (Joshler).
FanfictionQuien lo imaginaria, que una adicción lograra a unir dos vidas no muy distintas.