"NO ME ODIES" (Jikookmin)

Cap.6 "Reflejo odioso"

[Jimin]

La presentación hubiera sido todo un éxito, hubiera sido perfecta y excepcional, sino fuera por los mareos y la falta de aire que me hacía en el escenario, por un momento creí que desmayaría, y por el temor mi baile comenzó a tornarse raro, los demás no lo notarían pero yo no estaba bien.
Justo en ese momento me sentí la peor persona, había hablado con Jungkook y sus palabras me habían reconfortado mucho. Sin embargo, últimamente tenía muchos mareos y mi respiración en ocasiones solía hacerse débil.

Al bajar del escenario, escuché aplausos y gritos, la gente había quedado impresionada, pero yo no, no estaba satisfecho, no estaba feliz y tampoco me sentía bien.
La directora de la academia de felicitó por mi trabajo y aseguró que muchos CEOs me buscarían, para los demás mi trabajo era impresionante e impecable.
Caminé hacia el cuarto donde me habían alistado, apenas entré cerré la puerta con llave ignorando por completo a la directora, los aplausos y los elogios por parte de los staff, quería estar solo, sentirme miserable por un momento sin que sintieran lástima por mi.
Me dirigí al espejo rodeado de luces que se encontraba en el lugar, no eran los mareos, no eran la falta de aire, no eran los elogios, no eran los aplausos, había algo más, algo me hacía sentir completamente vacío, pude percibir que era al mirarme en el espejo.
Esa maldita imagen rechoncha, esos rollos en mi abdomen, esas mejillas abultadas, esos muslos macizos, esa papada tan gruesa, esos brazos llenos de grasa, odiaba esa imagen, me odiaba a mi mismo, a pesar de las dietas que hacía, el ejercicio que llevaba a cabo no me ayudaban en nada, necesitaba algo más, algo que hiciera desaparecer esa imagen tan horrible. No me percaté de en qué momento las gotas humedecían mis mejillas, mi rostro se había tornado rojizo y la vena sobre mi cuello se marcaba cada vez más, mi respiración se aceleraba con brusquedad, estaba totalmente enfadado conmigo mismo, sentía un inmenso coraje por no lograr lo que me proponía, lo peor es que poco a poco las demás personas empezarían con las críticas, no iba a soportar que todo mundo me llamará "gordo".
Una parte de mi, decía que aquello solo era un espejismo, así que por el coraje y la frustración, di un puñetazo en el espejo haciendo que este hiciera un ruido agudo y demasiado escandaloso, los cristales cayeron sobre el maquillaje que se encontraba en el tocador, no me percaté que uno de los cristales rasgo mi brazo, de inmediato el líquido rojo comenzó a brotar, pequeños cristales se habían quedado incrustados en mi brazo. Me atreví a mirar mi rostro en uno de los fragmentos, y ahí estaba, no era un espejismo, en verdad mi persona daba asco, en verdad nada de lo que había hecho había funcionado.

El líquido rojo cada vez se hacía más abundante, mi vista comenzó a oscurecer, mis piernas las dejaba de sentir, mi cabeza daba vueltas y fué donde dejé de sentir todo. El desmayo se había cumplido.

***
Mi cabeza daba vueltas, la luz cegadora frente a mi hizo que lanzará un quejido, miré a todos lados esperando encontrar a alguien que pudiese ayudarme.
El aura era completamente frío y solo se escuchaba el molesto ruido de una máquina. Estaba en un cuarto de hospital, mi brazo estaba perfectamente vendado y en mi vena se encontraba una aguja incrustada que pasaba suero a mi cuerpo, tenía una mascarilla en mi rostro que ayudaba a mi respiración.
La puerta se abrió de repente dejando ver a doctor no muy viejo, con un porte completamente masculino, tenía una altura predominante, labios un tanto gruesos, ojos pequeños pero expresivos y un semblante demasiado serio.

-Ya veo que has despertado- entonó con una voz sumamente gruesa y seria.-¿Cómo te sientes?

-De la mierda,-no era broma, en verdad no soportaba el dolor de cabeza que tenía.- ¿Cómo llegué aquí?

-Eres un bailarín que recién debutó, así que la directora de tu academia llegó pidiendo que te atendieramos.- El doctor se acercó para revisar mi vista con esa molesta lámpara característica de los médicos.- Se me hace extraño que tú directora no se haya quedado, apenas le informé que estabas estable tomó sus cosas y salió de aquí.