Epílogo.

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[Jimin]

Estaba nervioso, mis manos temblaban y mis piernas estaban a punto de flaquear. Mordía mis labios cada diez segundos, mi voz temblaba cada vez que le indicaba a los meseros dónde poner cada cosa, tenía miedo de ensuciar el precioso traje que Jungkook había comprado para mí, si, así de miedo tenía.

Estaba a solo treinta minutos de unir de por vida mi futuro con Jungkook, si, estaba emocionado.
Él estaba en un pequeño salón aún alistándose, y ciertamente pensé en espiar como se vería. Ya antes lo había visto con traje, pero sinceramente me emocionaba mucho más esta ocasión, oler su perfume, observar su corbata rodeando su cuello, aquellos finos zapatos que se compró, aquel bello broche que Darlyn le obsequió, incluso el maquillaje que su madre le estaba aplicando, sabía perfectamente que Jungkook se vería hermoso.

Me quedé parado junto a uno de los cientos de arreglos florales que había en el pasillo, ciertamente siento que exageramos un poco, considerando que no teníamos demasiados conocidos.
A lo lejos observé a Taehyung, pues a pesar de que siempre me hacía sentir celoso, había ayudado a Jungkook consiguiendole un trabajo y dandole asilo mientras yo estaba enfermo.
Al verme se acercó, vestía un hermoso traje gris, con camisa blanca a medio abrochar, su cabellera estilo Mullet le hacía lucir un tanto cautivador.

—¡Cuanto tiempo sin hablar Jimin! —Tae alzó la voz.

—Dos días estúpido... Hablé contigo para invitarte.

—Siempre tan frío conmigo, no te he hecho nada ¿O si?

—Haberle propuesto a Jungkook que huyeran un día antes de nuestra boda, no es nada claro... —Suspiré dirigiéndome a una de las bancas, necesitaba calmarme.

—¿Estás nervioso? —Tae tomó asiento junto a mi colocando sus manos en ambas rodillas.

—Solo un poco... — Suspiré— ¿Tu no lo estarías?

—Si fuera a unir mi vida, a alguien que siempre estuvo a mi lado, que a pesar de lo mal que llegué a tratarlo estuvo ahí, que incluso me hizo sentir aliviado cada vez que lo veía... —Tae me miró directo a los ojos, —no tendría porqué estar nervioso, piénsalo, unir tu vida a la persona con la que prácticamente ya has compartido la gran mayoría, no es que estés nervioso... Simplemente estás feliz.

Sonreí ante las palabras de Tae, a pesar de sus constantes bromas, solía ser alguien que desde un principio apoyaba a Jungkook y a mi.

—Que amable... Gracias —sonreí.

—Aunque hay dos cosas para lo que si debes estar nervioso... —Tae se levantó y se quedó observado el altar donde Jungkook y yo nos uniriamos, —la primera, no has hablado con el padre de Jeon ¿Cierto? deberías hacerlo antes de unir tu vida a él, necesitas la aprobación de los padres de quién será tu esposo. La segunda... Por lo que sé jamás han tenido sexo, —Tae lanzó una risilla, —por eso deberías estar nervioso.

Sí, así es, mi cara parecía un tomate, la sangre se había subido por completo. No había pensado en eso. Sí quería unirme a Jungkook debía ser completamente. Me levanté poniéndome a su costado.

—La aprobación de sus padres ya la tengo, tuve una plática incómoda con el señor Jeon pero al final bebimos como de costumbre, me otorgó a Jungkook porque sabía que yo lo haría feliz.

—Muy bien, ahora ¿Lo segundo?

—Eso... —Mi sangre de nuevo se había subido. —¿Algún consejo?

Tae de nuevo rió.

—Disfrútalo, no se apresuren, y utilicen lubricante.

—¡Aish! Contigo no se puede hablar en serio.

"NO ME ODIES"  (Jikookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora