Parte 16

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Scarlett

Tengo frío, sin embargo mi cuerpo no tiembla, justo ahora carezco de emociones. Estaba recostada en el viejo catre con la mirada clavada en el techo, pensaba en como es que todo esto había comenzado...

(*...*)

6 años atrás

Miraba la nieve caer por la ventana de mi habitación, adoraba los hermosos paisajes que está dejaba.

-¡Scar!.- el grito de mi madre me trajo de vuelta a la realidad.- ¡Tú padre a vuelto querida!.

Al escuchar esas últimas palabras una enorme sonrisa se dibujo en mis labios, habían pasado dos meses desde que se fue a un viaje de negocios y lo extrañaba muchísimo.

Sin pensarlo mucho, salí de mi habitación y fui hasta la sala, al ver a mi padre corrí a él y envolví mis brazos en su cuello.

-¡Papá!.- hable emocionada.- ¡Te extrañe muchísimo!

-¡Y yo a ti mi niña!.- correspondió mi abrazo.

-Por favor dime que no te irás de nuevo, al menos no en mucho tiempo.- lo abrace con más fuerza.

-No iré a ningún lado mi niña.- respondió mi padre.

Mi madre nos miraba conmovida, sabía lo mucho que extrañaba a mi padre y lo mucho que me hacía falta.

-Señores lamentó interrumpir.- dijo una chica de la servidumbre.- La cena está lista.- sonrió.

-¡Muy bien!, muero de hambre.- sonrió mi padre.

Todos fuimos al comedor y esperamos a que nos sirvieran la comida. Mi madre y yo le contábamos a mi padre todo lo que habíamos hecho en su ausencia, él nos escuchaba atento y reía de nuestras aventuras.

Sin embargo él nunca hablaba de sus negocios frente a mi, solo lo hacía con mi madre a solas, realmente no se mucho del negocio de mi padre sólo se que viaja mucho, mi madre siempre me dice que todo lo que mi papá haga es por nuestro bien y yo le creo, así que jamás he juzgado a mi padre.

-Señor.- interrumpió la chica del servicio.- Lo buscan en la entrada.

-¿Quién es?.-pregunto mi padre.

-Un hombre llamado Kristof Pikalov.

Cuando la chica dijo el nombre, mi padre se levantó molesto de la mesa, yo lo mire confunda sin embargo mi madre parecía saber de quien se trataba. Sin decir nada mi padre salió del comedor.

-¿Quién es ese tal Kristof madre?.-pregunte curiosa.

-No es nadie cariño, termina tu cena, ahora vuelvo.- mi madre limpio sus labios, se levantó de la mesa y salió del comedor.

Yo estaba completamente confundida, sin embargo me quede sentada terminando mi cena. Todo está en completa calma, cuando el escandaloso sonido de un disparo hizo eco en toda la casa. Sentí como la pesadez se apoderó de mi cuerpo y la sangre helada comenzó a recorrerme.

Rápidamente me levante de la mesa y salí del comedor, un hombre alto de complexión toca bajaba las escaleras rápidamente, pude mirar su rostro perfectamente así que pude notar la cicatriz en su ojo izquierdo, él solo me miró un par de segundos y salió corriendo de mi casa.

Subí rápidamente las escaleras y corrí hasta el estudio de mi padre, cuando llegue ahí mi cuerpo se paralizó al instante en que vi a mi madre en el suelo con el rostro cubierto de sangre, mi padre la tenía en sus brazos, su cuerpo está tenso y temblaba, estaba en shock.

-M-Mamá...- mi voz era cortada y no podía creer lo que estaba viendo.

Mi madre estaba muerta, pues había recibido un disparo en la cabeza.

(...)

El frío viento traspasaba la ligera tela negra que cubría mi rostro, las pesadas manos de mi padre estaban posadas en mis hombros. Miraba fijamente como cubrían la tumba de mi madre... de mi amada madre.

Mire ligeramente a mi alrededor, había personas que no conocía, en su mayoría hombres, todos con expresión sería y fría.

Cuando finalizó el entierro, mi padre y yo subimos a nuestro auto y el chofer nos llevó de vuelta a casa, pero se sentía diferente. Me senti a cansada así que me recoste en el sofá y cerre los ojos, pero no me quede dormida.

-Señor, Vladimir Swichz lo busca.- escuché la voz de la chica de servicio.

-Que pase.- hablo mi padre.

Después de algunos segundos escuché los pasos de una persona más en la sala.

-Lamento mucho tu perdida Ivanove.- una voz raposa y grave se escuchó.- Tu esposa era una mujer fuerte.

-Lo era.- respondió mi padre.- Kristof va a pagar por esto...

-Y es por eso que he venido.- hablo Vladimir.- se de alguien que puede acabar con él.

-No.- interrumpió mi padre.- Yo mismo seré quien lo mate.

Cuando mi padre dijo eso último pude sentir mi cuerpo estremecerce.

-No lo considero prudente Ivanove tienes que atender los negocios, el ganster en San Francisco querrá su mercancía pronto.

-Ese bastardo me arrebató a mi esposa y no voy a arriesgarme a que le haga daño a mi hija.-hablo mi padre en un tono más alto.- Voy a vengar la muerte de mi esposa...

Eso fue lo último que mi padre dijo, después junto con Vladimir salieron de la sala. Por lo que acaba de escuchar, mi padre estaba en cosas ilegales y peligrosas.

(...)

Un mes... Un mes después de la muerte de mi madre, alguien llamo a la casa para decirme que mi padre había muerto a manos de Kristof Pikalov. Eso fue lo que me hizo estallar y fue en ese instante que odio, el coraje y la sed de venganza se apoderaron de mi.

En la búsqueda de venganza, contacte a Vladimir Swichz, quien me entreno hasta convertirme en una experta asesina. Después de un año de duro, busque a Kristof Pikalov y vengue la muerte de mis padres y lo mate de la misma forma en la que él los mato...

Lo hiciste bien, ese hijo de perra lo merecía tú padre estaría orgulloso de en quien te has convertido... esas fueron las primeras palabras que dijo aquella voz en mi cabeza, esa fue la primera vez que la escuché...

(*...*)

-¡Arriba preciosa! Tienes visitas.- la voz de uno de los guardias me saco de mis pensamientos.

Lenta y quejumbrosa me levanté del viejo catre y camine hasta los barrotes. En la oscuridad pude notar la silueta de un hombre caminando hacia mi "jaula". Mi corazón dio un brinco al descubrir a la persona que caminaba hacia mi... Harry Styles.

-Dejenme sólo con ella.- ordenó y todos los guardias salieron de la enorme habitación dejándonos completamente solos.

Harry camino hacia los barrotes hasta quedar á unos cuantos centímetros y fijó su mirada en la mía.

GLORIOSO PECADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora