Parte 18

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Scarlett

No podía resistirme más, ya no podía más, de un movimiento ágil logre safarme de su agarre y alejarme considerablemente de él.

-Vete.- hable sería.- Ve y has lo que tengas que hacer.

Sin esperar respuesta me di vuelta para darle la espalda ya que las lágrimas me avergonzaban, no entendía como podía permitir que él me viera así.

-Eres mala.- dijo a mis espaldas.- Eres egoísta y eres cruel...-murmuró.

¿Por qué sus palabras me afectaban tanto? No debía permitírselo, no podía dejar que él me afectará de esta forma, él no debe importarme, no debe hacerme sentir así. Limpie las lágrimas de mi rostro y me gire hacía él.

-Soy lo que vez.- fingí una sonrisa divertida.- Y tienes razón, soy mala, soy egoísta, soy cruel... y no me asusta serlo, es por eso que te fascinó.- dije en tono burlón.- Porque soy complicada...

El soltó una sonrisa carente de humor y clavó su mirada en mi.

-Eres un dolor de cabeza, si quieres engañarte hazlo.- dijo con su ronca y sería voz.- Yo no puedo obligarte a nada.

Sin decir más y sin esperar respuesta de mi parte, Harry se dio vuelta y se fue. Sentí como la pesadez se había apoderado de mi cuerpo y estaba temblando. Me sentía estúpida.

Me senté al borde del viejo catre, limpie los restos de lágrimas que habían en mis mejillas y suspire fuertemente. Debía controlar mis emociones, debía dominarlas como siempre lo había hecho.

(...)

El sonido chirriante de la reja siendo abierta hizo que me despertará, no recuerdo en que momento me quede dormida. Un par de guardias entraron a la celda y me tomaron de los brazos con fuerza.

-Vendrás con nosotros pequeña zorra, es momento de divertirnos.- hablo uno de los hombres mientras ponía una esposas en mis manos.

Yo no entendía que estaba pasando, sin embargo no me opuse. Los guardias me llevaron hasta una pequeña habitación al fondo de un oscuro pasillo, en el lugar sólo habían otros cuatro guardias y un viejo sofá.

Oficialmente estaba más que confundida, los guardias tenían un aspecto morboso y pervertido, murmuraban cosas entre ellos y soltaban risas de burla.

Sentí un par de manos rodeandome por la cintura, por instinto me gire con brusquedad y me aleje del guardia que intentaba tocarme.

-Oh vamos preciosa, no te pongas difícil.- dijo es asqueroso hombre con voz morbosa y el resto de los guardias comenzaron a reír.

Ahora entendía lo que sucedía, estos asquerosos tipos iban a aprovecharse de mi, pero no voy a permitirlo.

-¿Quieres divertirte?.-fingí una sonrisa provocativa y comencé a caminar hacia el guardia.- Pues vamos a divertirnos.- susurre a centímetros de sus repugnantes labios.

Sin pensarlo y con todas mis fuerzas, golpee su entrepierna con mi rodilla lo que provocó que el se doblará de dolor.

-¡MALDIT PERRA!.-grito el guardia molesto.

El resto de los guardias se dejaron ir sobre mi, sin embargo no podían contenerme del todo, ya que estaba poniendo todo mi esfuerzo en defenderme y aunque mis manos estaban esposadas soltaba golpes sin pensarlo, quizás no tenía oportunidad de bencerlos pero tampoco iba a ponerselos fácil, así que como podía me defendía.

De un movimiento ágil uno de los guardias tiro de mi cabello con fuerza logrando atraparme. Pataleaba y forcejeaba para que me soltaran pero era completamente inútil, entre cuatro de ellos me sujetaron con fuerza y me recostaron en el sofa. Uno de ellos comenzó a quitarme el horrible traje naranja hasta dejarme completamente desnuda, y el primer guardia que había golpeado en la entrepierna se acercó a mi con una asquerosa y pervertida sonrisa en los labios.

-¡Eres una maldita basura y una zorra y tal cual serás tratada!.- gruño él hombre.

Bajo si pantalón dejando al descubierto su repugnante miembro y sin piedad alguna entró en mi con brusquedad. Gritos desesperados salían de mi y montones de lágrimas de coraje comenzaron a correr por mis mejillas.

-¡Grita todo lo que quieras zorra!, ¡Nadie puede escucharte!.- grupo el hombre.

El resto de los guardias se reían y miraban la escena tan perturbadora con morbo. Sus movimientos eran agresivos, me lastimaban y provocaban un profundo dolor. Uno a uno se fueron turnando para abusar de mi. Ya no hacía nada, sólo sentía el odio apoderarse de mi, los miraba a la cara, quería memorizarlos a todos y cada uno de ellos... por que voy a vengarme... voy a destruirlos.

Mi cuerpo estaba cansado y me dolía demasiado, ellos se aprovechaban de mi una y otra vez, me golpeaban y escupian cada que se les antojaba.

La puerta de la pequeña habitación se abrió de golpe, provocando que el guardia que estaba dentro de mi se quitará de inmediato, el resto de ellos miraron sorprendidos a la persona que había entrado a la habitación, me soltaron de su fuerte agarre, sin embargo mi cuerpo estaba demasiado débil lo que provocó que mi cuerpo desnudo impactará contra el frío suelo.

Levantate, todos deben pagar lo que te hicieron debes matarlos... Mi cuerpo se estremeció al escuchar de nuevo aquella voz dentro de mi.

Lentamente alce mi mirada para encarar a la persona que había entrado a la habitación. Ojos marrones me miraban inexpresivos, Zayn estaba frente a mi.

-Señor...- hablo uno de los guardias.

-Llevenla a su celda ¡ahora!.-interrumpió Zayn.

Dos de los guardias me tomaron de los brazos y literalmente me arrastraron hasta mi patética jaula. Me aventaron con fuerza dentro de ella y después aventaron mi ropa.

¡Esos malditos te denigraron, deben pagar!... hablo la voz en mi cabeza.

El dolor en mi cuerpo no me permitia ponerme de pie, voy a matarlos, todo el coraje y odio que se había acumulado dentro de mi salió en un fuerte y desesperado grito.

Lágrimas de dolor comenzaron a correr por mis pálidas mejillas y sentía la resequedad en mis labios.

Con dificultad y como pude, me puse el horrible traje naranja, el cual estaba rasgado a causa de los guardias.

Scarlett Ivanove NO va dejar que esos infelices se salgan con la suya... hablo la voz dentro de mi.

Voy a matarlos...

Claro que lo harás querida, nadie podrá detenerte, debes ser más inteligente...

El impacto de un chorro de agua helada me saco de mis pensamientos.

-¡ES HORA DEL BAÑO PRECIOSA!.- grito uno de los guardias.

¡Esto es demasiado!... grito la voz en ni cabeza

Todo mi cuerpo estaba mojado, todo a mi alrededor lo estaba, incluso el viejo catre. Estaba más que furiosa, estos malditos estaban abusando, pero debía ser paciente, debía ser más inteligente, porque tarde o temprano acabaría con todos y cada uno de ellos.

GLORIOSO PECADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora