Parte 22

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Harry

Scarlett y yo estábamos desnudos, recostados en el viejo sofá, ella encima de mi, mientras que yo acariciaba su peculiar cabellera roja.

-Podría acostumbrarme a esto.-murmuré, ella alzó su rostro para verme a los ojos, lucía confundida.-La tranquilidad de estar en un lugar en donde no tengamos que darle explicaciones a nadie, poder besarte todo el tiempo, sentirme libre, sentir esto que sólo tu provocas... tenerte desnuda junto a mi...-una ligera sonrisa se dibujo en sus labios.

-Es una grandiosa idea.- susurro.- Me encantaría estar así contigo.

-¿Qué será de nosotros ahora?.-pregunte curioso.

-No lo sé.- respondió divertida.- Ante los ojos de todos, una loca te secuestró.- sonrió y se quedó pensativa un par de segundos.- Ven conmigo a Rusia...-la mire sorprendido, en realidad no esperaba eso.

-¿En verdad quieres eso?.-pregunte curioso.

-Si....- respondió con una ligera sonrisa.

-¿Y qué haríamos allá?

-Lo que queramos hacer.- acaricio mi pecho.- Estaríamos juntos...

Era increíble escuchar a Scarlett Ivanove hablar de esta forma, tan dulce y cariñosa.

-Se que somos diferentes.- dijo casi en susurro.- Tú eres un respetable soldado y yo soy una asesina... pero...-se quedó en silencio.

-¿Pero qué?.-pregunte curioso.

-Podría renunciar a todo por ti...-concluyó

Mi corazón comenzó a latir de forma rápida y fuerte, una enorme sonrisa se dibujo en mis labios, no podía creer lo que estaba escuchando, Scar estaba dispuesta a todo por mi... y yo estaba dispuesto a todo por ella.

-Renunciemos a todo...- ella me miró confundida.- Vayamonos lejos donde podamos ser sólo tú y yo...

-¿Enserio lo harías?.-sonrió con picardía y yo asentí.

Sin decir más pego sus labios a los míos y comenzó a besarlos apasionadamente, de inmediato correspondí su acción, no podía resistirme a ella, no cuando la deseaba tanto.

Pego su feminidad a mi miembro y comenzó a hacer ligeros movimientos ondulares, su acción provocó que me exitara, rodee su cuerpo con mis brazos y baje mis manos hasta llegar a sus glúteos lo cuales empecé a acariciar lentamente.

Alzó ligeramente su cuerpo y se sentó de nuevo sobre mi provocando que yo entrará en ella, comenzó a mover su pelvis hacia delante y hacia atrás, era algo placentero y apasionado, no quería que se detuviera jamás. En ningún momento dejamos de besarnos, era como si quisiéramos hacernos uno y probablemente lo estaba consiguiendo. Oficialmente me declaró enamorado de este dolor de cabeza llamado Scarlett Ivanove.

(...)

Scarlett se ponía su ropa, yo sólo me quede ahí como idiota contemplando su increíble belleza, contemplandola a ella. Dios, no puedo resistirme, camine hacia ella y la abrace por la espalda, pegue su cuerpo al mío y comencé a besar su cuello y un suspiro se escapó de sus labios.

-¡Eres una diosa!.- murmure entre besos.- ¡Me vuelves loco Scarlett Ivanove!

De un movimiento ágil, Scar se giró hacía mi y junto sus labios con los míos, pegue su cuerpo contra la pared y comencé a acariciar la parte baja de su espalda.

-Podría hacer esto todo el día...-dijo entre suspiros.

-¡Pero no mientras nosotros estemos aquí!.- esa voz rasposa hizo que Scarlett y yo nos separamos de inmediato.

Me gire para encarar al dueño de esa voz, era Hedeon y unos cuantos de sus hombres.

-Creí que vendrías más noche.- hablo Scarlett quien ya se había puesto su abrigo y botas.

-¿Acaso no tienen hambre? O ya comieron suficiente.- respondió Hedeon en tono divertido.- Cómo sea preciosa dejaste un verdadero caos en aquella recepción.

-¿Cómo lograron salir?.-pregunte curioso.

-Eso no importa.-respondió.- Sólo dire que en verdad creyeron que estas secuestrado, según mis fuentes de inmediato hicieron un operativo de búsqueda y rescate pero hasta ahora y por lo que veo no han tenido éxito, ten quítate ese ridículo traje.

Hedeon me dio un par de jeans negros, una playera blanca, una sudadera negra y un par de botas de cuero negro y de inmediato comencé a vestirme.

-Charlotte querrá matarme.- dijo Scar en tono divertido.

-Debemos irnos de aquí lo antes posible, podrían encontrarnos.- hablo Hedeon.

-Aún no.- respondí serio.- Antes debo hacer algo.

-¿Qué cosa?.- Scar me miró confundida.

-No pueden creer que estoy secuestrado toda la vida, conociendo a Charlotte nunca dejara de buscarme.- la mire a los ojos.- Voy a enfrentarlos, voy a renunciar a mi cargo de teniente y entonces me iré contigo a Rusia.

-¿Y si intentan retenerte?.- pregunto Scar en tono angustiante.

-Nadie me va a retener.- puse mis manos en sus mejillas.- Ahora mi vida es junto a ti.- susurre a centímetros de su rostro.

-Bien...-dijo resignada y deposite un ligero beso en sus labios.

-¿Entonces pretendes volver allá?.-me miró Hedeon.

-No, será hasta mañana, no perderé mucho tiempo.- respondí serio.

Hedeon sólo asintió con la cabeza. Después de eso, cenamos la "comida" que Hedeon trajo. Junto con Scar nos sentamos en el viejo sofá y al poco rato ella se quedó dormida.

-Consideraré afortunado.- susurro Hedeon, yo lo mire algo confundido.- No sabes cuántos desearían tenerla.

-No lo dudo.- respondí en susurro.- Es fascinante.

-Es más que eso, es Scarlett Ivanove.

-¿Desde cuándo la conoces?.-pregunte curioso.

-Ambos trabajamos para Vladimir desde hace años, yo formé parte de su entrenamiento y era su vigilante.- dijo mientras quitaba lo cartucho de su arma.

-¿Vigilante?.-pregunte confundido.

-Si, yo inspeccionaba todas y cada una de sus misiones, así asegurabamos su lealtad, ella jamás fallaba... hasta que te conoció.- me miró fijamente.- Jamás la había visto así, jamás había visto que dudará...-me quedé en silencio, no sabía que responder.- Siempre fue una mujer de corazón frío...

-¿Por qué?, ¿qué la hizo así?...

-La sed de venganza, ella mató al asesino de sus padres, desde entonces ella fue así.

Sentía un nudo inmenso en mi estómago, Scar había pasado por mucho, ella no era mala, sin embargo las circunstancias la llevaron a todo lo que hizo, ahora entiendo porque era tan cerrada.

-Por eso eres afortunado.- la voz rasposa de Hedeon me saco de mis pensamientos.- Ella nunca tuvo piedad de nadie y al final se enamoró de ti.

Baje la mirada para ver a Scarlett quien dormía profundamente recostada en mi pierna, lucía tan dulce y frágil, lucía tan vulnerable que daba la apariencia de que necesitaba protegerla... y eso haría de ahora en adelante.


GLORIOSO PECADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora