Lobito

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Alexandra llevaba travajando en el hospital de Forks tres semanas, gracias a Carlise habia podido entrar en el area administrativa. La pelinaranja estaba contenta con su trabajo, pero le molestaba la sensacion de ser observada todo el tiempo.
La familia Cullen habia sido muy amable con ella, y por primera ves en mucho tiempo Alexa se sentia en paz.
-Alexandra; ¿Como estas? Pregunto Matt un chico que trabajaba con ella.
-Hola Matt, estoy bien y ¿tu?
-Tambien; ¿oye me preguntaba si querrias salir esta noche conmigo?
-Lo siento Matt; pero realmente no estoy interesada, ademas tengo planes para esta noche. Comento Alexa mirando a los ojos al chico.
-Si pero puedl hacerte cambiar de opinion. Comento el muchacho acercanse a Alexa.
-Lo siento Matt; pero yo no cambio de parecer, esta bien que seamos compañeros de trabajo, pero no quiero nada mas.
-Escuchame bien pequeña turista, no me interesa lo que tu quieras, he dicho que saldremos juntos y eso aremos. Matt habia tomado del brazo a Alexandra y la sujetaba muy cerca suyo.
Pero no todo dura para siempre, en un rapido movimiento Alexa se solto del agarre y doblo el brazo de Matt en la espalda tirando de el para ejercer dolor.
-Escuchame imbecil, he tratado de ser amable contigo, pero tu quieres que sea de esta manera, no saldre contigo ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni por la buenas y mucho menos a la fuerza y si quieres concerbar el brazo mantendras la distancia.
Alexa estaba realmente enojada, odiba que la gente se creyera con derecho a manejar su vida y mas aun que un pobre tipo le dijera que hacer.
Paul entraba al hospital después de mantener la distancia con su impronta, todo este tiempo la paso observandola, cuidandola, aprendiendo de ella.
Alexandra Alvez era todo lo contrario a lo que el era, la pelinaranja era pura sonrisa, siempre cantando y bailando, nunca tenia cara fea a las personas, por mas que estas eran malacon ella, pero tambien Paul descubrio que Alexa no tenia a nadie en el pueblo; estaba sola nunca recibia llamadas o visitas de amigos o familiares ella casi sienpre estaba sola, y eso entristecia al lobo.
Cuando vio a a Alexa caminando por el pasillo del hospital no pudo evitar sonreir, pero toda alegria murio al ver el moreton que la chica tenia en el brazo.
-¿Quien te izo eso? Exclamo Paul enojado.
-¿Perdon? ¿Eres conciente que ni siquiera se tu nombre? Alexa estaba aun nerviosa por su encuentro con Matt. -Te falta mucho para que como minimo me agas esa pregunta. Alexa paso por a lado de Paul y se estremecio por el calor que de este emanaba.
Paul nuevamente se tuvo que alejar de su impronta, estaba furioso, con ella por no quererlo cerca, con quien sea que la allá lastimado (quien ya podria preparae su funeral) y con el mismo por no poder protejerla.
Corrio al bosque y dejo que su ira se apoderara de su cuerpo dejando emerger al lobo que tenia dentro, aullo herido por el rechazo de su alma gemela y corrio varios kilometros en medio del bosque.
Horas mas tardes Alexa salia del hospital sonriendo como siempre, se encamino hacia el bosque, los Cullen le habían dicho que el mismo podia ser algo peligroso pero algo alli la llamba.
Ya estaba cerca de su casa, cuando unos ruidos la ponen en alerta. La chica ahoga un grito cuando ve un enorme lobo gris salur de entre los arboles; ella mira al animal a los ojos facinada por su bellesa, y el animal no deja de observarla.
Lentamente ella se va acercando al lobo y este inclina la cabeza para dejarse acariciar.
El animal gime de gusto y una gran sonrisa aparece en los labios de Alexa, era una sensacion extraña la que sentia, pero era feliz por primera ves en mucho tiempo y no queria alejarse de ese animal. A pasar de lo que la gente podia llegar a pensar de ella, Alexa se sentis sola, no le era facil comenzar de cero sin ningun lazo con su pasado, aun cuando esto era lo mejor para ella.
El animal al ver la cara de tristesa en Alexa movió su cola y lamio su cara haciendola sonreir.
-Vamos lobito ¿me acompañas a casa? El gran lobo saltaba y corria a los alerrededores de Alexa feliz de poder estar cerca de su alma gemela, feliz de hacerla sonreir.

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