Noche

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Ya habían pasado algunos días, Allen ya comenzaba a preocuparse cada vez más pero aún así no se despegaba de él, bueno solamente cuando cambiaba los vendajes y para realizar sus necesidades básicas.
Justamente se encontraba cocinando su cena cuando noto una extraña esfera brillar, sí así es nuestro querido Allen Walker, tan despistado; se acercó a aquel objeto, lo levantó deslumbrándose y maravillándose por tal belleza, rápidamente se dio cuenta de que se trataba de inocencia por lo que debía esconderla para que los akumas no interrumpieran en sus aposentos, se dirigió a la alacena de la cocina, abriendo y metiendo aquella esfera dentro, en cuanto cerró, ya no había rastro de luz, se dio cuenta de que aquella bola se encargaba de iluminar sus noches mientras velaba por Kanda.
Sus pensamientos habían sido interrumpidos por un quejido, corrió en dirección al japonés en donde pudo notar que comenzaba a despertar, no sabía como reaccionar por lo que tomó asiento sosteniendo la mano de Kanda.
—M-Moyashi—susurró el samurai
—Estoy aquí, tranquilo, estás a salvo—sonrió cálidamente.
—¿En dónde esta la inocencia?—
—Esta a Salvo, la he escondido—Kanda asintió mientras acomodaba su cuerpo.—¿Cuántos días han pasado?—
—Varios—hizo una pausa.—No me he despegado de ti—
—Idiota, ¿te preocupaste por mi? Sabes que yo no puedo morir tan fácilmente— Esbozo una sonrisa burlona.
—Eres tan estúpido— rodó los ojos.
Allen sabía muy bien como era Kanda, él no esperaba el agradecimiento del mayor pues eso no hace Yu Kanda, aún así no se enfado con él sólo siguió la broma como siempre lo hacía, a veces por bromas estúpidas llegaban a los golpes, pero había algo más ahí, no era simple amistad pues ni con Lavi se comportaba así, con Kanda era diferente quería ayudarlo en todo momento y ni que decir de cuando se enteraba que estaba herido, era el único que lo iba a visitar sin que nadie se diera cuenta, quería estar con él, disfrutaba el ir a misiones solo con él, pues cuando iba Lavi o Lenalee sentía que le robaban la atención del japonés, pero vamos, Yu Kanda sólo le presta atención a Allen aunque él trate de negarlo ya que su sentimiento es recíproco, sólo que son demasiado tontos e ignorantes para darse cuenta de algo tan obvio y tan magnífico.
—¿Porqué sostienes mi mano?— Soltó tan de repente que lo único que hizo fue quitarla y sonrojarse.
—Y-yo lo lamento— Se disculpó mientras dirigía su vista hacía otro punto de la habitación, Kanda sonrió con ligereza, pues le había gustado ese contacto pues creía que no hay sensación más linda que entrelazar las manos en un momento difícil con aquella persona.
—Moyashi—dijo impetuoso.
— ¿Qué sucede?— Preguntó Allen con preocupación.
—Tengo hambre, ¿qué haz hecho para saciar tu hambre? Porque tú no comes poco—
-Idiota, pues sé cocinar, cuando mi maestro se iba con las señoras yo debía de cocinarme, así que puedo hacer lo que quieras—Lo miro victorioso.
—¿Lo que yo quiera? Hmm— sonrió con Malicia, en ese momento Allen se arrepintió, pues sabía muy bien que Kanda haría lo que fuera por molestarlo.—Sólo quiero ramen— cerró los ojos, el inglés respiro aliviado mientras asentía y se dirigía a la cocina a preparar la orden de Kanda.

Después de un rato Kanda y Allen terminaron de comer, hablaron "civilizadamente" algunos aspectos sobre la misión, los dos tenían la misma duda, ¿qué era la esfera? Pronto lo averiguarían, tal vez por su cuenta o llevándolo al laboratorio de la Orden.
El samurai se sentía un poco asfixiado estando en aquella casa, quería entrenar o al menos salir a sentir el césped bajo sus píes, por lo que se levantó dirigiéndose directo a la fría noche que se encontraba detrás de la puerta de madera, en cuanto salió respiro hondo inundando sus fosas nasales con olores silvestres. Se deshizo de sus zapatos y camino por el verde césped, en cuanto halló un lugar se sentó cruzando sus piernas cerrando los ojos.
Mientras que Allen lo veía desde la puerta de aquella posada, lo observo tan distinto, tan relajado que quiso sentarse a un lado de él para hacer lo mismo.
—¿Estas intentando hacer lo mismo que yo? Por que no funciona con estúpidos suicidas—
—Pues parece que sí funciona con idiotas— río
—¿Qué dijiste, Imbécil?—
—Lo que escuchaste, Bakanda— Y la armonía se había ido a la mierda, Kanda saltó sobre el menor quedando sobre él, sostuvo los brazos de Allen llevándolos por arriba de la cabeza de este. El albino quedo a las ordenes de Kanda.
—Vuelve a repetir lo que dijiste, basura—
—Eres un estúpido, Bakanda— lo retó
—¿Ah sí? ¿Y porqué estás tan sonrojado?— Allen comenzó a luchar para deshacerse de su agarre, mientras el ojo azul se acercaba a su rostro.—Sabes que te gusta— sonrió.
—Estas demente—
—Un poco— hizo una pausa.—Tal vez por ti— Allen se sorprendió tanto que sus ojos se volvieron más grandes. Se quedo quieto esperando que Kanda se acercara a sus labios, pero eso no paso, el idiota se había quedado ahí sólo mirándolo, el menor sentía unas ganas enormes de rozar sus labios junto con los del mayor, por lo que levanto un poco su cabeza hasta llegar a la altura de su boca acariciando los ajenos y comenzó a mover sus labios cada vez más, Kanda no tardo para seguirlo, ahora las dos bocas estaban unidas en algo tan intimo, tan mágico. Los dos sentían que nunca habían sido tan felices en toda su vida, las mariposas habían comenzado a presentarse, Allen lo rodeo de su cuello para profundizar el beso, quería sentirlo y transmitir todo lo que sentía por él.
—Moyashi— susurro el mayor separándose de Allen unos centímetros.
—Kanda— pronuncio un poco agitado.
Y volvieron a fundirse en un beso lleno de emociones y sentimientos que tenían reprimidos el uno con el otro, era un beso con sabor a confesión, con sabor a que los dos querían estar el uno con el otro sin importar la adversidad o el pecado que esto implicaba, iba a ser un secreto, pero el mejor que jamás habían guardado.

Notas de la Autora

¡Hola! Por fin, por fin, nuestros protas se dieron su besito, me encanto escribir esto jiji.
Una disculpa si son cortos los capítulos pero es que algo llamado inspiración me deja muy rápido y a veces no tengo mucho tiempo, pero espero que les guste
Gracias por leer, los amo
-La loca del Yullen ❤️

Take careDonde viven las historias. Descúbrelo ahora