Wake me up |Book Three.

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Page me ponía los pelos de punta, era demasiado especial. Ya han pasado dos semanas desde que estoy aquí, y ahora ella me está preguntando porqué no me llama la atención, es increblemente estúpido. Sus brazos se cruzaron y me miró esperando una respuesta, aunque ella ya lo sabía, quería una segunda oportunidad, cosa que no se lo daría. No por ahora. Era obvio que no sabía nada de mí, ni de que era un ángel, ni de que Kage se había suicidado.

Pero me parecía demasiado hipócrita que esté aquí, en éste instante, pidiéndome una salida, cuando lo único que escuchaba era gemidos la noche anterior, y la anterior. Claro que conocía al hijo de puta que se metía con ella, Taylor Hill, lo había conocido días antes. Aparte, de todo esto, era sólo una niña para mí, tiene diecinueve, no podía y no quería. No me gustaba relacionarme con mujeres que no fueran Kage, ni menores que yo, muy menores. No sería juguetito de Page, yo sabía bien lo que quería: acostarse conmigo, y eso querido amigo, jamás sucedería. Bufó con enojo, moviendo ese pequeño vestido blanco sólo amarrado de la cintura, pues así era.

—¿¡Cuantas veces tendré que repetirte que no soy una niña pequeña?! —exclamó con enojo, negué con la cabeza, mirando a un punto fijo de la habitación. Refunfuñó golpeando su pie descalzo contra el piso de madera duro, estaba demasiado enojada, y no culpaba por nada, a mí tampoco me gusta que me rechacen. Bueno... rechazar era una palabra muy cruel. —¡No soy una bebé, Harry Styles, no tengo tres años!

—¡No quiero relacionarme contigo, Page! —le grité no tan fuerte, pero dejándole en claro cuales eran mis deseas. Soltó un grito de irritación y yo reprimí el mío, estaba exausto. Se adelantó hasta llegar cerca de mí y supe que era tiempo de decirle algo antes de que hiciera otra cosa —¡Eres una bebé, Page! ¿Qué diría Charlie de mí? Confió en mí todo este tiempo para que yo me metiera con su pequeña bebé.

—¡Es por eso! —gritó de vuelta, apretando los dientes. Miré sus ojos, verdes, y me extrañé, porque sus ojos, la última vez que los vi, eran azules, como el cielo. Rodó los ojos y movió las manos, siguiendo hablando —¡Mi padre te tiene una confianza increíble, confía más en ti que en mí! ¡No le importaría lo nuestro!

—¡No hay ningún lo nuestro! —le grité tan fuerte que retrocedió. ¡Bravo, Styles, eres todo un animal! Gruñó fuertemente, y me sorprendió que una chica pudiera hacer eso. Había silencio, bastante silencio, y era incómodo —En serio, Page, lo lamento, pero yo sólo te veré como una niña pequeña. Aprecio demasiado mi amistad con Charlie como para perderla. —dirijí mi vista al vaso de whisky que estaba en mi mano, y apreté los labios, haciendo una mueca.

—¿Ni siquera por esto?  —preguntó coquetamente.

Levanté mi vista y vi como Page se había quitado el vestido, sólo jalando de la tira blanca. Mi boca se abrió para protestar, pero de ella sólo salió un jadeo, mierda, había calor. Misteriosamente empezó a sonar "All that matters" de Justin Bieber, del simpático chico. ¡Pero a la mierda con todo esto! Se movió sensualmente, y se sentó en mis piernas, mirándome con una sonrisa en el rostro, se veía triunfante. No tenía sostén, y joder, tenía unos senos grandes, grandísimos, y firmes, pero aún consevaba sus bragas. Gracias a Dios. Me quitó el trago de la mano y tomó de él, para después ponerlo en una mesita. Movió su pelo castaño, hasta que cayera a su hombro, joder, que calor hace aquí.

—Tócame.

Y sí, como soy un idiota de primera, la toqué, joder, su piel es tan suave. Acaricié su cintura la mayoría del tiempo, me gustaba su cintura, y porque, especialmente, porque tenía un tatuajes. Sabía que le gustaba todo esto, se mostraba en sus pechos, sí, en ese lugar tan especial. Toqué su espalda, y di pequeños masajes en ella. Tomó mis manos rápidamente, con lo mismo, lo llevó a sus senos, y yo respiré con dificultad. Algo en mis pantalones apretaba, demasiado, y tenía que hacer algo después para calmarlo. Su rostro para nada colorado, se coló por mi cuello, y repartió pequeños, pero sensuales besos, tan fuerte como para que algo allá abajo creciera más.

—¿Te gusta, Harry, te gusta mi piel? —susurró sobre mi oreja, yo asentí eufórico, cuando se empezó a mover encima de mí, sí, justo ahí. Terminó la canción y empezó a sonar "Confident", del mismo chico, ¿desde cuando tengo esa música? Pero era la canción era perfecta. —¿Te gusta como me muevo? ¿Sigues creyendo que soy pequeña? Porque estás bastante entretenido con mis pechos, ¿verdad? Te gusta tocarlos.

Esas palabras me ponían más. Chloe, mi cachorra, salió de mi habitación, e ignoró por completo a Page, y a mí también. Joder, estaba más duro que una piedra. Page soltó un sonido caliente cuando apreté su piel, fuertemente, pero sabía que le gustaba, que le encantaba. Todo me daba vueltas, pero lo disfrutaba como la puta madre, joder, ella es caliente. Se paró de mis piernas y mis manos quedaron vacías, gruñí, pero siguió bailando, moviendo sus caderas. Tenía un cuerpo perfecto.

Ella es segura, y no tenía ninguna duda de porqué. Pero Page es toda una bebé, tiene esa edad especial, no le puedo hacer eso a nadie. Me paré de la silla y ella enseguida quitó mi camiseta y admiró mis tatuales, en especial los pajaros cerca de mis clavículas.

—¿Sabes? —hizo un puchero para nada inocente, y enseguida pasó la mano por ahí, mordí mi labio tratando de contener un jadeo inecesario, me estaba volviendo loco. Movió su pelo y continuó —Me gustan mucho éstas, son mis favoritas. 

Un pinchaso de culpa de atrevesó fuertemente, estaba engañando a Kage.

Holiiiiiiiiiiiiiii, como están? Bueno, como se dan cuenta, Page es más atrevida que Kage. Les aclaro (a las que son medias cortitas) Kage se suicidó porque no aguantaba tanto odio a sí misma, pero seguía amando a Harry, aunque ya casi no parecían pareja. Harry sigue siendo un ángel, pero por favorrrrrr, no me odien a mi hermosa Pageeeeeeeeeeeee. LEs aclaro otra cosa: En ésta fic habrá muchas más escenas hot, pues PAge le quiere demostrar a Harry que ya no es una bebé.