Sing Me ❀KOOKTAE!

24

—SeokJinnie, por favor.—dijo TaeHyung mientras actuaba lindo afuera en donde vivía el pelinegro, tenía que conseguir que su hermano le abriera la puerta del departamento de esté.

—¡Son las cinco de la madrugada!.—el mayor abrió la puerta y se asomó, teniendo en su cara una de las mascarillas hidratantes nocturnas.

—JungKookie no sabe que estoy aquí.

SeokJin se quedó mirando a TaeHyung incrédulo. —¿En serio no le avisaste?.—el rubio asintió. —Ya, entra.

Al estar en el departamento del mayor, TaeHyung se sentó en el sofá y su hermano al lado.

—Y... ¿Para qué me necesitas?.

—Kookie está cumpliendo años hoy.—jugó con sus manos. —Hyung, quiero hacerle algo especial.—puchereo.

—¡Sí! Claro que te ayudaré.

Cuando TaeHyung iba a preguntar algo, su teléfono sonó y contestó sin ver quien era la persona que estaba llamando.

—¿Hola?.

—¿TaeTae?.—por otro lado estaba JungKook medio dormido, ya que se sintió incómodo al no tener a su persona favorita entre sus brazos y se alarmó al no ver a su pareja en la cama ni en algún otro lugar del departamento.

TaeHyung abrió los ojos y se despegó el celular del oído y colgó la llamada rápidamente y apagó el teléfono.

—Y...

—TaeHyungie, me encargaré de todo.—sonrió SeokJin.

El menor frunció el ceño.

—Prácticamente, JungKook es un gran hombre y... ¡No se lo vayas a decir!.—bufo. —Vamos al supermercado que está por aquí cerca, compramos lo necesario y cocinare cuando sea un hora decente para cocinar. Tu volverás a tu casa con tu noviecito a darle todos los mimos que necesita y después te hablaré por teléfono.

TaeHyung asintió muchas veces estando de acuerdo con el plan.

—Pero los supermercados abren después de las nueve.

—TaeHyung, el de veinticuatro horas.

—Oh.—y despues sonrió de manera geométrica.

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—¿JungKook?.—abrió la puerta de su habitación delicadamente y observó su cama con un gran bulto entre ellas.

El cuarto estaba un poco oscuro todavía, la luz de la lámpara iluminaba un poco. TaeHyung retiró su suéter y zapatos quedando con los calcetines puestos, camisa y pantalones de chándal.

El rubio vio a JungKook acostado boca abajo, abrazando fuertemente la almohada suya además de que tenía encima la cobija que TaeHyung utilizaba para enrollarse como si fuese un bollito.

La ancha, musculosa y desnuda espalda de JungKook era lo que más resaltaba de toda la imagen.

—Hyung, llegué.—TaeHyung se sentó justo al lado del cuerpo de su pareja y empezó a acariciar con su mano la espalda de arriba a abajo.

—Mgh.—se removió el castaño entre las sábanas y quedó su rostro mirando al techo después de unos segundos llevó sus manos hacia sus ojos para alejar un poco el sueño, bostezo y miró a TaeHyung. —¿Dónde estabas?.—preguntó y estiró sus brazos sacando la pereza.

—Ah, fui a la... Espera, ¡feliz cumpleaños!.—se lanzó a los brazos de JungKook y dejó muchos besos por toda la cara para después depositar uno en los labios, lentos y dulces como le gustaban al mayor.

Una estrategia de parte de TaeHyung era cambiar de tema con besos y efectivamente funcionó, JungKook solo se dejó guiar por los besos de su pareja a las seis de la madrugada, para favor de TaeHyung, ya que en ese momento no estaba en sus cincos sentidos.

—Durmamos otra vez.—dijo JungKook luego de poner a TaeHyung debajo suyo y acostarse sobre él.

—Kookie.—se removió. —Me quedó sin aire.

—Hum, mejor al revés.

Intercambiaron posiciones, quedando el liviano cuerpo de TaeHyung encima de JungKook. El menor puso su cabeza en el pecho contrario y se dispuso a cerrar sus ojitos.

Y sus ojos pesaron aún más cuando el mayor empezó a cantar.

—Nareul saranghaneun beobeun eolyeobji anhayo.

—Jigeum moseub geudaelo nareul kkok anajuseyo.

—Uri najungeneun eotteohge doeljin mollado.

—Jeonghaejiji anhaseo geuge naneun johayo.—JungKook nada más cantó esa parte y después solo tarareo hasta quedarse profundamente dormido.

Fin