Sing Me ❀KOOKTAE!

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¡ 1/2 !

—Kookie.—llamó TaeHyung haciendo que esté despertará de su hermoso sueño. Unos sonidos desafinados lo despertaron por completo para después darse cuenta que había estado durmiendo con la cara pegada al piano.

—¿Ah?.—se levantó y fue hacía donde estaba su novio, encontrandolo en medio del pequeño pasillo. El rubio tenía puesto unos lindos boxers negros —marcando ligeramente su redondo trasero— y una de esas camisas holgadas que tenía su Hyung; su olor impregnado en la tela.

Antes de que JungKook pudiera decir algo atrevido y ver un lindo sonrojo en la cara de su menor, el contrario se le adelanto.

—Hyung. Tu cara...—justamente en un lado de su rostro, el castaño tenía marcado algunas teclas. —Te quedaste dormido encima del piano, ¡otra vez!.—reprochó.

—No es para tanto, bebé.—JungKook se acercó un poquito más hacia su pareja quien tenía su ceño fruncido.

—¿Qué hac...? ¡JungKook!.

El mayor agarró a TaeHyung por sus glúteos, cargandolo fácilmente hacia su propia cama y depositarlo suavemente en el colchón. JungKook estaba arrodillado sobre sus propios talones entre las piernas del rubio viendo su hermoso rubor.

—Que te parece... ¿Sí nos quedamos todo el día en la cama?.—propuso esperando una respuesta positiva de parte de TaeHyung.

—JungKookie.—se sentó como se corresponde pero aún teniendo a su Hyung entre sus piernas. —Quedé con JiMinnie hoy para almorzar y pasar tiempo juntos todo el día.

—Esta bien.—dijo mientras se sentaba en la orilla de la cama y TaeHyung solo tuviera a la vista la espalda de JungKook.

El rubio gateo hacia él poniéndose atrás de su espalda y con sus brazos rodeó su cuello abrazándolo.

—Hyung, no te enojes.—dijo haciendo agyeo.

JungKook no lo miraba, ni reaccionaba a nada de lo que él hacia.

No quedó de otra para el menor ponerse a horcajadas encima del cuerpo del castaño —quien ahora tenía la cabeza agachada—.

—Kookie.—agarró entre sus manos el rostro del nombrado. —Te quiero.—y beso los belfos del contrario.

JungKook solo sonrió mientras su novio lo besaba torpe y amorosamente. Sus fuertes brazos se vieron envueltos en la pequeña cintura de TaeHyung.

—Te quiero más, bebé.

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—¡JiMin-ah!.—se sonrojo el rubio por tales palabras que había dicho su amigo.

—¿Qué?. ¿Enserio no lo han...?

—No, Hyung. Basta.—TaeHyung solo tenía sus manos en su cara mientras se acostaba en el césped de aquel parque, avergonzado.

—Pfff. Tu relación es demasiado perfecta, TaeHyungie. YoonGi, me hizo el amor el primer día de novios.—dijo el castaño sin vergüenza alguna.

—JiMin. ¿De verdad me estas contando esto?.

—Sip.

Después de hablar. TaeHyung propuso ir a comer algún postre, se puso de pie y ofreció sus manos para que JiMin se levantará más rápido.

Crack~

TaeHyung perdió un poco el equilibrio y el castaño estaba confundido.

—¿Qué pasa, TaeTae? ¿Estás bien?.—el de mejillas regordetas estaba preocupado.

—No, osea, si.—un dolor invadió su tobillo derecho y sus ojos se cristalizaron. —JiMin, vamos al hospital. Mi tobillo no esta bien.

—Oh no.—sus manitas fueron hacia su teléfono rápidamente y marcó el primer contacto que vio. —¿Yoonnie?... Lo siento por llamar, solo que... Hyung, estamos en el parque al que siempre vamos... TaeTae se acaba de torcer el tobillo y le duele mucho... Si, adiós.

—¿Ya viene?.

—Si, hay que irnos a la entrada del parque.—JiMin paso sus brazos por la espalda de TaeHyung, ayudándolo a caminar.

Al llegar a la entrada, un auto ya los estaba esperando para dirigirse al hospital.

En el transcurso del camino, JiMin no paraba de preguntarle a TaeHyung si le seguía doliendo. Hasta que el de cabellos azabaches con un toque azulado —cuando ya iban a entrar a que el doctor revisará a TaeHyung—, habló.

—Oigan.

—¿Ah?, ¿qué pasa YoonGi?.—dijo JiMin dulcemente.

—¿Le avisaron a JungKook?.

Y TaeHyung de verdad quería abofetearse.