Sing Me ❀KOOKTAE!

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—JungKookie, para.—susurró el rubio con un par de risas en el oído del contrario.

—Mgh.—gruño besando aún más el cuello de TaeHyung.

Eran las tres y trece de la madrugada en donde se suponía que la pareja estaría viendo el primer episodio de una serie estadounidense muy esperada, el cambio de horario entre Estados Unidos y Corea del Sur era muy tarde pero eso no los detuvo.

Aunque, no estaba en sus planes que una cosa se fuera a la otra.

Eso sí, JungKook solo buscaba torturar al menor con besos y no llegaría a nada más porque sabía perfectamente que su novio no estaba preparado. Él solo se quería distraer con cualquier cosa durante el transcurso de los anuncios que pasan en la televisión y esto era una muy buena excusa.

—Yah, Hyung, me haces cosquillas.—decía TaeHyung entre risas, retorciéndose debajo del castaño.

El mayor solo pudo sonreír al oír esas risas. Se separó del cuello del menor y se quitó encima de él, para después ponerse al lado y prestar atención a la televisión.

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Luego de ver aquel largo episodio que terminó cuando la luz del sol se hizo presente en aquella habitación, JungKook era el único que estaba durmiendo plácidamente en la cama abrazando una almohada. Mientras que TaeHyung parecía tener las energías renovadas aunque ni haya dormido, dejó un beso en la mejilla del castaño para después encaminarse al baño.

Agarró su cepillo de dientes y le puso crema dental, y al terminar de cepillarse y después mirarse en el espejo, solo pudo fijarse en esas marcas de un color rojo leve en todo su cuello.

Y justo en ese momento JungKook cruzó la puerta del baño, quien soltó una carcajada al ver las marcas que tenía su lindo novio.

—Es tu culpa.—puchereo el rubio.

El castaño paso sus brazos por la cintura del menor y posó su barbilla en el hombro de esté.

—Bebé, te ves hermoso así.—dijo JungKook empezando a besar nuevamente el cuello de TaeHyung con ferocidad causando solo pequeños espasmos y risas al menor.

El rubio en un rápido movimiento se volteó y con sus labios dejó un rápido piquito en los labios del contrario y TaeHyung sonrió con su característica sonrisa geométrica.
JungKook no pudo evitarlo y con sus manos agarro las mejillas de su novio y lo besó profundamente.

Definitivamente era adicto a esos labios finos y rojizos, con ese sabor dulce que hace que quieras más.
Al separarse, el castaño dejo un beso en la puntita de la nariz de TaeHyung.