Sing Me ❀KOOKTAE!

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¡ 2/2 !

Mientras que en otro lugar, estaba JungKook jugando overwatch demasiado concentrado.

—¡Gané!.—exclamó en su cabeza, el castaño oscuro estaba aburrido, llevaba horas jugando y en todas las partidas ganaba.

Ya estaba empezando a extrañar a su novio. Jugar con él era más divertido, verlo enojar porque según él hacía trampa o dejar que TaeHyung ganará, porque le gustaba ver su carita de felicidad.

Una llamada solo lo sacó de su trance.

—¿Hola?.

—¿JungKook?. Soy YoonGi.

—Sé que eres YoonGi.

—¡Mocoso! Tu novio ahora esta en el hospital.

—¿Q-qué?.—JungKook sentía que su corazón latía aceleradamente.

—Tu solo ven al hospital que queda a unas cuadras de donde trabajamos.—colgó.

JungKook solo tomó las llaves de su auto y teléfono en mano para dirigirse al hospital.

El castaño pudo llegar tan rápido como pudo entrando al lugar desesperado, mirando a todos lados. Hasta que se encontró con YoonGi haciéndole señas y corrió hacia él.

—Es en la habitación doscientos tres.—y JungKook solo se fue sin decir nada más.

—Amor, ¿le dijiste a JungKook que no es nada grave, verdad?.—dijo JiMin con sus labios un poco abultados.

—Hum. No.—el menor lo miró incrédulo. —Pero ya esta aquí, así que no importa.—pellizco con sus largos dedos las mejillas de su pequeño novio.

—Te va a matar porque le diste el susto de su vida, Yoonnie.

Después de eso. JungKook estaba ya abriendo la puerta en donde se encontraba su novio, rezando en su interior para no verlo en mal estado.

Al abrir la habitación solo pudo ver a TaeHyung con su boquita llena de pastel y embarrando de chocolate sus mejillas inconscientemente. Su pie derecho estaba vendado por un yeso y alzado por una liga —para no hacer movimientos bruscos— mientras que veía televisión.

—¡JungKookie! ¡Hola!.

—TaeTae, ¿qué paso?.—se acercó el mayor preocupado y confundido.

—Es una historia graciosa, pues, estaba ayudando a que JiMin Hyung se levantará y el pie se me fue para un lado. Y ahora estoy aquí.—puchereo.

—Me preocupaste, bebé.—beso su frente.

—Pero si no es nada grave, Hyung.

—Culpa a YoonGi.—beso los labios de su menor sintiendo en su paladar un sabor dulce a causa del pastel.

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Después de que le dieran de alta al rubio se fueron a su departamento. Acurrucados en el sofá, el tobillo lastimado de TaeHyung reposaba debajo de una almohada, su yeso estaba bastante colorido por miles de dibujos que había hecho JungKook para él. El castaño literalmente, era bueno en todo dejándolo fascinado con su yeso.

Todo estaba en completo silencio cuando JungKook tarareo una melodía inventada y empezó a improvisar.

—Never, never fall. Meolli meolli gaji ma.

—Wae nan ajikdo neoreul pogi mothae nan.—el castaño cantaba como si estuviera murmurando y eso al rubio le gustaba en demasía, porque era solo para él.

TaeHyung dejó un beso en la barbilla de JungKook y después escondió su rostro en el cuello de esté, oliendo su perfume varonil.

—Sideureojin chueogeul butjapgo. Yoksimin geolkka?.

—Jineun gyejeoreul doedolliryeo hae
dolliryeo hae.—alargó la última sílaba, para sentir como su pareja dormía plácidamente en su pecho.

Minutos después, cayó en un sueño profundo junto a él.

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Autumn Leaves.
BTS.