Capítulo 1: Accidente.

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Capítulo 1: Accidente.

-Elisabeth, ¿estás bien?- oí decir a mi padre, abrí los ojos y el color blanco de la habitación me obligo a cerrarlos de nuevo- cariño, despierta por favor- volvió a hablar mi padre

-¿Dónde estoy?- hablé con dificultad intentando abrir los ojos de nuevo, ésta vez con exito

-En el hospital- dijo él y de golpe recordé todo

*FLASH BACK*

-¡Me voy papá!- grité desde la puerta

-Ten cuidado hija y no vuelvas tarde- contestó asomándose por la cocina

-No te preocupes, hasta luego- dije saliendo por la puerta y cerrándola detrás de mí

Empecé a andar en dirección a la playa y mi teléfono empezó a sonar avisandome de que Diana me estaba llamando.

-¿Tanta prisa tienes?- dije nada más descolgar

-¡Llevo esperándote quince minutos!- gritó ella al otro lado del teléfono

-Que histérica eres- reí- estoy a punto de llegar, te recuerdo que la playa está a cinco minutos de mi casa

-Por eso me extraña que puedas llegar tarde viviendo justo en frente- siguió quejándose Diana a lo que yo reí

-Mira, ya te estoy viendo- dije cruzando la calle mientras con una mano la saludaba y vi como su rostro cambiaba, dejo de estar feliz y puso una cara de horror, a lo que yo me extrañé y me paré en medio de la calle, miré a mi izquierda y por desgracia no me dió tiempo a apartarme ni a la moto tampoco.

*FIN FLASH BACK*

-Esa moto iba demasiado deprisa- dije tocándome la cabeza y haciendo una mueca de dolor

-No te preocupes cariño, pronto estarás bien, por suerte solo tienes un esguince en el tobillo y algunas heridas superficiales en los brazos y piernas- habló mi padre y a los pocos segundos entró una enfermera algo bajita y de pelo negro

-¿Qué tal te encuentras ésta mañana Elisabeth?- preguntó ella sonriente

-Me duele bastante la pierna, por lo demás bastante bien- respondí devolviéndole la sonrisa

 -El esguince es grave- dijo mirándome- tardará entre 20 a 56 días en curarse, cuanto más reposes más rápido se curara- dijo sonriendo levemente

-Pero del instituto no te libras- habló mi padre, y sin dejarme tiempo a protestar la enfermera volvió a hablar

-Lo mejor sería que no fuera a clase los primeros cinco días, después podrá ir con las muletas hasta que se haya curado del todo

-¿Y cuando me vais a dar el alta?- pregunté ansiosa por huir de ese olor a hospital y esa habitación tan blanca

-Te quedarás ésta noche en observación y mañana ya podrás irte- respondió la joven enfermera para luego despedirse de nosotros y salir por la puerta dejándome sola con mi padre

Me quedé mirando un rato por la ventana observando el bonito jardín donde los mayores paseaban con su familia. Mi padre me miraba sonriente, a lo que yo lo miré y le devolví la sonrisa.

-¿Por qué me miras así?- pregunté curiosa

-Por nada, solo estoy feliz de que no te haya pasado nada grave- dijo él sonriente, a los pocos segundos alguien llamo a la puerta y tras abrirla entró

-Perdonad, ¿molesto?- dijo un chico alto de ojos azules sonriendo a lo que mi padre se levantó del sillón

-No, pasa, yo ya me iba- habló mi padre para luego darme un beso en la frente y marcharse cerrando la puerta detrás de él

El chico cuyo nombre no había dicho aún, dejó el casco encima de una de las mesas de la habitación, entonces supe de quien se trataba, reconocí ese caso negro con las calaveras, él era el chico que me atropelló. Se me quedó mirando y a los pocos segundos se sentó en el sillón donde minutos atrás estuvo mi padre.

-¿Qué tal te encuentras?- habló por fin con una media sonrisa

-Genial, ¿no lo ves?- contesté con ironía a lo que él rió falsamente

-Que graciosa, mi moto no está nada bien, gracias por preguntar- devolvió el sarcasmo, rodé los ojos

-De nada- sonreí falsamente

-¿Cuándo piensas pagarme la reparación de la moto?- preguntó serio

-¿Pagarte yo? Si fue tu culpa- hablé poniéndome histérica

-Fue tuya, por cruzar sin mirar- habló indignado

-Tú ibas demasiado deprisa- contesté intentando calmarme

-Lo que tu digas- se levantó y cogió el casco- por cierto, me llamo Kevin- dijo antes de cerrar la puerta tras él

Me dispuse a coger el móvil cuando empecé a escuchar a una persona gritar, no me faltó mucho para reconocer esa voz, a lo que reí, a los pocos segundos entró Diana alterada.

-¡Esa mujer no me dejaba entrar!- chilló ya en mi habitación

-¿Por qué?- dije sin dejar de reír

-Dice que se han acabado las horas de visita, y la he esquivado y he entrado corriendo- rió y de golpe se abrió la puerta y entraron dos guardias de seguridad junto con la enfermera

-¡Tú!- gritó uno de los guardias- Fuera, vuelve mañana, las horas de visita se han acabado- dijo cogiendo a Diana del brazo e intentando arrastrarla fuera de la habitación

-¡No me toques!- le chilló al guardia- ¡Elisabeth llámame mañana!- gritó mientras el guardia la sacaba fuera

-Niñata mal criada- susurró la enfermera pensando que no la escuchaba y se fue cerrando la puerta.

Te quise por accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora