Sábanas de algodón

Siniestro lugar

     Después de una larga jornada, aquí estamos de nuevo. Tú y yo finalmente, el encuentro más esperado. ¡Vaya que sigues igual, no cambias! Me acompañaste como dijiste que lo harías, aunque sea de esta manera. Quisiera mentirte al respecto, pero aquí estoy, de nuevo; en el laberinto de mi mente navegando en búsqueda de una salida coherente. Buscando las agallas de enfrentarme a ti frente a frente, pero mírame todavía aquí encerrado en un mundo de dudas e inseguridades. Lleno de miedos, lleno de temor y oscuridad. Me cobijo entre mis piernas, mientras me abrazo intentando lograr sacudirme las rodillas y seguir, pero no puedo. -Imagina que estás soñando uno de esos más tenebrosos sueños donde te ves a ti mismo en tu cama "dormido" intentando levantarte y no puedes, es así como me siento-. Impotente y a la vez inmóvil.
     Si, aquí estoy, sintiéndome como un loco por salir de esta "cueva" oscura como la noche sin luna ni estrellas. Aquí donde no puedo verte por la falta de valor y por las frustraciones que me anclaron a este temido lugar. Después de tanto, no es tan malo como parece... -respiro profundo- a quién pretendo engañar. Esto es lo peor, no hay un mapa como en un video juego que te guíe a la meta y es por eso que sigo en este juego, esta tortura constante conmigo mismo. Quisiera ver, si ver como me veo realmente después de tantos años de oscuridad. Ya hasta tengo barba y aunque la siento y aunque me pica, no la puedo apreciar. Mis ojos color café, ya son color azabache y es así como se mira todo desde que estoy aquí encerrado en una cadena perpetua mental y físicamente.

Volveré, quizás o quizás no, pero tengo la esperanza de volver a encontrarme a mi mismo, en el lugar que me perdí, intentando arreglar cosas que ya estaban fuera de mi alcance. Volveré y tal vez no, pero al menos eso espero.

Entonces. . . ¡!