Sábanas de algodón

Ella, Yo y la Noche

Vieja amiga que llegas para quedarte. Ya te extrañaba, escuchar tu voz silenciosa y llena de alegría que sacude. Eres tú quien me acompaña en las noches en que no puedo dormir y en los días que camino desolado..
Querida, no te vayas, más bien, quédate. Quédate y sigue enseñándome que no tengo a nadie, aunque los tenga. Sigue susurrándome al oído y cuéntame la cruda verdad, esa que nadie quiere escuchar. Amiga, ya eres mi amada, y te agradezco por acompañarme en esta dolorosa trayectoria de traiciones.
Ojalá, y todos te vieran como yo y no te odiaran. Porqué además de enseñar, me amaste cuando todos dormian placenteramente. Si, eres tu quien me hace sentir en las nubes; volando en el suelo de llantos y pláticas llenas de lagrimas de sangre. Si, tu misma, querida mía, pinta con tu amargo sabor, mi pintoresco paisaje que se mezcla con el grisáceo de tu velo. Canta esa dulce melodía, que alborota mi cabeza, esa melodía agridulce que escupes mientras me acompañas.
Oh si, todos te odian y yo, bueno, yo te quiero para mi. Si, sigue junto conmigo, para el día que me dejes, recordarte como me ayudaste en esta, mi vida. Gracias vieja amiga, gracias por tanta compañía aun no estando conmigo...