Eterna crush

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Han pasado exactamente dieciocho años desde que conocí a Monserrath, se mudó junto a sus padres a la casa de alado cuando apenas teníamos unos diez años, íbamos juntos a la escuela, nuestros padres eran buenos amigos y con el tiempo nosotros también lo fuimos, nuestra amistad, nuestra maldita amistad era tan jodidamente perfecta que tenía miedo de arruinarla cuando lo inevitable sucedió...
Es decir, Monserrath y yo nos entendíamos tan bien, nunca nos lo dijimos pero éramos mejores amigos, ella me escuchaba, yo la escuchaba a ella, sabíamos nuestros secretos, salíamos a caminar, platicar o cualquier pretexto que se nos ocurriera para estar juntos, amabos la misma música, las mismas películas, a los dieciseis años empecé a escribir poesía, a ella le hacía feliz que le recitara mis poemas cuando estábamos en su sala luego de ver aquellas viejas películas de terror que tanto disfrutabamos ver, no es necesario ni decir que ella era la inspiración de cada uno de mis poemas, es decir, en cada verso describía su belleza, el calor que me daba su sonrisa, lo fugaz pero hermoso que era el tiempo a su lado.
¿Quién podría echarme la culpa de amarla?
Esa amistad pudo haber muerto en un par de segundos si le hubiera dicho que mientras más tiempo compartimos juntos mi corazón insistía más y más por salir de mi pecho y buscar el de ella...
Todo eso ya importa ahora, hoy luego de tantos años, tantas anécdotas que contar y tanto tiempo de amarla en secreto,en treinta minutos ella y yo estaremos en una boda, a la misma hora y en la misma iglesia, sé que se verá hermosa vestida de blanco, sé que lucirá un bello peinado y sé que su madre mandó a poner los lirios que ella tanto ama en toda la recepción... lo sé porque fui yo quién la acompañó a comprar su vestido, quién la ayudó a elegir su peinado y a quién su madre le preguntó que tipos de flores le gustaban a Monserrath.
Hoy es un día muy especial para Monserrath y para mí, pues su alegría es mi alegría, su sonrisa es mi sonrisa.
Ella ha deseado tanto que este día llegue, contraer nupcias con el amor de su vida es su sueño desde los seis años, lo sé porque ella me lo contó, ella me lo contaba todo...
El momento ha llegado, las campanas suenan, la marcha nupcial se hace presente, todos fijan la mirada en la novia que juro ante Dios, se ve tan perfecta...
Todos la miran a ella  y eso es muy bueno, nadie notará las lagrimas que vagamente caen por mis mejillas, entra Monserrath a mi lado, como pudo haberlo hecho alado de su padre, pero él murió hace seis años, y yo pues la acompañé en su dolor, me partía el alma verla tan triste, y yo soy como el hermano que siempre estuvo con ella, en los momentos buenos, los malos y los que la consolé cuando sus anteriores novios le habían hecho daño, esta vez es distinto, supongo, pues se la estoy entregando en el altar a su futuro esposo, al amor de su vida, como ella lo llama, como lo ha llamado desde hace tres años ...
Si ella es feliz, yo seré feliz...
¿Y después de todo, qué es el amor?
El amor, mi amor hacia ella es querer verla siempre feliz y seguir disfrutando de su sonrisa aunque sepa que no es por mí, sino por alguien más, alguien que llegó luego, alguien que conoció mientras yo planeaba y soñaba una vida con ella pero en voz baja...el amor es no dejar de amarla aun cuando ella rompió mi corazón.
Es decir, nunca será mi novia, pues ahora es la esposa de alguien, mas para mí siempre será mi amiga, mi mejor amiga, y mi eterna crush...

Poesía Y Versos De Un Corazón EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora