Monster || Lego Ninjago

Prólogo

Clouse era su nuevo aliado y fue gracias a él que salió del reino de los difuntos, ya que al ser la Preeminente derrotada, el reino maldito ya no existía.

El hechicero logró robar un conjuro de resurrección de magia negra. Sabía el odio del pelinegro hacia los ninjas, los sucesos en Stiix fueron populares y el también quería vengarse de ellos. Sabía que con Chen no lograría ese objetivo.

Era increíble como ya había pasado tanto tiempo de ello. Aproximadamente tres meses ya, pero aun así la noticia parecía recién sacada del horno como un pan en una panadería. Fue por eso que Morro se decidió ponerse a investigar.

[...]

Poseyó a un ciudadano cualquiera para vagar sin llamar la atención por Ninjago city. Se percató de lo famosos que se habían vuelto los ninjas en esos tres meses, tan solo por eso, por salvar esa patética ciudad.

Miró los escaparates de las tiendas de los juguetes, viendo como la sección de sus figuras (que ya se habían vuelto oficiales) casi no había ninguna. A excepción de una. La de Kai.

Entrecerró los ojos un poco mirando a través del cristal. Sacó la cartera del hombre que había poseído, para ver que tenía unas tarjetas de crédito y dinero en efectivo. Quería hacer una prueba.

Pasó adentro de la tienda. Se dirigió a la sección de los ninjas y agarró la figura de Kai. Caminó hasta el mostrador y tendió el muñeco sobre el este. El cajero miró primero la figura y luego a Morro algo extrañado.

- ¿Ocurre algo? – Preguntó con la voz del hombre que había poseído –

- No es muy usual ver a alguien comprando está figura, tan solo eso... - Contestó, pasando el artículo por el lector – Son 8,99 – Le indicó –

- ¿Tan barato? – Volvió a preguntar mientras abría la cartera –

- La estamos rebajando lo más posible para que se venda – Contestó . Morro le entregó el dinero correspondiente – ¿No quieres una bolsa? –

- No –

- Te vendría bien... -.

Salió de la tienda con la caja en mano. Enseguida las miradas de la gente que pasaba por las calles se echaron encima de él. Muchos comenzaron incluso a susurrar cosas, cosas que podía escuchar perfectamente.

Otras eran frases confusas de porque la figura, otras eran insultos, pero la que más coincidía y podía oír en algunas era la palabra monstruo.

Al centrarse en eso, no se dio cuenta de por dónde iba y chocó contra otro hombre, bastante fornido.

- ¡Mira por dónde vas! – Le rechistó el hombre, mirándole mal. Al fijarse en el juguete, su enfado aumento – No me extraña que vayas molestando si apoyas a un monstruo como él – Esto confundió al pelinegro –

- ¿Él? – Preguntó. El adulto rondó los ojos –

- ¿En qué clase de piedra andabas metido debajo? ¡Me refiero al ninja de fuego! – Se sorprendió por la respuesta – Muchos dicen que tan solo cometió un error, pero tan solo es un egoísta – Al ver la cara del 'fantasma' suspiró pesadamente – Da igual, déjalo, pero que no vuelva a ocurrir – Comenzó a andar de nuevo y le dio un golpe algo brusco en el hombro pasando –.

Miró por un momento la caja. Sonrió. ¿Así que todos pensaban que Kai era un monstruo cuándo en realidad no tuvo gran culpa...?

¿Qué mejor que darles una buena razón para hacerlo?