Capítulo 4 - Héroe para Ninjago (2/4)

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Los ninjas no tardaron en llegar al museo. Nada más llegar, divisaron a los atracadores saliendo del edificio, cada uno con un saco. Al verlos, los ladrones se separaron.

– Está es una buena oportunidad para hacer nuestro plan – Les dijo el rubio – Nos separaremos – Dio esa orden, en un tono serio –.

Lloyd indicó a cada uno del equipo una dirección para que siguieran a un ladrón. El de verde y Jay fueron juntos, Zane fue con Nya y Cole y Kai fueron por separado.

El objetivo era simple para la pelinegra y el líder, dejar que su acompañante venciese al atracador correspondiente.

Tarea fácil, la cual Morro y Clouse se encargarían de complicarla.

[...]

Lloyd y Jay perseguían al primer sujeto. Este se metió en un callejón sin salida. Una vez ambos ninjas doblaron la esquina, el ladrón no estaba. Se sorprendieron por ello.

El rubio miró por todos los lados, analizando alguna posible explicación. Su mirada se centró en el muro de ladrillos que tenían delante. Era de un tamaño medio, por lo que el atracador pudo haber saltado.

El menor corrió hasta este, desconcertando al de azul. Lloyd apegó su espalda contra la pared, doblando sus rodillas y extendiendo las manos.

– Lloyd, no creo que sea el momento para hacer sentadillas – Comentó sarcástico Jason, frunciendo el ceño –.

Su líder rondó los ojos por el comentario.

– Es para darte impulso y que puedas saltar el muro. Creo que el ladrón pudo haberlo saltado – Explicó en un tono normal, escuchando un gran 'ah' por parte de su compañero –.

Jay cogió carrerilla y empezó a correr en dirección al rubio. Saltó para colocar su pie en las manos de Lloyd, el cual le impulso hacia arriba, levantándose en el acto.

El maestro del rayo se agarró al final de la pared, logrando pasar por ella al otro lado. El de verde sonrió.

Nada más Jason cayó al suelo en buena posición, divisó al ladrón al final de la calle, esta vez sin salida.

– Te vas a pudrir en la cárcel, amigo – Dijo el de azul mientras lo apuntaba confiado –.

El sujeto le plantó cara al ninja, gruñendo incluso mostrando sus dientes mal cuidados. Jay recién se había dado cuenta de que era incluso más alto y grande que Cole. Tragó saliva, dando un paso hacia atrás.

– Eh, Lloyd... me he replanteado tu plan – Le dijo a través del muro, riéndose al final nerviosamente. Se notaba el miedo en sus palabras –

– Vamos, Jay, has podido con cosas peores – Intentó animarlo para que no se rindiese –

– ¿Pero tú has visto el tamaño de este tipo? – Preguntó extendiendo ambos brazos, señalándolo aunque Lloyd no lo pudiese ver – ¡Es enorme! – Exageró dramáticamente –

– ¡El tamaño no lo es todo, Jay! – Le contestó – ¿Recuerdas a Nimbus en el reino de la nube, cierto? Tú lo venciste o bueno... – Recapacitó – Lo ahuyentaste, pero eso no es a lo que quiero llegar – Concluyó – Ese bicho era el triple que nosotros, ¿no vas a poder con esto? – Preguntó, utilizando un tono algo burlón para provocarlo –.

El de azul se sintió "ofendido" no por esa pregunta, sino por el tono del ninja verde. ¿Cómo se atrevía a decirlo eso?

– ¿Es que acaso me estás retando? – Preguntón con indignación, sacándole una sonrisa al menor –.

La mirada del maestro del rayo se centró de nuevo en el sujeto, él cual no había podido ir a ningún lado y seguía delante de él, con la misma expresión de antes.

– ¿A qué estás esperando, ninja? – Interrogó al atracador amenazándolo, estaba impaciente –.

El de pelo guinda llenó sus manos de cargas eléctricas y sin previo aviso, corrió hacia el ladrón, lazándolos, mientras gritaba furioso, con los ojos cerrados.

El hombre cayó desplomado al suelo al recibir tanto voltaje, inconsciente. La bolsa que llevaba también impacto contra el piso.

Jay paró en seco, parpadeando varias veces, para luego sonreír y levantar el puño.

– ¡Ja! – Se mofó victorioso y arrogante – Ya te dije que te ibas a pudrir en la cárcel – Repitió su misma frase –

– ¡Jay, céntrate! – Escuchó a Lloyd a lo lejos, cortándole el rollo al ninja azul. Este hizo una mueca de aburrimiento –

– Bueno, al menos déjame celebrar mi victoria, que aguafiestas... – Se quejó, cruzándose de brazos –

– Te dejaré disfrutarla cuando le hayamos entregado – Contestó simple –

– Vale, vale, ya voy – Volvió a quejarse, empezando a andar hacia el hombre en el suelo –.

Al estar a dos pies de él, vio una silueta saltando de tejado en tejado, sorprendiéndole. Una vez pasó por ahí, tanto el atracador como lo robado desaparecieron en un humo de color morado. Prácticamente la mandíbula le llegó al suelo por presencia aquello.

– ¿¡Qué!? – Exclamó aún en shock, preocupando a Lloyd –

– ¿Qué ocurrió, Jay? – Preguntó, frunciendo el ceño, esperando una respuesta –.

Un silencio se hizo presente. Tan solo se escuchaban a algunos perros ladrar y las tuberías de metal en los edificios mal atornilladas darse contra estos por una brisa de viento.

El movimiento del aire hizo que los cabellos de ambos ninjas se meneasen, pues no llevaban su capucha puesta. Un viento muy familiar.

El rubio apretó los puños decidido. Se subió a un contenedor del callejón y desde él saltó hasta el bordillo del muro, pudiendo pasar al otro lado, viendo a su compañero ahí parado. Se acercó a él, lo más rápido que pudo preocupado.

– Jay, ¿estás bien...? – Preguntó levantando una ceja, extrañado por su comportamiento, hasta que vio que no había nadie más que ellos dos en el lugar – ¿Eh? – Exclamó, buscando con la mirada al sujeto – ¿Dónde está el atracador? –

– Estaba aquí mismo, ¡te lo juro! – Contestó el de pelo guinda, agarrándole de los hombros sacudiéndolo – Desapareció en, yo que sé, una especie de humo morado – Intentó explicarlo – ¡La gente no desperece en humo así porque sí, Lloyd! – Siguió hablando agobiado –.

El menor se tensó por el acto de su compañero. Una vez paro de menearlo, apartó las manos de Jay de sus hombros, recobrando su postura.

– Primero, Jay, por favor, cálmate – Le pidió sonando tranquilo, haciendo un gesto con sus manos – Segundo, hemos visto muchas cosas, me extraña que te sorprenda – Comentó sin sorprenderse por ello – Y tercero, podemos darle una explicación lógica, ¿qué más viste? – Intentaba averiguar lo sucedido –

– Una silueta, nada más pasó, el atracador se hizo humo y desapareció – Explicó ahora un poco más tranquilo, pero la angustia aún se escuchaba salir de su voz y se veía en su rostro –.

Lloyd se llevó una mano al mentón, pensativo.

– Tendrán ayuda de un cómplice, quizá – Llegó a esa conclusión, mirando a Jay – Vayamos con los demás para ayudarlos, no hay tiempo que perder, podrían estar en problemas – Frunció el ceño –.

El de verde logró trepar hasta la azotea del edificio. El maestro del rayo suspiró pesadamente, mientras doblaba su espalda decaído.

– Y yo que pensaba que esto iba a ser una misión fácil... – Se dijo así mismo, rondando los ojos –.

Esta vez sí se puso su capucha, para hacer los mismos actos que Lloyd y subir a los tejados de los edificios.

[Notas de autora]

Bloqueo. Bloqueo. Bloqueo 

Monster || Lego NinjagoWhere stories live. Discover now