AMOR ENCUBIERTO. (Logan Henderson)

Capítulo diecisiete.

Ashley y yo llegamos a las risas al lugar de encuentro. Le había venido contando las bromas pesadas que a veces nos hacemos con James. Creo que es la forma de cariño más cercana que tenemos ya que muy pocas veces nos demostramos amor.

Una mano tocó mi hombro y al darme la vuelta, lo primero que vi fue una rosa. Y más allá de la rosa estaba el rostro de Henderson, quién me miraba sonriendo de una manera tierna.

Esa sonrisa es la perdición de cualquiera.

Se acercó hasta mi oído y susurró: te ves muy linda hoy.

Yo dejé de respirar.

Definitivamente hay que darle un premio a este chico. Hizo que le temblaban los calzones a la chica más ácida y malhumorada del mundo.

- Es para ti.– Me entregó la rosa.

– Eh... gracias, que bonito. Nadie antes me había dado una rosa.

Por el rabillo del ojo miré a Ashley quién estaba apuntó de explotar por la escena que estábamos protagonizando.

- ¿Y Carlos? – Pregunté al no verlo.

- Ya debe estar por llegar, si quieren lo esperamos en ese asiento.

- OK. – Dijimos al unísono.

Más o menos unos diez o quince minutos después llegó Carlos  donde estábamos sentados.

-Perdonen el retraso, tuve un inconveniente con mi hermano menor. – rodó los ojos.

Su mirada se posó en Ashley y luego sonrió ampliamente.

Creo que aquí hay amor mutuo.

- ¿Y a donde iremos? – Preguntó Ashley.

- ¿A donde quieren ir ustedes? – preguntó Henderson.

- hay películas de estreno muy buenas, podríamos ir al cine– propuso Ashley.

- Sí, ayer pusieron estrenos, es una buena idea.–  Concordó Carlos.

- Entonces iremos al cine. – afirmé.

Ya en el cine, Ashley y Carlos se pusieron de acuerdo para ir ellos a comprar las entradas y que Logan y yo compraramos las palomitas y las bebidas.

Ellos si que estaban emocionados por quedarse solos, mientras que yo... cada vez sentía que mi cabeza estallaría por el debate mental entre sí y no.

- ¿Sabes? – Dijo Logan mientras esperábamos nuestro pedido. – No quiero incomodar pero... lo de hoy en la mañana...

- Si, lo sé, fue un grave error.– interrumpí. 

- Eh... en realidad...

No dejé que continuara y volví q añadir.–  lo pensé mucho todo el día y la verdad que me arrepiento un poco. Estamos bien siendo amigos...

Las palabras se amontonaban en mi boca.

– ¿amigos?– preguntó un poco irónico.–  Sí, bueno, supongamos que somos amigos pero...

– Pero qué.

– Me gustaría ser algo más que un amigo contigo. Realmente me agradas. Me gusta como eres. Eres inteligente, segura, no le tienes miedo a nada... pero, bueno... ya veo que no me ves de esa manera.

La chica que nos atendía nos dio el pedido. Él tomó las cosas y se fue dejándome con una sensación horrible en el pecho

¿Por que me sentía tan mal?

El problema era que mi víctima, no era una mala persona, era un chico común y corriente que quería pasar tiempo y compartir cosas con una chica que parecía ser común y corriente.

Ashley ya me había mencionado que era un mujeriego y al principio traté de usar eso como para darle provecho a mi misión. Pero creo de verdad todo él  es... es perfecto.

Pero en qué estaba pensando…

Había cometido un grave error.

Mezclar lo personal con el trabajo. Ahora sería más difícil deshacerme de él. Suspiré. Talvez Ashley si tenía razón, me estaba gustando Henderson.

La chica me dio las cosas que faltaban y me fui con los demás.

Yo ya había cambiado con completamente de humor. De verdad que me sentía mal y estaba necesitando de Rossi para que me diera sus sabios consejos.

La comenzó a avanzar y de apoco las personas iban entrando a la sala. Ashley y Carlos se sentaron juntos, mientras que yo terminé atrapada entre Ashley y Logan.

Logan tampoco parecía muy contento con la asignación de asientos, pero lo hecho, hecho está.

Nadie decía nada… Todos estaban atentos a la película.

Por accidente puse mi mano sobre la de Logan en la cubeta de palomitas, nuestros dedos rozaron y automáticamente cruzamos miradas. Él desvió la mirada ala pantalla y me cedió la cubeta entera.

Suspiré profundamente. No me gusta esto. Definitivamente no me gusta.

- Necesito hablar contigo.–  Susurré en su oído.

-¿Ahora?–  arqueó una ceja.

– Sí, tiene que ser ahora.

Nos levantamos y fuimos hasta el último de todos lo asientos para no molestar a los demás. Ashley y Carlos ni si quiera se dieron cuenta.

-¿Qué es tan urgente?

-Lo que sucede es que...–  suspiré. Miré al piso tratando de encontrar las palabras.– es muy difícil para mí ¿Sabes?

-No estaría entendiendo.

- Lo que sucedió esta mañana si fue un error, y tú y yo de verdad estábamos comenzando a llevarnos bien como amigos... pero... – carajo ¿tan difícil es?–  eso no signica que no me guste pasar tiempo contigo y que... que me atraigas un poco.

Él me miró un poco sorprendido y luego confundido.

Así que lo que hice para que entendiera mejor mi punto fue acercarme y besarlo de golpe.

Él se quedó inmóvil unos segundos y luego sentí sus manos en mis mejillas profundizando el beso.

Qué bien besa, por favor.

Creo que los dos nos entendíamos mejor de esa manera. Luego de un par de besos cortos y tiernos él se apartó de mí y sonrío.

Otra vez esa sonrisa perfecta.

– hey, no quiero que te asustes por lo que voy a preguntarte pero... ¿Quieres que andemos juntos? Para terminar de conocernos bien y quién sabe... tenemos todo el tiempo del mundo.