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Sabía que tenía que haberlos matado en un primer momento, pero mi debilidad a hacer sufrir a las personas es tan grande que no me pude controlar.
Ella me había advertido que esto pasaría, pero bueno, si ellos quieren jugar al gato y al ratón los complaceré, que lo disfruten porque eso será lo último que hagan en sus vidas.
Luego de que el idiota se matara, agarré su cuerpo, solo que le terminé de cortar su cabeza, ya que no me servía de mucho y la dejé tirada. Lo llevaba hasta mi “guarida” donde tengo mis herramientas y a la otra pelotuda, espero que se haya cansado de gritar.
(…)
Cuando llegué, llamé a Facundo a ver si aparecía, pero no lo hizo, tuve un mal presentimiento, espero que lo haga todo bien y no tenga que arreglarlo yo.
Lo deje pasar y fui hasta donde se encontraba la chica y cerciorarme de que estaba todo en paz.
Gritando “felizmente” llegué a su lugar, pero ella no estaba, me puse a gritar como loca, ahora me tocaba el doble del trabajo, puse el cuerpo en su lugar y fui a agarrar unas armas más, pero algunas me faltaban ahora esta estúpida de mierda va a morir peormente de lo que estaba por hacerlo.
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Ellos mantenían su respiración tratando de que ella no les haya prestado atención, pero lo había hecho. Se fue acercando lentamente.
– ¿Ari? – dijo Dafne insegura, antes de que el hacha le pudiera golpear.
Ella no pudo mantener su emoción cuando Dafne habló y los abrazó, ellos también lo hicieron.
José sentía que en cualquier momento se moría, ese susto que se había llevado por Ariadna, simplemente no lo podía describir.
Ariadna rápidamente les preguntó cómo habían sobrevivido, ellos le contaron resumidamente la historia. Al terminar le preguntaron lo mismo, no se pudo contener más y abrazó a Dafne, contándoles la desgracia que le había ocurrido esa noche, permitiéndose soltar solo algunas lágrimas.
Ellos estaban más que tristes por eso.
Ariadna se recompuso al darse cuenta de que todavía seguían en aquel bosque, rápidamente les dio un arma a cada uno, sabían que no sería nada fácil estar allí.
Empezaron a caminar hacía ningún lugar en específico, solo caminaban para poder encontrar alguna salida.
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Estaba tan enojada, trataba de pensar algún plan, faltaba hora y media para poder encontrarse con su amiga.
- Te dije que tenías que haberlos matado rápido.- dijo en forma de regaño, ocultando su gran enojo.
- Si, lo sé. Pero sigo pensando que esto puede ser un juego muy divertido, cuanto más tarden, más torturas les haré.- dije restándole importancia.
Ella solo rodó sus ojos, sé que quería que haga el ritual ya, pero todavía necesito que empiece a amanecer y poder completarlo.
(…)
Antes de irse me dijo que vaya hacía el Norte, entonces eso hice, iba pensando cuantas torturas les haría antes de hacer el ritual, solo tendría que mantener viva a una chica.
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Eran conscientes de que la asesina podría aparecer en cualquier momento. Sus pasos eran lentos y silenciosos, hacían el mayor silencio posible por si algo se acercaba.
Llevaban caminando mucho, pero no querían detenerse, escucharon un ruido a lo lejos, agarraron fuertemente sus armas, preparadas para atacar, de repente José cayó inconsciente en los brazos de la asesina, ninguna se dio cuenta, ya que él iba atrás.
Dafne sintió que alguien le agarraba el brazo, ella instintivamente se giró y con toda su fuerza le golpeó la cabeza a la asesina, se sorprendió de sí misma, agarró a Ariadna y la giró hasta que ella pueda ver lo que había hecho.
Ariadna la miró un momento sorprendida y luego recargó toda su furia sobre ella, golpeándola como ella había hecho con Nicolás.
No podía parar de hacerlo, todo el dolor que le había hecho sentir quería demostrárselo, que ella se sienta peor.
De repente paró y no sabía por qué, quería seguir pero algo se lo impedía, Dafne se quería mover pero no lo lograba, una chica apareció en frente de ellas y levantó a la asesina.
- Hay, Sofí, Sofí, Sofí, te dije que siguieras al norte ¿no? Sabes, esto me parece espectacular, por fin podré tener un cuerpo humano de vuelta, déjame inspeccionarlos.- su mirada cayó sobre Ariadna, ella sentía sus pelos de punta, sabía que quería su cuerpo, se dio cuenta, solo por eso la dejaron viva.
La fantasma dejó a “Sofía”, la asesina, y se detuvo en frente de ella.
- Quiero el cuerpo de esa chica, no importa que tortures a la otra pero a este no le hagas daño.
Ella asintió, sabía que tenía que obedecer si quería que su amiga tuviera vida. Ella empezó a caminar hacía ellas dos, como si nunca le hubiese pasado nada, ni un moretón tenía.
Las ató y empezó a arrastrarlas, ya había preparado todo y todavía faltaban unos pocos minutos.
Dafne lloraba, todavía estaba viva porque Sofía se mantenía torturando los cadaveres de todas las víctimas de ese día, Marcos y Florencia también estaban allí.
Todos estaban atados a los árboles en una ronda. Eran 7 chicas y 5 chicos, los cuerpos la mayoría estaban despedazados, sin cabeza o miembros del cuerpo.
José, al igual que Ariadna y Dafne, estaba vivo pero inconsciente, le había golpeado fuertemente la cabeza.
En medio había un dibujo que desde el cielo se podría llegar a apreciar. Garabatos a sus alrededor. Sofía estaba en medio junto a una mesa de piedra, al parecer de sacrificios.
Ariadna recordó de que tenía guardada una navaja en la manga, así prevenir de que la atasen, la soga era gruesa pero pudo cortarla, solo faltaba de que la asesina volviera por ella.
Había escuchado que si una persona leía ese libro en voz alta pronunciándolo perfectamente, y en un minuto o menos moría una persona, el fantasma tendría el cuerpo de la persona sacrificada.
Un minuto antes del amanecer, Sofía empezó a recitar las palabras que debía estaba tan concentrada que no se dio cuenta de que Ariadna le lanzaba la navaja a Dafne. Cuando terminó se dirigió hacia ella, Sofía se dio cuenta de que estaba sin la soga, la agarró fuertemente, pero Ariadna la detuvo antes de que pudiera matarla. Forcejearon, la fantasma estaba desesperada, quería volver a vivir, los primeros rayos de sol salían, Ariadna empujó rápidamente a la asesina, haciendo que esta caiga para atrás sobre un árbol clavándose una gruesa rama en medio del pecho.
Solo un segundo después, niebla empezó a verse y como apareció, también desapareció.
El cuerpo obviamente no resistiría eso, pero era el fantasma era ahora quien estaba dentro de este.
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La búsqueda comienza
Misterio / Suspenso7 Amigos van a acampar, al comienzo todo va bien. Pero ¿qué pasa cuando alguien quiere matarlos?