CAPITULO 5 ¿Es una fiesta formal o informal?

37 10 3
                                    




Para intentar quitarme de la cabeza lo sucedido con Paul en el ascensor y borrar de mi mente todo lo pensado acerca de mí novio, le comento a mi compañera el tema de la fiesta a la que me invitó Mike, es mañana y aún no les he comentado nada.

-       ¿Sabes que mañana hay una fiesta organizada por los chicos de la octava planta?

-       ¿En serio?- me dice abriendo los ojos de par en par – ¿y tú como te has enterado?

-       El otro día vino Mike, uno de ellos y me invito- le digo encogiéndome de hombros intentando no darle importancia al asunto – me ha dicho que puedo llevar a quien quiera de acompañante pero tenemos que decirle si vamos o no hoy mismo.

-       Yo me apunto sin pensármelo dos veces – dice dando palmaditas con sus manos en forma de aplausos.

-       Vale, le confirmare a Mike que vienes conmigo, no le voy a decir nada a Sarah porque me ha comentado que mañana vienen los jefes y que se tendrá que quedar hasta tarde redactando toda clase de informes.

-       Mejor, vamos las dos solas y así más hombres para nosotras – dice mientras se retoca el pintalabios rojo y me mira con una ceja encarnada.

-       Jajaja, que boba eres, ya sabes que yo solo tengo ojos para Zach.

-       Si, Zach, ese que tanto quieres pero que tan pocas cosas hace por ti.

-       No es verdad, Zach es muy atento conmigo – le digo mientras tecleo un mail para uno de nuestros clientes de Nueva York.

-       Sabes que no, al principio podría ser muy atento contigo, pero últimamente es muy distante y todo lo que le propones para hacer le sienta mal o no le gusta, siempre termináis haciendo lo que él quiere.- me quedo mirando petrificada y pensando que realmente tiene razón, es justo lo que yo he estado pensando hace un momento.

Por alguna razón, al comienzo de nuestra relación, todo era perfecto, solíamos hacer muchos planes juntos con o sin amigos, solíamos disfrutar de la compañía de ellos pero ahora ya nada era igual. Se había vuelto muy posesivo, si salíamos con amigos tenía que ser con los suyos porque los míos decía que eran aburridos y si yo prefería quedarme con mis amigos se enfadaba y decía que si me aburría con él o si ya no estaba a gusto con su presencia. En cierto modo sabía que la relación se estaba enfriando, al menos por mi parte, pero no quería reconocerlo y menos delante de mi compañera de trabajo, suficiente trabajo me estaba costando apartar esas ideas de mi mente como para encima exponerlas delante de ella y demostrarme a mí misma que era hora de hacer algo.

Kate era encantadora, la primera vez que la vi pensé que sería la mítica compañera de trabajo que está dispuesta a echar por tierra tu trabajo, pero me equivoque.

A lo largo de este último año, la he empezado a ver más como una amiga que como una compañera. Para ser realistas, paso más tiempo con ella que con cualquier persona que conozca. 8 horas diarias de trabajo dan para mucho y sobre todo si sueles tener muchos líos mentales como los tengo yo. En cierto modo, es mi terapeuta personal, solo que los consejos que ella me da son muy brutos a veces.

Nos sentamos en mi mesa y empezamos a buscar en internet el teléfono de contacto de la empresa en la que trabaja Mike para llamarle y comunicarle que seremos dos las que vayamos mañana a la fiesta.

Una vez localizado e indagado en diferentes páginas web buscando algún modelito para mañana, descuelgo el teléfono y marco el número que viene en la página web de la empresa.

-       RPCALCE enterprise dígame- contesta una voz femenina

-       Hola buenos dias, mi nombre es Elizabeth y necesito hablar con Mike, ¿se puede poner?

DE LA OFICINA A CASADonde viven las historias. Descúbrelo ahora