No homo ¿Cierto?

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Él no era gay, no definitivamente Craig Tucker no lo era ¿Y qué si tenía novio? Eso había sido culpa de toda la maldita ciudad, él simplemente tuvo que fingir para poder tener una vida sin ser visto como el malo de la película, ¿Y qué si pasaba casi todos los días con Tweek? Eso era lo que le habían obligado a hacer.

Y Tweek no era tan desagradable como todos.

Es más, no era desagradable en lo absoluto.

Sí, el chico era un paranoico que podía pasarse el día gritando acerca del gobierno norcoreano o alguna otra cosa loca que le hayan metido en la mente, pero aun así era agradable, cuando estaban solos estaba mucho más tranquilo y entonces Craig podía conocer mucho más de aquel chico que ocasionalmente frecuentaba su grupo de amigos.

Tweek era un chico interesante, siempre con algo que decir, talentoso con el piano, la construcción de legos y ah, sí le tocabas la vena equivocada podías terminar con el ojo morado, a pesar de que sus padres estaban locos, él lo hacía bastante bien. Fue por eso que duraron mucho tiempo con esta farsa, habían pasado tres años desde que las asiáticas los habían emparejado, Craig tenía trece años, y a pesar de toda la situación no era tan molesta, tenía sus ventajas... Tweek se había convertido en su mejor amigo.

Eso era todo.

Una gran amistad, de ahí al amor, había una gran distancia ¿No es así? Craig no era gay.

En días como estos, en el parque junto con el rubio mirando las nubes, solía repetírselo más veces de las que él quisiera admitir, últimamente Tweek se había vuelto más cariñoso, teniendo detalles (como darle besos en la mejilla cuando nadie estaba alrededor para poder presenciar lo gay que eran, hornearle panecillos, darle regalos) incluso ahora, mientras pensaba en todo esto, Tweek se hallaba cerca de su costado con sus manos acariciando sus nudillos, Craig se mentiría así mismo si decía que no le agradaba.

—Estas muy callado— habló el rubio rompiendo el silencio.

—Bueno usualmente eres tú quien suele hablar.

—Sí, pero tu seño esta fruncido, no va con tu modo "Me importa una mierda" algo te molesta o te preocupa ¿Qué es?

—¿Por qué te importa? No es nada— respondió el moreno con curiosidad, usualmente Tweek siempre buscaba hacer que Craig no guardara sus emociones, pero pocas veces presionaba.

—Me importa porque quiero arreglar lo que sea que te este poniendo en ese estado.

Y ahí iba de nuevo, Tweek decía algo raro como si no fuese nada, y Craig sentía como si lo golpeasen en el estómago, desvió la mirada, estaba seguro de que estaba sonrojado y no entendía la razón.

—Para eso están los amigos— completó el rubio, por alguna razón eso hirió al moreno, ni si quiera había una razón para estarlo, pero allí estaba de nuevo ese sentimiento de que estaba haciendo algo mal.

—Eres un buen amigo Tweek.

—Lo sé estarías muerto sin mí ¡oh dios! ¡seguramente ya te hubieran expulsado! ¿y qué hubieras hecho? ¡Tus padres te echarían! Y entonces...

—Tweek...

Pasó una hora más antes de dirigirse a su casa, la casa de Craig quedaba de paso así que Tweek solía acompañarlo, pero esta vez dijo que tenía que desviarse a la cafetería de sus padres así que sólo lo acompañaría la mitad del trayecto. Había tomado su sombrero, sabía que a Craig le molestaba así que Tweek solía burlarse de él tomándolo y poniéndolo en su rebelde cabeza, la manera en que sus finos mechones rubios se aplacaban con su gorro le gustaba a Craig— se veía lindo— pensaba para sí mismo, no obstante, con la misma velocidad que lo pensaba, eliminaba aquel pensamiento porque, eso era bastante gay y él no era gay, no de verdad ¿cierto?

—Hasta aquí llego yo, amigo— avisó Tweek al ver que Craig no se detenía.

—¡Ah, cierto! Lo olvide, buenas noches Tweek descansa.

Tweek sonrió mientras asentía con fuerzas, y entonces ocurrió.

Lo beso, no exactamente en la boca, pero cerca de la comisura, el chico se fue aun agitando su mano como si no hubiese hecho nada... como si no hubiese hecho que el corazón de Craig diera un vuelco.

Esa noche tardo mucho en dormir y en la cena estaba inusualmente tranquilo, su familia lo notó y trató de hablar con él ¿Y si había peleado con su lindo novio? Sin embargo, no sacaron nada, así que simplemente se fue a dormir mirando a la ventana tratando de ver las estrellas desde su posición hasta que poco a poco el cansancio mermó sobre el chico y quedo dormido.

¡Oh! Ojalá simplemente se hubiese quedado dormido, Craig deseaba eso, pero se despertó en medio de la madrugada empapado de sudor, sabía que estas cosas empezaban a pasar a su edad, sin embargo, no se lo imagino así jamás... tan real.

Había tenido un sueño erótico, su primero sueño erótico.

Y el protagonista era Tweek...

Mierda, quizá, después de todo era un poco gay.


Hola, soy yo de nuevo, y esta vez con otra historia, esto va a ser mucho más relajado con fluff y quizá un poco de angustia, no lo sé simplemente me gusta la idea de desarrollar un romance entre ellos dos un poco más ¿común? ya saben sin lo típico, espero me acompañen en esta cosa, les guste y disfruten ¡Nos leemos!

Los idiotas del café y el espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora