Noche mágica.

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---Entonces, ¿quién te manda las flores?---preguntó Camila, después de haber terminado de escribir lo que Ally había gravado de la canción que le canto a Lauren.

---No lo se, pero creo saber quien---dijo Ally con una media sonrisa, pero con los ojos llenos de nostalgia.

---¿Quién?---insistió Camila.

---Tal vez fue Will---contesto aun con dudas---¿Lo recuerdas cierto?---Camila asintió

---el amigo del chico raro ¿no?---preguntó recordando a ambos.

---Drew---respondió Ally recordando su nombre y además la pena que debió haber pasado.---Si creo que fue él, pues hace un momento tome un café con él---suspiro---aunque---no termino de hablar cuando ella misma se interrumpió---no nada---Camila la miro con una ceja levantada.

---Aunque---insistió nuevamente.

---Es que la letra se parece tanto a la de---dijo ella con un suspiro y un nudo en la garganta, más una sensación de cosquillas en el estomago, que se sentían bien pero a la vez le daban una sensación de vació---A la de Troy---termino de decir.

---¿Quién es Troy?---preguntó Camila curiosa,

---Mi ex novio---respondió Ally con una sonrisa y los ojos tristes

---Oh---fue lo único que puedo decir Camila---Sabes aveces duele más callar lo que el corazón quiere gritar---respondió---Duele más guardarte las cosas para ti misma, cuando puedes hablar y dejar que se vayan, liberar tu corazón.---

---Lo se, pero apesar de que terminamos hace 3 años, no puedo hablar sin evitar llorar al pensar en Troy---dijo suspirando---Él siempre fue un hombre maravilloso---dijo con media sonrisa.

---Puedes hablarme de él si quieres Ally---Ally asintió tal vez el hablar ayudaría a liberar su corazón, ante el recuerdo de Troy.

---conocí a Troy en la iglesia---dijo ella sonriendo---hace 10 años, cuando ambos teníamos 14 años.

FLASHBACK.

---Buenos días Ally---dijo él padre Alberto mirando a esa risueña niña que sin falta estaba todos los fines de semanas en las misas, aveces hasta parecía que era ella quien obligaba a ir a sus padres en vez de que fuera lo opuesto.

---Buenos días padre Alberto---dijo ella sonriendo como siempre.

---Pasa Ally, aun no vamos a comenzar por que aun no han llegado ni la mitad de las personas que suelen venir---dijo el mirando a los padres de Ally y regalando les una sonrisa que ellos correspondieron.

----Que pena---dijo ella negando con la cabeza---No entiendo como la gente no aprecia este regalo que nos da el acercarnos un poco más  a Dios---suspiro---No debemos buscarlo solo cuando estamos en dificultades, ni culparlo solo por que las cosas no salen como esperábamos---dijo con desaprobación a lo que el padre Alberto sonrío, Ally era una niña maravillosa.

---Ally, ¿te gustaría al final de la misa dejar tu enseñanza?---los ojos de Ally brillaron en ese momento al pensar que sus palabras podrían ayudar a alguien. sin dudarlo acepto y entro a la iglesia con más emoción que de costumbre, dirigiéndose con una sonrisa a los asientos que estaban hasta adelante, no sin antes ir saludando con un "buenos días" a todos los presentes.

Nadie se sentaba hasta adelante, pero no por que las misas no les gustaran, si no por que sabían que Ally se sentaba allí y aun que a ella no le molestara que alguien más estuviera sentado allí, la gente amaba a Ally y a la manera de llenar de luz cada lugar donde estaba.

muchos iban por que si una pequeña niña era tan creyente y tenía tanta fe en Dios ¿Porqué un adulto no?, la vida de Ally estaba llena de alegría y luz y todos creían que se debía a su fiel e inquebrantable fe en Dios.

La Verdadera pelea - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora