Juego de dos

10.- Extráñame

― ¿En qué piensas? ― Tae le observaba, mientras su mano corría juguetonamente por los botones de su camisa, no en un gesto lascivo, era algo completamente inocente y natural. Llevaban un rato hablando acerca de sus sentimientos, de sus preocupaciones, de sus expectativas para esa relación ― Me siento extraño, ya sabes... no extraño contigo o con lo que siento. Tal vez, en cómo debo actuar ― Tae escuchaba atento, dándole tiempo para que expresara sus preocupaciones, intentando ser Tae y no el psicólogo que traía en su interior ― Siendo tú, por ejemplo ― Jungkook resopló ― Créeme, no querrás ver al Jungkook que soy ― ¿No? ¿Entonces quién eres?― Jungkook frunció el ceño ― No lo sé. Este Jungkook es nuevo y no lo reconozco ― De pronto se giró mirando hacía Tae, recolocándolo a su lado para abrazarlo mejor. Le miró a los ojos ― Esto que hacemos en este instante, es nuevo para mí. Yo no hago estás cosas. No miro a los ojos, no acaricio, no abrazo... ― Tragó saliva, y reflexionó por un momento si era bueno dar toda la información que estaba dando a Tae. Hizo un recorrido por su rostro y le miró nuevamente a los ojos. Otro cambio importante en él. La persona que tenía frente, le inspiraba toda la confianza del mundo y apenas le conocía ― Las relaciones que he tenido han sido muy lejanas por decirlo de alguna forma. He sido muy capullo con la mayoría. Solo satisfacción sexual y ya está y con alguna otras, he intentado ser mejor, pero he terminado siendo el mismo capullo ― Se mordió los labios, mientras esperaba la respuesta de Tae ― Has dicho he sido. Voy a confiar en ese tiempo verbal ― Jungkook sonrió ― No quiero hacerte sufrir. Tampoco quiero sufrir yo ― Suspiró profundo ― Pero, no puedo prometerte nada, porque esto es demasiado nuevo y extraño y... no sé lo que sucederá mañana conmigo... Sin embargo, no podía estar lejos de ti por más tiempo ― Oye... yo tampoco sé qué va a suceder conmigo mañana. Vamos a dejarlo en que ahora quiero estar cerca de ti y mañana ya veremos... ¿Vale? ― ¿Eso...qué quiere decir? ― Quiere decir que no proyectemos nada más que este momento. Si eso la idea de conocernos mejor, de estar juntos si se nos da la gana, de besarnos ― Le besó, con tanta sensualidad que a Jungkook casi le da algo ― de charlar, así como hacemos en este momento ¿Te parece?― Hazlo otra vez ― Tae le miró sorprendido ― ¿Qué? ― Bésame así, como hace un momento ― Tae sonrió y acercándose poco a poco le besó. No pasó mucho más para que Jungkook estuviese sobre él, rozándole el cuerpo entero con su cuerpo y comiendo la boca más apetitosa que había probado en su vida.

Tae había decidido muy contra su voluntad que no iría a más al menos por ahora. Quería dar tiempo a Jungkook a estar completamente seguro del paso que daría y también quería minimizar posibles daños para él mismo si luego había arrepentimientos de su parte. Así es que siguió su táctica de llevar al límite, pero no pasarlo. Cuando Jungkook decidiese estar con él íntimamente sería porque estuviese cien por cien seguro.

Jungkook se entregó a la pasión que Tae despertaba en él. A las sensaciones de gozo que sentía al experimentar con el cuerpo del pequeño. Y observó cómo sensaciones nuevas se apoderaban de él. Cosas que jamás pensó siquiera que existiesen de pronto las estaba viviendo y disfrutando, pero también era consiente de ir paso a paso, de no apresurarse. Sin duda tenía mucho que aprender del pequeño, porque se daba perfecta cuenta de que le estaba ayudando a disfrutar sin volverle loco. Rió para sí mismo, jamás con ninguna chica actuó así. Jamás dio paso para esperas innecesarias según él. Jeon Jungkook iba a lo que iba sin demasiados preámbulos. Y aquí estaba, como un adolescente jugando a los primeros juegos sexuales con su amiguito, tentando el camino, incitando a jugar más y mejor.