Juego de dos

6.- Tengo un problema

La semana estaba pasando con el ambiente enrarecido. Por una parte estaba Nam que se había quedado satisfecho con la amabilidad de Jungkook y ya estaba planeando un nuevo encuentro. Luego estaba Jimin, a quien Tae había contado lo sucedido y según él analizando fría y profesionalmente la situación, solo podía deberse a que ― Le gustas... y rechaza el sentimiento. Mejor dicho se niega a ser bisexual o abiertamente gay, pero no le des tanta importancia. Es un hecho que muchas relaciones exitosas parten de una relación compleja ― Tae no estaba muy convencido del análisis, ni del resultado de este. ― ¿Relación compleja le llamas a tener diferentes inclinaciones sexuales? ― ¡Por supuesto! Debes verlo así a menos que quieras agobiarte ¿Aún estás jugando, no es así?― Claro... es sólo que veo fracasado el proyecto y siento que pierdo tiempo― Tú y yo sabemos que eso está condenado al fracaso y sabes por qué... química mi querido Tae. Puede gustarte alguien que esté en las antípodas de tus gustos solo por la maravillosa química ― Yo no estoy en las antípodas de sus gustos, salvo por sus gustos sexuales, y déjame decirte que eso, por mucha "química" es algo que no todos están dispuestos a transgredir― Tú lo has dicho... no todos. Sólo algunos iluminados ― Tae no iba a discutir eso, definitivamente no.

Taehyung dedicó esa semana a lo que realmente debía dedicar sus días que era estudiar, un poco por quitar al hombre de su mente y un poco por mantener a raya su propio corazón. Él estaba estudiando psicología por algo, él podía mantener su mente fría y ser racional hasta donde su cerebro le permitiese. No podía andarse con pensamientos edulcorados, sobre hombres fantásticos cambiando su sexualidad solo por... seguir unas pautas de gustos. No, la vida era más compleja que eso.

Jungkook por otra parte llevaba toda la semana fluctuando entre rachas de mal humor y ensimismamiento que tenían descolocado a Yoongi, hasta que Jimin le dio un poco de luz sobre lo ocurrido y como Jungkook no le contó nada, él pretendió no saber. Daría a su amigo de su propia medicina, aunque había momentos que era imposible pasar por alto ― ¿Me quieres decir qué te pasa? Estás de un humor de perros ― No es así... yo solo, no soporto la ineficiencia ― Creo que estás demasiado susceptible. Oye, no fue un error de la señora Wan el que no recibieran a tiempo los fax, fueron ellos quienes no se dieron cuenta de que estaba estropeado― Ella no verificó ― No era necesario tratarla así. ¡Vamos reconócelo! Llevas toda la semana disgustado va a saber Dios por qué...me da igual, pero soluciónalo o controla tu temperamento ― Jungkook resopló con disgusto. Sabía que Yoongi tenía razón y que había sobredimensionado la situación con la señora Wan. Tendría que disculparse ― Lo siento, me disculparé con ella ― Yoongi aceptó las disculpas de su amigo y le miró con ternura ― Oye... no olvides que tienes un amigo. Si te pasa algo... tal vez puedo ayudar ― Ahora no Yoongi. Necesito ordenar mi mente ― Yoongi asintió. Una media sonrisa se dibujó en su rostro Tendrás que ordenar tu corazón y más cuando veas lo que tengo preparado para ti ― Bien, ya sabes dónde estoy ― Al cerrarse la puerta Jungkook se relajó sobre su sillón. Dejó caer la cabeza en el respaldo cerrando los ojos y lo único que vio era el delicioso rostro del rubito sonriéndole. Mierda, mierda Esto no me puede estar pasando. Pensó en llamar a alguna de sus tantas "amigas" y pasar un rato. Tal vez todos esos pensamientos eran debido a su desinterés por el sexo femenino, estas últimas semanas, pero qué podía hacer. Su última relación seria no dio fruto alguno debido a la estúpida superficialidad de su compañera. No es que no se sintiese atraído, es que ella le bajaba el lívido con sus tonterías. Salir con alguien ahora le significaba como mínimo tener algo de interés y mierda, desde que conoció al rubito no sentía el más mínimo interés por nadie.