El Arte de Perdonar

TRABAJAR CON ÁNGELES.

El trabajo con ángeles es importante en el proceso del perdón, pues estos son espíritus puros creados por Dios antes que los seres humanos, cuya labor en el mundo es ser los mensajeros de Dios y colaboradores en el plano divino, también se dice que son la energía lumínica que intercede entre la divinidad y los seres humanos.

Los ángeles son emanaciones súper lumínicas de Dios, todo Amor. De ahí que, saben mejor que nadie lo que cada uno de nosotros siente en el fondo de su corazón y nos ayudarán a reparar heridas, unir almas gemelas, abrir caminos de paz y brindar la asistencia necesaria para que el amor triunfé en la faz de la tierra.
De modo que los ángeles nos maravillaran y nos darán la fuerza y la seguridad necesarias para poder emprender las tareas de cada día. Pues no olvidemos que todos los seres humanos tenemos algo de ángeles, sólo que debemos descubrirlo y animarnos a exteriorizarlo, expandirlo y multiplicarlo para sanar heridas del alma, ya sean las propias o las de nuestros seres queridos.

Ahora te daré a conocer un ejercicio que nos dejará estar en contacto con estos seres.

MATERIAL:

•  1 vela blanca.

•   3 inciensos, de sándalo, vainilla y benjui.

•  1 hornillo.

•  aceite esencial de jazmín.

•    música espiritual a su gusto.

Que hacer:

• Escoge un lugar tranquilo, que no haya nada de ruido, y te de paz.

•Colócate al centro de ese lugar, siéntate en la posición que te de más comodidad.

•ponga en el hornillo unas 5 gotas de esencia de jazmín.

•Enciende los inciensos y el hornillo y con volumen medió ponga la música que allá elegido.

•Con total solemnidad, respeto y apertura de corazón, encienda la vela, que es símbolo de Luz Divina.

•Ahora cierra los ojos, inhala y exhala por siete veces, reflexiona y visualiza tu vida cuando era niño, como era ese niño, ¿alegre o triste? Observa como sonríe, juega,  ¿como la hace?, contemplalo y abráslo, dela todo su amor.

•Ahora, llegó al momento: Llama a tu ángel, el que sientes que te ayudará a lograr tu propósito. Primero,desde lo más profundo de tu corazón di está oración: “Ángeles custodios, quiero ser uno con él y seguir el camino que me llevará a su Gloria. Irradien Amor en mi corazón”.

•Después inhala y exhala por siete veces y deja tu mente en blanco para poder recibir su respuesta.

•Deja fluir el tiempo y relajate mientas haces contacto. Quizás  la primera vez no seas muy intenso. No importa. Repite en los siguientes días hasta que notes la conexión.

•Una vez que ya hiciste contacto, y con los ojos cerrados exprésale tu necesidad se perdonar a esa persona que te hizo daño, dile como fue, que sentiste.

•Ahora aún con los ojos cerrados inhala y exhala por siete veces y siente como tu ángel convierte ese rencor en perdón, ese dolor en amor, la compasión en acción, esa depresión en vida.

•En este momento agradece a tu ángel, recuerda la importancia de la gratitud, visualiza como ese ángel se despide de ti, dejalo ir.

•inhala y exhala y lentamente abre tus ojos, permanece en esa posición y recuerda que nada mejor que nuestro ángel para reconciliarnos con los demás.

También puedes realizar otro ejercicio, para conectarse con el perdón, pero un poco mas sencillo, que es el siguiente:

Material:

• 3 velas: una rosa, una blanca y una celeste.
•Un Platón o charola.
•Una pluma negra y una dorada (plumín).
•Una hoja de papel.
•Música espiritual a su gusto.

Que hacer:

•Coloque las velas en el latón, forma un triángulo equilátero, enciéndelas.

•Escriba en el papel el nombre de la o las personas con las cuales desean reconciliarse y encierrelos con un círculo hecho tinta dorada.

•Ponga el papel contra las tres velas encendidas y diga:
“Ángeles custodios, seres de la luz, diganle a mi padre que quiero ser uno con el y seguir el camino que me llevará a su gloria. Irradien amor en mi corazón para poder ver a (nombrar a la persona) y a mi mismo con el verdadero amor, que todo lo sabe, que todo lo puede y que todo lo perdona ”.

•Hecho esto, deja la vela por tres minutos más y apagalas, pero sin soplar, debes hacerlo con mucho cuidado con los dedos o simplemente con un utensilio especial para ello.

•

•