Hunter. Nuevas Especies #2

Capitulo Seis.

El viento entraba con fuerza por la ventana, su cabello seguía moviéndose pero el hombre trataba de apartarlo de ella. Llevaban una hora y media de vuelo y ella no despertaba, había revisado la marca en el hombro y estaba cicatrizando; ella se movía un poco pero se le notaba lo cómoda que estaba, de vez en cuanto la reafirmaba en sus brazos y miraba a los machos al frente de él.

–¿No estás cansado de llevarla en tus brazos? –David le pregunto a Hunter.

Éste llevaba los audífonos puestos y le gruñó antes de responder.

–Nunca me cansaré de tenerla en mis brazos, ella está donde pertenece. –la estrecho más en sus brazos. –Se que los humanos no tienen el olfato que nosotros tenemos así que te lo diré, no te acerques a ella si no es por trabajo, ella es mi compañera y es mía.

David se encogió en el asiento y asintió.

–El viento está muy frío, creo que el invierno se acerca –Gabby le dijo a Hunter. –, y yo que pensé broncearme un poco.

David no sabía si la especie hablaba en serio o no, su cara estaba serie así que no dijo nada.

–Prepárense, aterrizaremos en cinco minutos. –El piloto anunció por medio de los audífonos.

Jessica dió un respingo y Hunter la miró, se veía muy cómoda en esa posición.

Jessica se movió un poco, podía sentir el aire pero se sentia caliente, el asiento estaba verdaderamente cómodo y caliente, escuchó una voz destorcionada, se obligó a despertar y empezó a abrir los ojos.

Lo primero que vió fue a la especie escolta de David y después a David al frente de ella, estaban inclinados, después se dió cuenta que era ella la que estaba inclinada, se trató de levantar pero sintió la presión, cuando levantó la vista vió el perfil de un hombre, tardó tres segundos en reconocer a Hunter.

–¡Qué mierda! ¡Suéltame! –Trato de incorporarse pero el macho no la dejó.

Él dijo algo pero ella no escuchó, el viento y los motores del helicóptero no la dejaban escuchar, su cara de confusión debió de ser evidente ya que Hunter se agachó y puso su boca a la altura de su oído.

–No te muevas, estamos a punto de aterrizar y no quiero que te pase nada. –Jessica apartó la cara y miró al frente.

La especie le sonrió y David la miraba como si fuera una especie rara de pez salida de los confines del mar. Hunter debió de haber hecho que David se cambiara, y eso le dió rabia. Miró al macho que la sostenía y éste le devolvió la miraba, le sonrió y ella apartó la miraba.

¿Cómo se atreve a hacer esto después de dejarme sola?, con tan solo recordarlo, la rabia volvió.

El vacío que sintió la hizo salir de sus pensamientos, se aferró a la mano de Hunter cuando el helicóptero empezó a descender más y más. Por su parte Hunter rió, viendo la expresión de miedo en ella, su nariz se movió y su frente se arrugó, se veía muy tierna así, le recordó a un cachorro asustado.

Jessica cerró los ojos mientras el helicóptero seguía bajando hasta que paró, los motores empezaron a apagarse y de pronto oyó como la puerta del helicóptero se abría; ella abrió los ojos y miró, ahí estaba un hombre de unos cincuenta años, por mucho, tenía ropas militares y la miraba expectante.

Jessica de inmediato se liberó de Hunter, pudo ponerse de pie en el helicóptero ya que su altura lo permitía, sintió la falta de calor y un pequeño mareo pero disimuló.

–Buen día, soy Jessica Jackson. –Avanzó por el helicóptero hasta la puerta.

Oyó un golpe y después un gruñido, Hunter estaba detrás de ella y se había golpeado la cabeza ya que el techo llegaba a cinco pies y tal vez cinco pulgadas, ella sonrió y se volteó, sin embargo Hunter la alcanzo a ver.