Capítulo 8

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Siento haber tardado tanto pero como ya le comenté a alguna de las lectoras por mensaje privado los exámenes finales me tenían súper atareada. No tenía tiempo de leer, ni de escribir ni de hacer nada. Aunque tengo buenas noticias. Al menos he sacado buenas notas!!!

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(POV CAMILO)

Me desperté al notar que la respiración de Viola había cambiado. Primero despegué un ojo y sonreí de manera somnolienta al ver que ella me estaba mirando. Ella se sonrojó al ver que la había descubierto y escondió su cara en el hueco de mi cuello.

Poco a poco me incorporé dejándonos a ambos sentados. Ella estaba a horcajadas sobre mí. Al percibir su cercanía mi amigo de los submundos despertó de su sueño y nos saludó a ambos con alegría e inevitablemente, Viola volvió a sonrojarse.

La bese en los labios dulcemente y a medida que nos besábamos el beso subió de intensidad. Nos separé para poder respirar y Viola soltó un jadeo de deseo. Tragué saliva fuertemente. Tenía que detenerme, debía arreglar algunas cosas.

—1Scusate piccola, pero tengo que irme. Debo hablar con mi hermano. —Ella asintió.

—Está bien. Iré a despertar a Nico, yo… yo debo hablar con Farid. —Mi sangre hirvió.

—No tienes nada que hablar con él. Despierta al niño, ponle ropa y nos vamos de aquí. —Le espeté con brusquedad.

Ella desconcertada solo atinó a asentir. Sin mediar palabra ambos nos vestimos y mientras ella despertaba a Nicolo yo bajé al salón. Por suerte para mi no había nadie despierto aún. O eso pensaba. Me giré al escuchar un ruido y pude ver que bajando por las escaleras de caracol estaba Farid. Cuando bajó ambos nos miramos fijamente. Eramos ambos de la misma altura.

—Buenos días. —Saludó.

—Buongiorno. —Contesté en tono frío. —Es temprano, y supongo que te acostaste tarde.

—Estoy acostumbrado a madrugar desde que era pequeño. —Asentí.

—¿Qué tal tu… noche? —Le pregunté. Quería regodearme un poco de que ahora su “prometida” era MÍA.

—Supongo que no tan interesante como la tuya. —Se acercó a mi dándome un abrazo y me susurró. —A pesar de que nos conocemos desde hace poco, para Nico yo soy su padre.

Mis ojos ardieron en furia. Lo empuje y le di un puñetazo en la mandíbula.

—¡Camilo! —Gritó Viola con Nico en sus brazos. Hijo de puta, era una trampa.

Papa ¿estás bien? —El crío salto de los brazos de su madre y se fue junto a Farid. Miré a Viola con el ceño fruncido y ella fue a por MI hijo y lo cogió de la mano.

—Despídete cariño nos vamos.

—Adiós papi. ¿A dónde vamos? —Respire varias veces para calmarme

—A casa. —Dije.

—Adios Fa… —cogí a Viola del brazo y la llevé conmigo hasta un coche que reconocí por la matrícula. Tenía las llaves puestas. Supongo que Zeus lo dejó para mi.

Nos metimos en el coche y cuando Nico ya estaba atado nos arranqué alejándonos de la casa. Despues de un rato en silencio comencé a hablar, más bien a gritarle a Viola en italiano.

— 2Lascia che sia l'ultima volta che mio figlio ha chiamato ad un altro papa! E non sarà parlare con un altro uomo. Hai sentito?  —Viola estaba tensa y solo asintió de pronto el niño habló.

Saga Familia Gotti 1: Fue tu culpa (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora