Capítulo 11

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(Dianora en multimedia)

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Pov Darel:

Genial, de puta madre. Justo cuando estaba pasándolo genial con Nicky, arreglando nuestros asuntos pendientes, va y llega mi abuela. Sí es que la suerte que yo tengo, no la tiene nadie en este mundo.

–Y dime, Nicky. ¿A qué te dedicas? –Le preguntó la abuela con una sonrisa curiosa, mientras que Nicky jugaba con sus manos.

–Trabajo en una tienda de ropa, no especializamos en ropa para gente gótica o amante de los grupos de rock y metal –Le contestó Nicky mientras la miraba con cautela.

Como si la mínima palabra pudiese ser un error fatal para ella. La abuela asintió con una mirada confundida, no era de extrañar que fuera algo confuso para ella, después de todo lo de la cultura gótica moderna era algo muy nuevo para ella.

Nicky también se dio cuenta de ello y con una tierna sonrisa, empezó a relatarle a la abuela lo que significaba ser gótico hoy en día. La abuela entendió todo sin ningún tipo de problema, lo cual me sorprendió bastante la verdad.

– ¿Y cuánto lleváis saliendo juntos? –Le preguntó la abuela de nuevo con más interés que antes.

–Bueno no estoy segura al cien por cien, pero yo diría que llevamos... ¿Un par de semanas como máximo? –Le contestó Nicky no muy segura de la respuesta.

–En realidad son cinco semanas y cuatro días. ¿Pero quién lleva la cuenta? –Les dije yo mientras me encogía de hombros y ponía una mueca de indiferencia.

Nicky me miró con una sonrisa sin mostrar los dientes, mientras que mi abuela me miró con un brillo especial en los ojos.

–Vaya pues para mí eso es tiempo suficiente como para que me presentases a esta chica maravillosa. Ya era hora de que salieses con una chica decente, no como esa otra con la que estaba en el pasado –Dijo mi abuela mientras se cruzaba de brazos y me miraba de forma reprobatoria.

–Abuela... –Dije yo en tono de advertencia mientras rodaba los ojos.

–No interrumpas a tu abuela cuando está hablando, sobre todo cuando está diciendo la verdad –Dijo Nicky mientras levantaba una mano hacia mi abuela con una expresión de orgullo.

–Vaya, qué rápido os habéis entendido –Les dije yo con una sonrisa burlona.

– ¿Cómo no hacerlo? Si Nicky es la clase de chica con la que siempre quise verte, sencilla, educada y con carácter. Ya era hora de que una chica te pusiese en tu lugar, hijo –Dijo la abuela mientras me miraba de arriba abajo con expresión rara.

–Gracias abuela, me alegra saber que me tienes en tan buena estima –Le dije yo mientras escuchaba la risita de Nicky de fondo.

En fin, después de que la abuela y Nicky se conociesen a fondo nos despedimos de Nicky porque ella debía ir mañana a ver a su amiga Nataly a la clínica de rehabilitación y se había hecho muy tarde.

Cuando me quedé a solas con mi abuela, ella me lanzó una de esas miradas con mensaje oculto.

– ¿Qué? –Le pregunté con una ceja alzada después de haber cruzado los brazos.

–Nada, sólo me alegra ver que has encontrado a alguien que realmente te hace feliz. Ya empezaba a preocuparme que no encontrases a tu chica especial, Darel –Dijo la abuela mientras se acercaba a mí y me cogía la cara entre sus manos para darme un beso en la mejilla derecha.

–Abuela sin duda eres una romántica empedernida –Le dije yo mientras le sonreía con cariño.

Ella asintió con una sonrisa orgullosa y luego se fue a la habitación de invitados para desempacar sus cosas.

La metalera y el surferoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora