"Two can play this game, bit*ch." – “Dos pueden jugar a este juego, bi*tch.”
“Ay, ay, ay!” Justin se quejó por tercera vez esa noche. “¿Tendrás mas cuidado? No hay muchas veces que pueda ignorar como me presionas con tanta fuerza.”
Rodé los ojos. “Bueno, si no fueras tan malditamente impaciente, terco y molesto-, debido a que te mueves como un niño- ya hubiera acabado”, susurré de nuevo, la ira se estaba apoderando de mi.
“Nena, necesitas relajarte.” Justin susurró en un tono arrogante, con una sonrisa sobre sus labios.
Arqueé una ceja. “No me llames nena, idi*ota.” Murmuré. “Ahora, quédate quieto y no te muevas.” Volví a frotar con alcohol las toallitas desinfectantes en su piel desgarrada.
El simplemente se rió entre dientes, por fin me escucha por una vez, ya que mantuvo su cuerpo inmóvil, sin moverse un centímetro.
Se trataba de tiempo. Quiero decir, una cosa es ser impaciente, pero otra cosa es ser odiosamente grosero sobre todo tomándote el pelo.
Todo esto me dio un ataque de migraña, estaba a punto de perder mi maldita cabeza.
Todo comenzó cuando el gilipo*llas se puso sobre mi cama como si fuera el dueño del lugar, con sus manos detrás de su cabeza mientras miraba a mi televisor con admiración.
Me crucé los brazos contra el pecho, apretando los labios mientras mis ojos casi perforaban agujeros en el lado de su cabeza.
“Toma una fotografía, te va a durar mas nena.” Justin sonrió, sus ojos todavía estaban en la pantalla del televisor.
Yo, en cambio, no le encontré la gracia y ni siquiera sonreí. No, lo encontraba idi*ota. “Eres retrasado?”
Finalmente, sus ojos salieron del televisor. “¿Qué?”
“Dije que si eres retrasado?”
Justin torció el rostro en una mirada de confusión. “¿Es eso una pregunta trampa?” El inclinó la cabeza hacia un lado.
Dios todopoderoso, ¿por qué me quedé con un idi*ota por la noche?
“Voy a tomarlo como un sí.” Rodé los ojos, caminando hacia él antes de tomar el control del mando y apagar la televisión.
“Hey! Yo estaba viendo eso”, hizo un gesto con la mano hacia el televisor.
Me encogí de hombros. “Mi casa, mi habitación, mi televisión.” Alcé el mando a distancia hacia arriba en el aire. “Mi mando.” Le sonreí.
“¿Y? Estoy herido. Dame un respiro!”
“No es mi culpa que te apuñalaran. Tampoco es mi culpa que seas “Danger” y tengas un montón de enemigos.”
“Prefiero a los enemigos a largo plazo.”, Replicó Justin amargamente.
Luché contra la urgencia de rodar los ojos de nuevo. “¿Realmente importa?” Cargué el peso hacia un lado de mi cuerpo, mirándolo con mis ojos marrones.
El deslizó sus dedos por su pelo, tirando de los extremos antes de sacudir su cabeza y mirarme de nuevo. “Eres tan frustrante, ¿lo sabías?”
Me eché a reír. Ni siquiera dude en mantenerme quieta. Este gilip*ollas no se limito a decirlo en serio. “¿Soy frustrante?” Me señalé a mi misma. “¿Soy frustrante?” Repetí una vez mas, poniendo énfasis en el “soy”.
Mis ojos se abrieron cuando Justin asintió con la cabeza.
“Creo que eres la única chica a la que estoy mirando.” Metió los puños en los bolsillos de sus jean ajustados.
Me burlé, estallando en otra risa. “Si alguien es frustrante aquí, eres tu!” Señalé con el dedo a su cuerpo. “Dios, no te das cuenta de las cosas que haces?”
“¿Qué hago?” El me dio una mirada que decía “Continúa, dime lo que hago”
“Bueno, para empezar, eres bipolar”. Levanté mi dedo índice.
“¿Cómo co*ño soy bipolar?” Gruño.
Yo se lo indiqué. “Ahora mismo, te enfadas por nada.” Solté un falso suspiro. “Ese es el número dos.” Levanté otro dedo hacia arriba.
“¿Cómo no enfadarme cuando me estas acusando de mi*erda que no es verdad?.” Escupió.
“Negación”. Me volví hacia él. “Primer signo de ser bipolar.” Contesté.
“Eso es para la adicción a las drogas, genio.” Justin puso sus labios en una línea delgada, sus ojos se profundizaron pero en este momento no me importaba un bledo.
“Como si no tomaras drogas…” Me burlé. “Así que de cualquier manera, babe,” yo use sus palabras burlonas contra él, “Todavía cuenta para ti.” Hice una mueca antes de rodar mis ojos y mirar hacia otro lado.
“¿Qué te dije sobre esa mi*erda?” Susurró.
Me volví a mirarlo “¿De que estas hablando?” Le escupí molesta.
“Rodar tus ojos como una pe*rra.” El se burló acercándose a mi.
Me burlé. “Tu no eres mi padre. Tu no puedes decirme que hacer.” Rodé los ojos una vez mas a propósito.
Se me quedó mirando abiertamente, su nariz expulsaba aire con furia, su pecho subía y bajaba de la ira.
Antes de que incluso tuviera la oportunidad de comprender lo que estaba pasando, Justin me había agarrado de los brazos, sujetándome contra la pared de mi habitación en cuestión de segundos, su cara se acercaba peligrosamente hacia la mía.
“¿Que estas haciendo?” Susurre, conmocionada y sorprendida porque me había agarrado con tanta fiereza.
“Enseñarte una lección.”, Respondió él monótonamente.
Yo mantuve la boca cerrada en ese punto, preguntándome que iba a hacerme. El no podía hacerme daño, ¿no?
Miré hacia abajo, pasando mi vista por delante de su cuerpo recorriendo el camino que recorría el resplandor de color carmesí que me llamó la atención. “Oh Dios, estas sangrando de nuevo.”
El me soltó un poco, mirando hacia abajo también. “Mier*da”, murmuró.
“Déjame ir a por el kit de primeros auxilios, siéntate en la cama.” El terminó de agarrarme, entrando al cuarto de baño, agarré la caja y la toalla antes de caminar hacia fuera y hacia la cama donde sorprendentemente Justin estaba sentado.
“Vaya, realmente me escuchaste”. Me burlé, de rodillas sobre la cama a su lado.
“No empieces”, murmuró.
Me mordí la lengua, mientras cogía los paños de la caja y la pasaba para limpiar la sangre con la toalla que había usado antes.
“¿Me puedes hacer un sándwich?” La voz de Justin me sacó de mis pensamientos en los que recordaba todo lo que había pasado.
Mis cejas se alzaron casi al instante. “¿Cómo dices?” Me quedé sorprendida mientras le miraba con la boca abierta.
“Es mejor que cierres la boca, nena. No quiero que se seque. Recuerda que tienes que mantenerla húmeda. Ya sabes,” El torció uno de sus labios hacia arriba. “Para después.” Él me lanzó un guiño que de inmediato hizo que mi cara hiciera una mueca de disgusto.
“¿Qué te parezco? ¿Una p*uta?” Le dije sarcásticamente. El estaba poniendo a prueba mi paciencia y esta se me estaba agotando por ahora. “Eres un asco.”
“Solo te doy algunos consejos.” El se encogió de hombros.
“Eres increíble.”, Dije airadamente sacudiendo de nuevo la cabeza.
“O al menos eso me han dicho.” El me dio esa misma mirada burlona que me dieron ganas de vomitar.
Bueno, no literalmente, pero … ya sabes a lo que me refiero.
Gruñí, haciendo caso omiso de él. Si volviese a pensar en sus estu*pidas palabras, conseguiría sacarlo de quicio y retomar esta conversación sin sentido.
Pasaron unos minutos antes de que Justin habló una vez mas. “¿Has terminado ya?”
“Mmm”, asentí con la cabeza, ni siquiera prestaba atención.
El gimió. “Nena?”
“¿Qué?” Me fijé en él.
“¿Me estas prestando atención?”
“Si,” Asentí con mi cabeza.
“Entonces que dije?” Me presionó.
Suspiré. “No lo se,” No hay que andarse por las ramas con él.
Su mandíbula se contrajo. “Pensé que habías dicho que me escuchaste”.
“Bueno, supongo que pensé mal entonces.” Fingí una sonrisa en su dirección.
“Eres una maldita pe*rra, ¿Lo sabes?” Escupió con rabia, sus ojos se volvieron profundos de la furia, sus labios se apretaron en una fina línea-lo que significaba una cosa- estaba irritado.
“Y tu eres un pu*to gilip*ollas. ¿Lo sabías?” Escupí de nuevo. Dos pueden jugar a este juego, im*becil.
“¿Qué tipo de juego estas tratando de jugar, ____?” Justin redujo sus ojos hacia mi.
“No estoy tratando de hacer nada. Todo lo que estoy tratando de hacer es conseguir limpiarte esto, pero parece que no puedes conectar tu cerebro lo suficiente como para comprender lo que callarse y quedarse quieto significa.” Hablé con los dientes apretados.
“Solo puedo permanecer sentado durante un tiempo. Tal vez si fueras lo suficientemente rápida, podrías haber terminado esto hace mucho tiempo.”
“Ah, si tan solo te callaras!” Le levanté un poco la voz.
“Como me puedo callar cuando tu estas actuando como una pu*ta?” Siseó acaloradamente, con las mejillas rojas de la ira.
Me quedé inmóvil en mi lugar, mis ojos se abrieron y mi respiración se detuvo por un momento. “¿Qué me acabas de llamar?” Susurré.
“Maldita sea, Tu me escuchaste!”, me espetó. “Te llamé pu*ta”.
Me mordí el interior de mi mejilla antes de apartar la mirada. Si las palabras mataran, me hubiera traspasado el corazón ahora mismo.
La tensión aumento entre nosotros y ese fue todo el argumento que tuvimos. Traté de decir algunas palabras suaves pero nada funcionó. Nadie podía llegar hasta su cabeza.
Me enteré de que en el segundo que sacaba su lado malo, no había manera de hablarle- al menos por un tiempo.
Una vez que tenia todo vendado y pegué el final de la venda en su estómago, me senté hacia atrás, tirando todos los elementos que había utilizado de nuevo en el kit, mientras que desechaba las envolturas y los trapos utilizados en un montón. “Todo hecho.” Le grité.
“Gracias”, murmuró seco.
Suspiré. “No hay problema.” Le respondí tan aburrida como lo había hecho él antes de pararse, mientras agarraba conmigo la basura y caminaba conmigo hacia el cubo de la basura que había colocado en mi habitación.
Justo cuando estaba a punto de dar la vuelta, sentí que mi respiración se contenía en el momento en el que sentí un par de brazos envolviéndose alrededor de mi cintura.
“Lo siento”, murmuró en mi oído Justin, el lamento estaba en sus palabras.
Yo simplemente asentí con la cabeza, sin decir nada mas.
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Danger - Justin Bieber
FanfictionUna noche... Una fiesta... Un error... que el pensó que arruinaría su vida, pero que estaría destinado a ser todo lo contrario. Cuando toda tu vida has sido usado por personas que te mentían y decidían por ti... ¿Como puedes aprender a confiar en la...