Danger - Justin Bieber

Capítulo 37

“She’s nothing but trouble.” – “Ella no es nada mas que problemas.” 


_____’s Point of View: 

¿Me estaba volviendo remotamente loca o Justin me contestó que me quería? 

Hice una pausa, lamiendo mis labios. “¿Qué acabas de decir?” Susurré. 

El sonrió suavemente, pasando sus dedos por mi cabello. “Dije que te quiero también.” 

No podía dejar de imitar su sonrisa. 

Todo en mi vida acaba de tomar un giro para mejor y me sentía como un gran peso había sido levantado de mis hombros. 

Durante un tiempo sentí este tirón hacia Justin en el que nunca pude poner mi dedo. No sabía que era pero algo en mi me señalaba en dirección del amor. No me escuché a mi misma sin embargo. Supongo que era demasiado cabezota para escucharme. 

“Sabes,” Justin entrelazó sus dedos con los míos. 

Miré hacia arriba, mis dedos bloqueándose con los suyos. 

“Nunca pensé que esto pasaría. Después de toda la mier*da que paso con Jen, estaba seguro que todo en mi vida estaba estancado. Que me preocuparía solo de mi mismo. No tenía que preocuparme de alguna pu*ta o del hecho de estar en una relación…” 

Fruncí el ceño un poco ante sus palabras. 

La ultima cosa que quería era que el se sintiera atado o que estaba en una relación forzada. 

Al percatarse de esto, Justin apretó mi mano. “Pero entonces llegaste tu y me enseñaste porque me tengo que abrir de nuevo y estoy contento de hacerlo. Me daste un propósito. No se trata solo de los chicos, tengo a alguien en mi vida por la que vale la pena vivir.” 

Me mordí el labio, sintiendo mis mejillas calentarse casi al instante, sus palabras daron en el blanco. 

“Pero, tienes que saber,” Se apoyó en su codo, mirándome solemne y a la vez serio. “Ahora que estas en una relación conmigo, las cosas serán diferentes a partir de ahora.” 

Apreté mis labios. “¿Qué quieres decir?” 

“Quiero decir que mi vida no es necesariamente segura como puedes saber. Tengo enemigos que harán todo para derribarme a mi y a los chicos, incluso si eso significa ir tras la gente que quiero.” 

Tragué saliva, cambiando la mirada hacia otra parte. 

“Si piensas que lo que Luke te hizo fue malo, todavía no has visto lo peor.” 

Me removí en la cama, sin saber que decir. 

“Hey,” El paso su pulgar por mi barbilla suavemente. “No voy a dejar que nada te pase. ¿De acuerdo?” 

Le miré a sus ojos antes de asentir con mi cabeza. 

Yo se que el me mantendría a salvo. El lo ha hecho antes demasiadas veces, tengo más que suficiente fe y confianza en él. 

“A pesar de mi estilo de vida peligroso, te quiero y haré cualquier cosa para protegerte. Eres parte de mi vida ahora lo que significa que estas bajo mi protección. Los chicos te protegerán también. No dejarán tampoco que nadie te haga daño.” 

Sonreí suavemente. 

“Pero también tienes que saber que estar en una relación conmigo significa también que hay cosas que no puedes saber. Negocios.” 

Asentí con la cabeza. “Entiendo.” 

“Así que cuando te diga que te vayas de la habitación, te marchas. ¿Vale?” 

Asentí con la cabeza una vez más. “Entendido.” 

“Y cuando estés en la misma habitación que nosotros, no hagas preguntas ni digas una sola palabra sobre lo que has visto, lo que incluye decirle algo a Carly.” 

Hice una seña con mis dedos sobre mis labios en señal de que estaban cerrados y había tirado la llave lejos. 

Justin rió, inclinándose y besando mis labios suavemente. “Eres tan linda.” 

Fingí una tos, dándole una mirada severa. 

El puso las manos en alto. “Quiero decir, sexy, lo siento.” Bromeó antes de capturar mis labios en un beso una vez más. 

Le alejé. “Ojo, ojo, capitán.” Le dirigí refiriéndome de nuevo a sus órdenes sobre lo que debería y no debería de hacer. 

El dejó escapar una risa con todo corazón. “Qué haría yo sin ti, ¿eh?”

“No lo se.” Me encogí de hombros. “Pero puedo decirte una cosa…” Sonreí. “Tendrías un maldita vida aburrida.”

“En eso tienes razón.” El se rió entre dientes, tirando de mí hacia sus brazos. 

Suspiré contenta. Todo en mi vida era perfecto por fin… al menos, es su mayor parte lo es. Todavía tenía un problema más del que ocuparme. 

“Justin?” 

“Hm?” 

“¿Qué hora es?” 

Sus ojos se abrieron mucho. “Mier*da.” El gruñó, sacando su teléfono. Dejó escapar un suspiro de alivio. “Oh, gracias a Dios. Son solo las once y media. Te perdiste la mitad de tu clase de inglés.” El frunció el ceño. “Lo siento. Se que te dije que te llevaría de vuelta a la hora de que el almuerzo hubiera terminado—“ 

“Esta bien,” Sacudí mi mano con desdén. “No es que tu supieras que tu coche estaría conectado con explosivos.” 

El sonrió débilmente. 

“Por mucho que odie que esta sesión de caricias se termine,” Me senté. “Tiene que terminar.” 

Gimiendo, Justin lanzó sus brazos por encima de sus ojos, presionándose a sí mismo, por lo que ahora estaba tumbado sobre su espalda. “No quiero.” El se quejó infantilmente.

Me reí, empujando su hombro ligeramente. “Vamos tonto, tenemos que irnos. Lo prometiste, ¿recuerdas?” Le canturreé juguetonamente. 

“¿Qué me has llamado?” Justin quitó su brazo de sus ojos, mirándome con escepticismo. 

Me mordí mi labio. “Nada.” Le dije cantando inocentemente. 

El me entrecerró sus ojos. “Tonterías.” 

Negué con mi cabeza. “No.” 

El asintió con la cabeza. “Dilo, ____.” 

“¿El que?” 

“Lo que me llamaste.” 

“No te llame nada.” Miré lejos de él, tratando duramente de contener mi risa. 

Sonriendo, Justin inclino su cabeza hacia un lado sin esfuerzo. “Muy bien, entonces tendré que sacártelo.” 

“¿Qué quieres decir?” Le miré fijamente con mis ojos agrandados. 

“Lo verás muy pronto.” El sonrió, moviendo sus manos y rodillas y antes de que tuviera la oportunidad de decir nada, Justin se abalanzó sobre mi, sus dedos se arrastraban sobre mis costados haciéndome chillar con mi risa. 

“No, para!” Grité desesperadamente, deseando que dejara de hacerme cosquillas. 

El negó con su cabeza, sonriéndome. “De ninguna manera!” 

“Por-por favor!” Me ahogaba entre mis ataques de risa. 

“Dime lo que has dicho!” El respondió. 

“Nunca!” Reí. 

“Entonces, no voy a parar nunca.” El se rió entre dientes, sin dejar de hacerme cosquillas por donde podía. 

Estaba del color de un tomate por ahora, los dedos de Justin haciéndome cosquillas mas rápido de lo que esperaba. 

“Esta bien!” Le grité. 

Poco a poco se detuvo mientras sus dedos todavía descansaban en mi cintura. “¿Qué fue eso?” 

“Te lo diré.” 

El sonrió con satisfacción. “Adelante.” 

Negué con la cabeza. “Primero tienes que dejarme.” Traté de negociar pero Justin era mas inteligente y me alcanzó casi de inmediato. 

“Si, esta bien, nena.” El comentó sarcásticamente. “¿De verdad crees que soy tan estú*pido?” 

“No, yo solo no confío en que tu pares después de que te diga.” 

“Y piensas que yo confío en que no huirás de mi si te dejo ir?” El arqueó una ceja. 

Suspiré. “Te odio.” Hice un puchero. 

“No, no lo haces.” 

Asentí con la cabeza. “Si.” 

“Si lo hicieras, no estarías aquí ahora mismo.” 
Suspiré por tercera vez hoy. “Eres tan difícil.” 

“¿Y tu no?” 

Me encogí de hombros riendo. 

“Sabes que estas haciendo un buen trabajo tratando de cambiar de tema.” 

“Gracias.” 

“De nada. Ahora, dime que dijiste y eres una chica libre.” 

Pensé en esto antes de finalmente, darme por vencida. “Esta bien, esta bien…” Tomé una respiración profunda. “Te llame tonto.” Murmuré. 

“¿El que?” El fingió no haberme oído mientras ponía su mano abierta presionada sobre el lado de su oreja. 

Rodé los ojos. “Te llame tonto, idi*ota!” 

El se echó a reír. “¿De verdad nena? ¿Tonto? ¿Qué clase de mi*erda es esa?” 

“No lo se.” 

“Eres tan rara.” 

Reí. “Eso nos hace ser dos, babe.” Sonreí. 

“Mm,” Justin mordió su labio. “Eso suena tan sexy cuando lo dices tu.” 

“¿Decir el que?” Jugué sucio. “¿Babe?” Hablé en voz baja y seductora. 

El gimió. “Jesús nena, las cosas que me haces…” 

Sonreí. “Lo se.” Me reí. “Ahora vamos antes de que alguien se dé cuenta de que nos fuimos.” 

“Dudo que nadie se de cuenta.” 

“Con nuestra suerte, probablemente se darán cuenta ahora.” Le aparté de mi antes de ponerme de pie y caminar hacia mi ropa. 

Estaba a punto de recogerla cuando sentí un par de brazos envolverse alrededor de mi cintura. “Justin…” 

“Hm?” Murmuró contra mi piel, sus labios dejando varios besos en mi hombro desnudo haciéndome temblar bajo su suave tacto. 

“Ahora no.” Suspiré de manera desigual. 

“Vamos nena,” El levantó sus manos para cubrir mis pechos, dándoles un apretón incitando a que una gemido se escapara a través de mis labios. “Podemos solo quedarnos aquí y disfrutar de la compañía del otro….” 

Justo cuando estaba a punto de rendirme a sus tentaciones, mi sentido común volvió. Alejándome de sus brazos, sacudí mi cabeza. “No Justin, tenemos que irnos.” 

“¿Por qué co*ño tienes tanta prisa por volver al colegio tan pronto?” 

“¿Por qué he perdido ya como tres días?!” Le miré con incredulidad. 

“¿Y? ¿A quien le importa?” El escupió. “Es solo el colegio!” 

“¿Solo el colegio?” Me reí sin humor. “Justin, el colegio determina nuestro futuro. Por supuesto que me importa! Se que tu tienes tu futuro planeado y todo pero yo no. Si quiero hacer algo de mi misma, tengo que sacar buenas notas y graduarme sin ninguna mala conducta.” 

Riéndose, Justin negó con la cabeza. “Esto es jodidamente estú*pido.” 

“No, es la realidad. Tu pareces que solo vives en una especie de fantasía en la que te van a entregar todo. Estas acostumbrado a conseguir siempre lo que quieres, ¿tengo razón?” 

Sus ojos me miraron con dureza. 

Lo tomé como un sí. “Bueno, te informo amigo, de que eso va a llegar pronto a su fin, especialmente cuando se trata de mi.” 

“¿Y, que? ¿Solo me vas a rechazar cada vez que quiera fo*llar?” 

Las palabras salieron de su boca tan duras y viles que inmediatamente sentí como mi corazón se salió de mi pecho. Se sentía como si el mundo entero se detuviera y las únicas dos cosas que todavía estaban con vida éramos Justin y yo. 

Después de lo que me pareció una eternidad, finalmente hablé. “¿Es eso lo que crees que soy? ¿Solo un polvo?” Escupí las palabras como si fueran suciedad en mi lengua. 

Justin me miró largo y tendido, el silencio nos estaba agobiando. 

Negué con mi cabeza. “Eres increíble y no me refiero en el buen sentido.” Me mofé, inclinándome para agarrar mi sujetador para abrochármelo antes de ponerme mi camiseta. 

“_____--“ 

“No puedo creerte en estos momento. Quiero decir, nos acabamos de reconciliar de nuestra pelea anterior y las cosas finalmente estaban bien entre nosotros,” me detuve, recordando mis pensamientos. “Y acabas de comenzar otra?” Le miré con total incredulidad. “¿Cómo de idi*ota puedes realmente ser?” 

Justin apretó sus labios juntos en una línea recta, sin saber que palabras decir por primera vez en mucho tiempo. 

“Supongo que Kayla tenía razón sobre ti.” Escupí, disgustada. “Solo te importa el sexo.” 

“No te atrevas a creer a esa hija de pu*ta de dos caras.” Susurró con amargura. “Ella no es nada mas que problemas.” 

“O,” Fingí sorpresa. “Tu solo estas enfadado porque ella estaba diciendo la verdad.” 

“No.” Escupió. “Si yo solo quisiera fo*llarte, lo había hecho hace mucho tiempo.” 

“¿Por qué correr?” Me reí con resentimiento. “Quiero decir, eres inteligente. Me devanaste, haciéndome sentir como si significara algo para ti.” Me burlé. “Incluso te creí cuando me dijiste que me querías.” 

“Te quiero!” 

“Tienes una manera curiosa de demostrarlo.” 

“¿Me estas tomando el pelo ahora mismo _____?” Justin escupió. 

“No.” 

“Maldita sea, Kels.” El suspiró con frustración, paseando sus dedos por su pelo. “Solo estaba enfadado, ¿vale?” 

“Todos nos enfadamos, Justin. Estoy echando humo ahora mismo pero no me verás tratarte como una mier*da!” 

Lamiendo sus labios, Justin miró hacia otro lado. “Odio esto.” 

“Tal vez sería mejor si simplemente pasáramos un tiempo separados…” 

“Por supuesto que no.” Dijo Justin furioso. “No hay forma en la que vamos a acabar esto.” 

“¿Por qué? No voy a darte lo que quieres. Deberías de estar con alguien que pueda soportar tus tonterías y tener sexo contigo cada vez que quieras.” 

“Si quisiera a alguien así, hubiera estado saliendo todavía con Jen.” 

“Entonces, ¿Por qué no te vas al restaurante y vuelves con ella?” 

“Porque no la quiero a ella. Te quiero a ti.” Murmuró la ultima parte, haciendo que mi corazón dejara de latir. 

Negué con la cabeza, sintiendo lágrimas de frustración acumularse en la parte de atrás de mis ojos. “¿Por qué me haces esto a mi?” Susurré. 

Justin me miró solemnemente. 

“¿Eh?” Repliqué. “¿Por qué pasas de estar feliz a enfadado? ¿Porque me haces sentir como una mier*da? Mas importante, ¿Por qué no puedes simplemente dejarte ser feliz?” 

Me di cuenta de que toqué la sensibilidad de Justin porque el empezó a mirarme como si fuera un ciervo encandilado por los faros de un coche. Hice una pausa, finalmente encajando las piezas juntas. “Alejas a todos los que se preocupan por ti, ¿Por qué?” 

“No lo se.” 

Asentí con mi cabeza, tirando del labio inferior de mi boca. “Es como si cada vez que sintieras acercarte a alguien o simplemente ser feliz, te convirtieras en este monstruo….” 

“Lo siento.” 

Dejé escapar un profundo suspiro. “No tienes que disculparte.” Miré mis pies, jugando con mis pulgares. “Solo deja de hacerme esto a mi… a ti mismo.” 

El asintió con la cabeza, mirando a otro lado, sin palabras que decir una vez más. Caminando hacia su camiseta en el suelo, la recogió, deslizándola sobre su cabeza. “Vamos.” 

Abrí la boca para decir algo, pero decidí no hacerlo mientras me limitaba a seguir a justin fuera de la habitación por las escaleras. 

“Os veo luego, chicos!” Justin gritó, saliendo por la puerta principal sin ni siquiera mirar atrás, ya sea a mi, para asegurarse de que seguía allí o a los chicos. 

Suspiré, volviéndome hacia ellos. Sacudiendo mi mano, sonreí con suavidad. “Adiós chicos.” 

“Adiós ____.” Todos hablaron en sincronía lo que me hizo reír a la ligera. 

“Espero veros de nuevo.” 

“Yo también.” 

“¿Estas bien?” Habló John. 

Levanté una ceja. Es extraño como un tipo que apenas me conocía, me lee como a un libro. “Si, estoy bien…” 

“¿Segura?” 

Asentí con la cabeza. “Gracias.” 

“No importa.” 

Sacudiendo de nuevo mi mano, salí, cerrando la puerta suavemente detrás de mí. 

“¿Por qué tardaste tanto?” Justin me preguntó tan pronto como puse un pie dentro de lo que supuse que era su otro coche. 

“Les estaba diciendo adiós a los chicos.” Murmuré, poniendo el cinturón de seguridad a través de mi cuerpo. 

El asintió con la cabeza, con el rostro tan duro como una roca, sin emociones presentes. 

Me puse rígida en el momento en el que Justin comenzó a alejarse de la acera. No pude evitar sentir como si los acontecimientos anteriores de hoy fueran a ocurrir de nuevo. 

Al percatarse de esto, Justin se aclaró la garganta. “Revisé cada centímetro del coche, estamos a salvo.” 

Dejé escapar un suspiro que ni siquiera me di cuenta que había estado conteniendo todo este tiempo. “Gracias.” 

El se encogió de hombros. “Dije que te mantendría a salvo, lo dije en serio.” 

Apreté mis labios, mi estómago se revolvió dolorosamente. 


Cuando llegamos al colegio, Justin aparcó en frente de las puertas de entrada. 

Liberando mi cinturón de seguridad, abrí la puerta, saliendo antes de cerrarla. Cuando comencé a caminar, me di cuenta de que Justin no estaba a mi lado. Dándome la vuelta, me agaché a la altura de la ventana. “¿No vienes?” 

El negó con su cabeza. 

Suspiré. “Justin—“ 

“Solo ve sin mi, tengo unos asuntos de los que ocuparme.” El habló monótonamente. 

“Pero—“ 

“Solo ve ____.” Habló con severidad. “Te veré mas tarde, ¿vale?” 

“Lo que sea.” Se me escapó la palabra, estando de pie y dando un paso hacia atrás. 

Sin ni siquiera decir una palabra, Justin se marchó y me dejó allí sola y confundida.