Agradecido por el frescor que proporcionaba el aire acondicionado de la sala de reuniones después de sufrir afuera el sofocante calor del medio día, Lauren meneo el bolígrafo varias veces entre los dedos mientras intentaba centrar su atención en el director de su empresa, sentado al otro extremo de la larga mesa de madera de caoba.
Shaw Méndez estaba exponiendo la información sobre la adquisición con la meticulosidad y elocuencias a las que lo tenía acostumbrado; no había nada que reprochar a su exposición, sin embargo a Lauren estaba resultándole difícil prestar atención al discurso porque no podía quitarse de la cabeza aquellos brillantes ojos cafés y ese rostro que tanto se parecía a como ella habría imaginado a la diosa afrodita. Camila cabello.
Pero no había sido solo su belleza lo que la había inquietado, no podía dejar de preguntarse cómo se habría enterado de que se había criado en un orfanato, algo que ella jamás había hecho público conscientemente. Tenía que volver a hablar con ella para dejarle bien claro que sería una locura dar dicha información a la prensa, si bien era cierto que había gente en el pueblo que conocían perfectamente sus orígenes, quizá había sido una ingenua al creer que esa gente tendría la lealtad suficiente para no hablar de su pasado. Ya lo había pasado muy mal con la prensa, así que lo que menos necesitaba en aquellos momentos era que saliera a la luz otra historia sobre ella, una historia que probablemente, sería la más difícil de afrontar para ella.
La imagen de Camila cabello volvió a invadir su mente, había asegurado que no pretendía impresionarla, sin embargo era precisamente eso lo que había hecho. Ya había llamado a verónica, su secretaria, para pedirle que hiciera algunas averiguaciones sobre aquella mujer y sobre la organización humanitaria a la que tanto parecía apoyar. Por desgracia, no sería la primera vez que una mujer hacia algo poco honrado solo para tener la oportunidad de acercarse a ella, algo como aceptar dinero de un periódico por una anécdota inventada sobre ella.
Lauren se sorprendió a si misma deseando que aquella mujer fuera de verdad que decía ser y realmente lo hubiera abordado para conseguir que ayudara en su causa, mientras había estado frente a ella, tan cerca que sus ojos la habían deslumbrado, Camila cabello no se había puesto nerviosa ni había apartado la mirada con gesto culpable. No, no la había mirado fijamente como si no tuviera absolutamente nada que esconder… como si lo que estaba diciéndole no fuera otra cosa que la verdad “¿qué diría si supiese lo atractiva y seductor que resulta eso?” había salido y se había acostado con muchas mujeres hermosas a lo largo de su vida, pero en la mayoría de los casos por dentro no habían sido tan hermosas como por fuera.
Su exnovia Alexa, por ejemplo, había cometido el error de intentar demandarla por haber roto una supuesta promesa de mantenerla cuando a agencia de modelos para la que trabajaba no había querido renovarle el contrato porque la modelo prefería salir de fiesta y drogarse en lugar de acudir a las secciones, Lauren jamás le había hecho semejante promesa; en realidad ya le había dicho que quería romper con ella antes de que la prestigiosa agencia rescindiera su contrato. Aquella mujer había sido una verdadera carga, pero, por suerte, sus abogados habían conseguido que el juez desestimara el caso de inmediato por la absoluta falta de pruebas, después del lamentable episodio, había vendido su historia a la prensa sensacionalista por una jugosa suma de dinero, una historia que había adornado con una acusación de los malos tratos que le había hecho parecer un misógino despreciable.
Todo eso había ocurrido tan solo hacía seis meses, y desde entonces, Lauren se había vuelto más recelosa con las mujeres. A pesar de su lógica precaución, Camila cabello había conseguido despertar su curiosidad con su aparente empeño por ayudar a los demás y no solo a sí misma; quería saber más cosas sobre aquella belleza con rostro de ángel, debilidad por los niños necesitados y el valor necesario para plantarse delante de ella y contarle su historia como si tuviera todo el derecho al mundo a hacerlo…
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Un Oscuro Trato (camren G!p)
FanficLa millonaria Lauren Jáuregui había creado su fortuna de la nada y, después de eso, había borrado de su vida hasta el más mínimo rastro de una infancia teñida por la pobreza. Podía conseguir cualquier cosa que se le antojase... su nuevo objetivo era...