Capitulo 35

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Capitulo 35

Hoy es mi día de descanso, por suerte, lo que quiere decir que puedo dedicar toda mi atención en la fiesta, en la fotografía, al cumpleaños, a Dylan. Y a mi amiga con un poco de depresión.

Estoy en la cocina preparando el desayuno para todos, ya que tenemos invitados tengo que hacer mucho más que de costumbre, a parte por lo que he oido los hombres comen mucho y la verdad no sé si sea cierto pero por si acaso hago más.

Daylen durmió en la habitación de huéspedes, mientras que Dylan en la mía y yo en la de Jennie. Aunque no pude dormir muy bien, extraño a Jennie, aún no superó que se haya ido, ella me impulsaba a hacer cosas que nunca hubiera hecho si por mí fuera.

—Buenos días —Daylen se sienta en una de las sillas de la barra de la cocina.

—Buenos días —intento sonar calmada. No quiero ser grosera con él.

—Entonces... —empieza y recarga mucho las palabras. Sé que quiere hacer conversación pero realmente no me interesa que haya pasado en su vida —. ¿Cómo has estado?

—¿Enserio?

—Solo quiero ser gentil —se excusa.

Entiendo eso, pero no quiero hablar con el. No me interesa rememorar momentos, yo ya continúe con mi vida y quiero que el siga con la suya.

—Si, perdona —digo y continuó con mi comida.

—Bueno cuéntame cómo vas con... —no alcanza a terminar su oración, un golpe fuerte suena en mi recamara.

Corro hacia ahí dejando la comida, ahí está Dylan y pudo haber pasado cualquier cosa. Daylen me sigue y cuando abrimos la puerta vemos a mi amigo tirado en el suelo a un lado de la cama.

—¿Estas bien? —le pregunto en un intento de no reír.

Pero Daylen si se ríe por lo que no aguanto y me suelto en carcajadas, no solo se cayó sino que fue que quería abrir un cajón cerrado con llave y termino disparatado hacia la cama y de ahí cayó al suelo por lo que se puede apreciar.

—Con que te gusta reír ¿Eh?

Dylan se levanta y se avienta hacia mi tirandome en mi cama, me hace cosquillas por lo que aún no puedo parar de reír, y aunque me retuerso en la cama no se detiene.

—¡Para! —digo entre risas —. ¡Por favor!

—Lo siento no te escucho por tu risa

—¡Por favor! —grito pero sigue sin detenerse.

Daylen toma el brazo de su hermano deteniendo las cosquillas, no parece contento, está más como serio.

—Dejala ya —digo para después alejarse unos centímetros aún mirando hacia mi.

Me le quedó mirando a Daylen sin entender porque su mal humor, si yo empecé pero el estaba bien.

Recuerdo que he dejado la estufa prendida por lo que corro, seguro se quemo el hot cake. Quito el sartén de ahí, pero aún así ya se ha quemado.

Sarah se acerca a el desayuno y toma uno de los hot cake. Ella ya está bañada y arreglada, seguro que irá a trabajar y luego vendrá a la fiesta de Julieta.

Sarah está sería, ella no me hablara a pesar de que estuve para ella cuando el la termino. No cruzará palabra conmigo porque aunque Harry la termino por una cosa que supuestamente se robó, sé que piensa muy en el fondo que fue por mi culpa ya que ha estado últimamente conmigo.

No quiero que nuestra amistad se acabe por esto, hemos pasado por tanto que se me hace injusto que por esto se acabe. No podré sola con la renta, se está pagando con el dinero que Zayn me había dado por los vídeos pero el dinero se está acabando y si Sarah me deja no podré yo sola. No he conseguido trabajo de fotografía en mucho tiempo, solo tengo la cafetería, si Sarah se va, me tendría que ir yo igual a un lugar para mí sola y con una habitación de repuesto para Jennie.

—¿Todo bien? —me pregunta Dylan.

—Si —tomo los platos para llevarlos a la mesa, es mejor actuar como si nada pasara.

Me ayuda con su plato, Daylen ya esta sentado con el celular. Al dejar su plato frente a él sonrie, como si fuera lo más normal que lo estén alimentando. Por lo que ruedo los ojos y me siento, me apuro con mi desayuno para no tener que verlo más tiempo.

—¿Y que ha pasado desde que me fui? —me pregunta Dylan por lo que le sonrió.

—Bueno han pasado varias cosas —comienzo pero Daylen se aclara la garganta llamando nuestra atención.

—Cassie, tengo la curiosidad ¿Qué haces para ganarte la vida? —dice Daylen sin mirarme.

Le sonrió falsamente pero Dylan no dice nada, solo espera a que conteste.

—Trabajo en un restaurante, al irse Dylan le ayudo en algunos turnos a la señora Julieta.

—¿Y la fotografía? —se burla —. Te fuiste para eso ¿No?

—Voy avanzando —doy un sorbo a mi vaso, intento no enojarme de sus palabras.

—Tal vez pueda ayudarte.

—No necesito tu ayuda —escupi las palabras y pude ver asombro en él.

—Sarah me contó que ella te gano en el trabajo, porque es mejor que tú.

¿Sarah? A qué hora Sarah habló con él, a parte Sarah no estaría enteresada en el, no es su tipo. A parte el era mi ex novio, no pueden andar.

—Si bueno no me interesa, si no tienes nada mejor que decir te recomiendo que cierres la boca.

—Cassie, solo intentaba ser bueno.

—No parecía.

Segundos de silencio transcurrieron, pensé que por fin me liberaría de su charla, pero solo pensaba en que más decir.

—Perdon Cassie, no era mi intención ofenderte y sé que no me incumbe pero antes de venir Claire me dijo que te buscará y que verificará que estés bien, a ella le importas. 

Dylan me mira sin entender lo que dice su hermano, y es obvio, seguro que no sabe que fuimos novios o que nos conocíamos.

—No quiero hablar de eso ahora.

—Ella quiere volver a verte —insiste.

—Daylen —le advierto.

—¡Te extraña! No solo ella sino que tus padres, tu hermano.

—¡No me interesa! Daylen, ¿Es tan difícil que sabiendo donde estoy no me lo digan de frente? En vez de mandar a gente que no quiero ver.

Me levanto y corro hacia la puerta mientras lágrimas caen por mis mejillas, corro afuera del edificio, necesito, necesito despejar mis ideas, mi mente. No puedo remomerar más momentos, todo el pasado vuelve y no quiero que ellos vuelvan, no por ahora.

Al cruzar la puerta de salida di la vuelta hacia la derecha y al momento de hacerlo choque, alzó la mirada y es nadie más ni nadie menos que Harry.

—Cassie ¿Que sucedió?

No puedo sostener su mirada, lloro pero no solo lloró, sino que en él, lo abrazo, sus brazos son tan cálidos y reconfortantes que me hundo en ellos y hace que me calme un poco.

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