Faltaba un mes para su graduación y se vio estudiando para sus parciales finales, haciendo diversos trabajos con tiempo, como todo niño responsable.
Víctor podía aveces ser un imbécil con quién quería, pero conocía sus virtudes también. No iba a obligar a Queenie a hacer nada que no quiera.
Aunque de por sí ya lo hacía, pero sinceramente le había dado la oportunidad de elegir, así que no se sentía tan mal en esa parte.
Barbara lo había cogido de sorpresa en los baños y habían tenido una aventurilla, nada del otro mundo, una corrida normal para ser con ella.
Barbara era alguien sensual y demasiado atosigante en el sexo, tanto que se daba la tarea de complacerle antes que alguien a ella lo cual era lindo y fácil, pero su corrida en ese cubículo fue normal para la que había experimentado algunos días atrás.
Queenie se las arregló para prácticamente desparecer de la casa desde ese día, no la veía en la casa y no se molestó en buscarla. Pero mágicamente había desaparecido, encontraba la excusa de estar estudiando o realizando uno de sus tantos proyectos universitarios.
Mentiras.
Él sabía que lo hacía con la única excusa de no toparse con él, lo cual lo hacía sonreír, repentinamente le daba más miedo a Queenie y eso lo hacía feliz de algún modo.
Se sentía brevemente excitado, buscando algo que lo entretuviera y Barbara lo había ayudado un poco, pero la tensión había vuelto como si nunca hubiera hecho nada para calmarla. Había sido agotador.
Sabía que ese día su madre estaría en la empresa, pues se convirtió en la directora y máxima mandataria desde que su papá había caído preso hacía muchos años atrás. Lo había hecho de maravilla.
Valentino la ayudaba en todo lo que él podía, la apoyaba, la ayudaba a pensar y a tomar decisiones por el bien de la compañía. Eso hacía un buen vice.
Próximamente Víctor sería el jefe y pretendía llevar a la empresa de telecomunicaciones a otro nivel con muchos planes que tenía, estaba ansioso por comenzar.
Samuel entró en su campo de visión y le sonrió al verlo, alzando su mano.
- mi niño querido, hasta que te encuentro.- abrió sus brazos y adoptó una cara de cansancio como si lo hubiera buscado demasiado. Pero por lo que veía él estaba muy entretenido hablando con dos rubias de excelente calibre.
- la profesora Milly me obligó, literalmente a quedarme más de lo necesario. Tuve que salir con mi encanto para poder abandonar en salón. Es que le gusto.- Víctor abrió sus ojos con horror.
-deberías de aprovechar y sacar una A+, no sé, piensalo.- Samuel sonrió como los tipos de los anuncios.
-prefiero quemarme las pestañas estudiando, que cometer necrofilia.
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La tentación de Víctor
Short StoryVíctor Malone es un hombre que tiene la vida a sus pies. Mujeres, sexo sin compromiso y riquezas. Nunca pensó que llegar temprano de aquella fiesta cambiaría todas sus perspectivas acerca de la chica que odiaba, su hermanastra. Verla en aquella situ...