Me Gustas [VKook]

Especial pt.2

Narra 1° persona. JK.

Mamá, por ser primer día y protocolo de la escuela, nos llevo a mi y a TaeHyung. Hablaban y reían de las cosas que hablaban. Pasó por mi mente "Si yo fuera como TaeHyung, ¿Mi mamá hablaría así conmigo?" Quería cambiar, pero simplemente no podía hacerlo, era demasiado patético para lograr una saña tan grande.  Llegamos a la escuela y escuché lo que TaeHyung me dijo, pretendí no darle importancia, pero me dolió un poco su comentario.
Llegó el primer receso y el ya estaba rodeado de chicos y chicas de su edad y algunos mayores. No me sorprendía, era parte de su carisma, yo por otro lado, estaba sentado en una banca, alejado completamente de las personas mientras comía algunas de las galletas del día anterior.

—¡Que chistoso! ¡Una galleta comiéndose a otra! Deberían demandarte por canibalismo, fenómeno —Se burlaron de mi los chicos de siempre. Con algo de vergüenza deje de comer lentamente, pero ellos no se iban. —¿Quieres llorar? ¿Llamó a tu mami? —Me levante con la mirada fija en mis pies, pero choque con alguien. No supe quién era hasta que hablo.

—Dejen de joderlo, ustedes no son mejor que el —Dijo TaeHyung con voz ronca. Lo miré y me hizo a un lado. Comenzó a caminar hasta mis compañeros de clase y los amenazo levemente. Solo miré la escena y me sentí aún más patético. Incapaz de poder defenderme, pero mi corazón latía rápidamente cuando veía a Tae... supe tiempo después de lo que se trataba.

—G-gracias por defenderme —Dije con dificultad.

—No lo hice por ti, ahora, cállate y camina —comenzó a caminar delante de mi. Cada pisada que daba era con extrema seguridad. Comencé a caminar detrás de el y se giró hacia mi con el entrecejo junto. —Dije que caminaras no que me siguieras... no quiero que me vean contigo.

Por alguna razón, ese día me sentía peor que de costumbre, quizá porque había aparecido el prototipo ideal de padres, amigos, cercanos y conocidos y yo a su lado, era solo una falla que se debía eliminar. Lagrimas no se tardaron en aparecer, pero no me quede para que el las viera, solo me di la vuelta y me fui de allí secando mi rostro y sorbando mi nariz, ni siquiera estaba seguro del porque lloraba.

Esa tarde y durante todo ese mes, no vi a TaeHyung. Era el primero en irme de casa para no toparme con el y el último al salir de la escuela... más tarde, eso se volvería costumbre. Estaba seguro de que TaeHyung ni siquiera había notado la falta de mi presencia... para ser sinceros, a veces mis padres también se olvidaban de mi. Llegue a la escuela y me senté mirando el pizarrón.

—¿Por que eres así Jungkook?—Pregunte en voz alta para mi mismo.

—¡Porque eres un cobarde! —Se escuchó desde el pasillo junto con otras voces riéndose. Me estremecí. —¡Vamos! ¡Hasta un Niño de primero puede pasar ese nivel! Ni siquiera da tanto miedo —aquella voz irreconocible rio. No estaban hablando de mi, sino de un juego... eso me alivio un poco.

—oh... me equivoqué de salón —Se escuchó la voz indescriptible de TaeHyung. Toda la escuela sabía lo despistado que era. La mayoría de las veces entraba a salones que no eran los de el por estar pensando en toda clase de cosas. Lo vi dar media vuelta e irse, silbando y cantando hasta su salón. Sonreí con pesadez. Terminaron las clases de ese día y espere, como siempre, a que todos se fueran. Ese día no quería llegar a casa. Tome mis cosas, las acomodé y luego las guarde. Salí de la escuela y camine lentamente, como nunca, decidí salir de la ruta por la cual siempre iba. Era un callejón largo y espeluznante. Apenas entraban los rayos del Sol. El olor a humedad y moho se hacía presente en las fosas nasales. Por más que caminaba, no veía la salida y comencé a preocuparme un poco, comencé a caminar más rápido hasta luego correr. El miedo invadía mi cuerpo y sin notarlo, había salido del callejón y mi cuerpo estaba sobre el de TaeHyung. -grandioso- pensé con ironía. Antes de que me dijese algo, me levante, hice una reverencia y comencé a caminar. Sabía que poco le gustaba mi conducta y mi forma de ser y que por lo mismo, le desagradaba y no iba a hacer que su estado de ánimo se viese afectado por un leve accidente. Mis manos ardían demasiado al igual que mi rodilla. Sin que TaeHyung, quien venia atrás, lo notara, revise mis manos. Tenía múltiples cortadas y rasguñones y una que otra piedra incrustada. Suspire por lo idiota y seguí caminando.

—Si no sanas eso, se infectará —Lo escuche decir. Me volteé y lo miré algo extrañado.

—Lo tendré en cuenta —susurre y seguí caminando.

A pesar de tener once, ya sabía lo que sentía el odio y el rechazo de alguien. Quería cambiar... enserio quería hacerlo. Me limpié la herida superficialmente y se infectó esa misma noche. Estaba con fiebre y no podía dormir. No podía siquiera, cerrar las manos por el dolor, me costaba respirar e incluso moverme. Pensé que esperar hasta la mañana siguiente sería demasiado tarde, así que, como pude, me levante y fui hasta donde estaban mis padres. Apenas encendieron la luz y me vieron, me llevaron al hospital. Había agarrado múltiples infecciones a la piel debido a los cortes y me hospitalizaron. Para no dejarme solo, mis padres y los padres de Tae se turnaban para cuidarme a pesar que yo decía que era innecesario.

—Lo siento, pequeño —Dijo la señora Kim mientras afirmaba a TaeHyung de los hombros.— hoy no me puedo quedar, pero le prometí a tu madre que te cuidaría, así que, te dejare con TaeHyung.— no tenía fuerzas para negarme. La señora se fue y TaeHyung se sentó en el sofá viéndome. Lo miré de vuelta, pero ya ni siquiera quería sonreír.

—¿Estás bien? Pregunto sin dejar de mirar.

—Si. —Respondí sin siquiera pensar.

—Pues no lo parece —Sonrió y lo miré.

—Hay otras formas en las que me gustaría estar y esta no está mal —Susurre y sonreí. Mis labios estaban secos y sentí como por mi labio hasta mi mentón, corría una fina gota tibia de sangre. TaeHyung me miro y sin decir palabra alguna, camino hasta mi y puso su dedo pulgar en mis labios. Me sonroje pero no dije nada. Sus manos eran cálidas y quería que siguiera. Hizo algo de presión sobre mis labios y me quejé un poco.

—Es para que sature... no hay pañuelos y hacerlo con la manga de mi suéter podría herirte más.