Que complicado es amar en París

Capítulo 09

La que me llevaba, al parecer las cosas si podrian empeorar.
Salí a primera hora de mi departamento al parecer por lo que me había informado Valeria por el teléfono Yair se quedaría un par de días en nuestro departamento mientras resolvía un problema que tenía con su departamento, la verdad lo último que necesitaba era tener problemas o algún momento realmente incómodo con mi ex novio.
Observe como las puertas apenas eran abiertas a las estudiantes entre con cuidado hasta llegar finalmente a mi aula de baile, entre a los vestidores y cambie mi ropa por el típico tutu rosado, de alguna forma u otra sentía que esto sería un día en verdad muy largo.

Me levanté del suelo mientras observaba a esa pelirroja con una sonrisa burlona, base mi puño esto se iba a poner feo, sin embargo Rossi se coloco enfrente de nosotras.

-Mañana habrá audiciones para un resital y si la golpeas quedarás afuera.- me advirtio Rossi antes de alejarse.

-Tienes suerte vikinga.- me aleje de ella tratando de olvidar lo ocurrido.
No podía creer que en verdad este día se estaba convirtiendo en una completa eternidad de desastres, al parecer la pelirroja había decidido estar más irritante el día de hoy y estarme molestando desde que puso un pie dentro de aula, mire el reloj que colgaba en pared, apenas eran las 10 de la mañana y yo ya estaba estresada.

-Te vez más lamentable de lo normal.- mire con mala cara a Rossi, quien estaba de brazos cruzadas mirandome.- Mañana en la mañana serán las audiciones para el lago de los nisnes.

-Lose.

-Espero que tengas en cuenta que somos rivales, ya no no amiga.

-¿Apoco éramos amigas?.

-Me agradas mexicana, pero no lo suficiente.

-Yo también te amo, mi amor.- dije sarcástica mientras me levantaba. Salí del aula para tomar un pequeño descanso y algo de aire fresco. A lo lejos observe un enorme ramo de flores acercándose.- Ayy me pregunto quien será afortunada.

Comenté con una enorme sonrisa, pero al observar que era Yair quien cargaba el ramo mi sonrisa se borró de inmediato, ¡Por todos los burritos mexicanos!
Mire alrededor en busca de alguna salida pero no había ninguna, sólo me quedaba huir por la ventana, de inmediato me di la vuelta para poder abrir la ventana pero la maldita no abria.

-¿Estas tratando de huir por la ventana?.- me pregunto Yair en español mientras me miraba.

-No, yo sólo trataba de tomar algo de aire fresco.

-Supongo que es algo demaciado pronto, verdad.

-¿Para que?.

-Seré directo, quiero que volvamos.

Aquello me tomo por sorpresa, no sabía como reaccionar con exactitud, las palabras simplemente estaban atoradas en mi boca.

-Hola Karen.- la voz de Antonie me hizo volver, nos observó a ambos pero aún así noté que su atención estaba más fija en mi que en el enorme ramo.- ¿Te gustaría tomar un café?.

-Yo..

-Disculpa, pero yo estoy conversando con ella.- note la enorme sonrisa finguida de Yair, sabía muy bien que sólo estaba tratando de ser educado.

-Lose y yo la estoy invitando un café.

-¡Pelea!.- grité y ambos chicos me miraron. Yair comenzó a reir, me miro y beso mi mejilla.

-Te veo en casa.

-¿Viven juntos?.- pregunto Antonie mientras me miraba.

-¿Que?, no, digo bueno si, pero de manera temporal.

-¿Como que de manera temporal?.

-Sólo es mientras arregla algunos detalles en su departamento.

-¿ Y quien es él?

-¿Un amigo de México?.- respondí dudosa.

-¿Segura?.- cuestionó.

-Si, claro que... Espera, ¿por que debería de responderte?. Además por que tantas preguntas.- me cruce de brazos finguiendo indignación.- Matame esa francés.

- Por que me gustas.

Respondió con tanta naturalidad que hizo que mi guardia bajará por completo.

-Vaya si me la mataste.

Antonie sonrió victoriozo. Sin embargo de un momento a otro su sonrisa se borro, abrí la boca para preguntar que era lo que sucedia, pero en tan sólo un parpadeo Antonie tenía sus labios sobre los mios, nisiquiera me dio tiempo de responder, cuando el ya se había alejado, lo mire atonita, parpadee un par de veces incluso me pellizque, no había sido un sueño.
Vi como los labios de Antonie se movieron pero no entendí nada, vi como se alejó y de inmediato lo jale hacia a mi, tome sus mejillas entre mis manos y volví a besarlo, necesitaba este conciente de lo que sucedía.

-Ahora si ya lo disfrute. Puedes irte.- dije una vez que me aleje, me aclare la garganta nerviosa y el también.

-¿Eso es un si al café?.

-Claro si es contigo y tus labios, digo tus besos, digo, yo, claro me encantaría.

-Los besos irán incluidos si vas hermosa.

-Entonces ya los doy por hechos.

-Si y terminaron.- la voz de Rossi hizo que diera un gran salto por la sorpresa.- Tienes que volver.

-Claro, entonces llamame.

Afirme mintras me iba, entre de nuevo al aula con una enorme sonrisa. Ahora sabía que nadie podría borrarla o al menos eso creía.