Capítulo 07

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- Karen.- oi sin parar mientras me palmeban.- Karen, despierta ya.

-No quiero.- murmure sobre la almohada.

-Levantate de una maldita vez.- me riño Valeria antes de darme un sape.- quiero que me expliques quien es el chico que duerme en el suelo de tu habitacion.

-¿Que chico?.

Ella me tomo de la cabeza y giro un poco para observar a Antonie dormir en el suelo, me levanté de un salto olvidando por completo todo el sueño que tenia, tome la mano de Valeria y corrí fuera de mi habitación.

-¿Que hace él aquí?.- pregunte y ella tan sólo se encogio de hombros.

- Si tu no sabes menos yo, sepa la bola quien es.

-Es Antonie.

-Hablas del chico del cual padre comiste y escupiste.

-Si ese mero.

- Si que es lindo.

-Valeria.- exclame con sorpresa y algo de molestia.

-No puedo negar lo obvio.

Abrí la boca para responderle pero el timbre llamó más mi atencion, me acerqué para abrir la puerta, observe a un hombre desconocido para mi, voltee a ver a Valeria y con disimulo señale al chico pero ella se encogió de hombros haciéndome saber que no tenía ni idea de quien era el tipo.

-¿Quien eres?.- pregunte finalmente.

-Soy Charles, el hermano de Erike. Vine por mi hermana.

-Ella no está aquí.- respondí.

-Ella me dijo que podía encontrarla aquí.

- Si pues no está.- mire la sala y luego al chico, normalmente no dejaría pasar a ningún extraño que sólo conozco de nombre o por 5 segundos en especial cuando Erike jamás mencionó a ningún hermano, pero bueno aquí estaba Antonie, si resultaba ser algún asesino que él lo distraiga mientras yo corro por salvar mi vida y la de los pequeños.- ¿Quieres pasar adentro a esperarla?.

-No quiero ser ninguna molestia.

-Insisto.- dije abriendo la puerta con más amplitud. El joven entró echando una breve mirada, note como observó fijamente el cuadro de Valeria.

-Es un bello cuadro.

-Gracias.- por el tono de voz de mi amiga sabía que el tipo le había agradado y no sabía si era porque en verdad era sexy el tipo o porque le había encantado su cuadro o incluso puede que fuese por ambas.- podría pintar uno para ti si quieres.

-Tienes talento, incluso más que mi hermana. Si llegará a oirme me daría una paliza.

-Será un secreto entre nosotros.- dijo acercándose a él, por la conexión y la intensa platica sobre lienzo y pintura sabía que yo ya no cuadraba en todo esto, por lo que regrese a mi habitación.
Antonie estaba despierto observando a los niños.

-Creo que me quedé dormido.

-Eso parece.

-Ahora mi madre pensará que estuve toda la noche con una chica.

-¿Y yo que soy?.- pregunte señalandome de pies a cabeza.

-Me refiero de una forma indecente, dudo mucho que me crea que solamente me quedé dormido en una misma habitacion, con una chica que en verdad es linda.

-Los parisinos si que saben como sacar alagos tan a la ligera.- mencione restandole importancia a su comentario anterior, se sente a su lado y observe su rostro de profunda seriedad.- ¿Qué?.

-Hablo enserio.

-Yo también.

Y nuevamente sin esperar nada, ahí estaba aquel sentimiento acompañado con el ambiente.

-Karen, Erike llegó con su galán y quieren a los niños de vuelta.- me lleva la que me trajo, no podía creerlo, en definitiva no era mi destino el besarme con este apuesto parisino.

Después de una rápida despedida y entrega de niños, Erike se marchó con Andrien, lo cual me hacía ver que todo había marchado realmente bien entre ellos dos, incluso parecía que durante mi ausencia de 5 minutos en la sala las cosas habían marchado realmente bien entre Charles el hermano de Erike y Valeria mi mejor amiga mexicana, mientras que yo bueno nada.

-Paso por ti a las 8.

-¿Para que?.- pregunte confundida mientras observaba a Antonie.

-Tenemos una cita pendiente.- respondió alegre antes de irse, yo tan sólo golpee mi frente en verdad lo había olvidado.

-¿Como que una cita?.- cuestionó Valeria mientras cruzaba sus brazos.

-Me invito a una fiesta de cóctel.

-Aburrido.

-Dijo que habría buena comida.

-Eso ya suena mucho mejor.

-Lose.

Después de un repaso mental sobre como tenía que comportarme y una gran búsqueda entre mis cosas, por fin encontré algo.

-Creo que estoy más que pérdida.- dije mientras me miraba en el espejo.- Creo que debo haber revisado mi vio ser antes de fijarme si tenía algo que llevar.

Valeria y yo observamos el vestido con detenimiento, era rojo con corte de sirena, me di una vuelta poco convencida.

-Creo que en piso de abajo hay una chica de tu vuelo, súplicas por un nuevo vestido.- sugerio mi amiga, normalmente la mandaría al diablo por tan loca idea, pero, estaba desesperada.
Salí de mi habitación decidida, creo que si tuviera que rogarle de rodillas a la chica lo haria, al abrir la puerta de mi casa observe a Antonie, me tragué un enorme grito y lo único que hice fue sonreír con nerviosismo.

-Hola.- saludé tímidamente.

-Hola.- su enorme sonrisa estaba a no más poder, note como me miro de pies a cabeza.- te vez hermosa.

-¿Enserio?.

-Jamás te mentiría.

-Ya largate.- el grito de Valeria me causó gracia, Antonie nos observó confundido, supongo que no entendió lo que me grito.

-Creo que es hora de irnos.- tome mi pequeño monedero y salí acompañada de Antonie. Al bajar por el elevador mire a la chica del piso de abajo, de la que se salvó la rubia, chica con suerte.

Que complicado es amar en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora